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Policías federales asaltan a comerciante y los detienen en el acto con ayuda de vecinos

Carlos Moreno A.

 

 

Unos 100 comerciantes protestaron ayer por la noche afuera de la Fiscalía Regional de la Procuraduría General de Justicia del Estado ((PGJE) contra policías federales, luego de que una de las inconformes denunció que dos agentes le robaron un vehículo, dinero en efectivo y la golpearon la madrugada del domingo en la calle Tambuco del fraccionamiento Las Playas.

Los dos policías federales Rudols Gudiño Ruiz y Alejandra Contreras Flores fueron detenidos y presentados bajo la averiguación TAB/A.ESP/02/1182/2013, por los delitos de robo de vehículo, lesiones, amenazas.

Los comerciantes inconformes llegaron a la Fiscalía a las 9 de la noche y con pancartas en mano se plantaron afuera para exigir que fueran consignados los dos federales detenidos por efectivos de esa misma corporación.

En un principio llegaron unos 60 comerciantes, entre hombres y mujeres, que se tapaban los rostros con playeras y cargaban cartulinas blancas con mensajes a mano donde se leía: “Queremos justicia para nuestros compañeros, somos comerciantes no mañosos”; “Fuera los federales por abusos de autoridad” y “Federales golpeadores de mujeres”.

Además gritaban consignas como: “Fuera federales, no los queremos en Acapulco”, y “Queremos justicia, no los queremos aquí”, “Queremos que los consignen, fuera federales”.

Consultada afuera de la PGJE, la comerciante del Zócalo, María Elena Mendoza Marqués, a quien los dos policías federales que estaban en su día de descanso la golpearon y le robaron el vehículo Pointer blanco con placas de circulación HFJ-33-44, contó que a las 12:40 de la noche, en la calle Tambuco esquina con Flamingos, estaba estacionada dentro de su vehículo y esperando una cena que su hijo había ido a comprar.

Relató que llegó una pareja que iba peleando y que el hombre le pegaba a la mujer: “llegó una pareja, una mujer y un hombre, e iban drogados y borrachos, llegaron a agredirnos, a insultarnos y me quitaron el carro”.

Mendoza Marqués contó que los sacaron a ella y a su hijo del vehículo con insultos y amenazas, que les dijeron que eran policías federales: “me jalaron de los cabellos, me sacaron del carro, me empezaron a insultar y nos sacaron. La mujer nos estaba amenazando”.

“Bájense, hijos de su Pu(…) porque ahorita se los va a cargar la ve(…)”, contó la comerciante.

Agregó que forcejeó para impedir que se llevaran el Pointer; “no pudimos, el hombre me golpeó, me dio con el codo, me abrió la cabeza y a mi hijo le dio un golpe y a mi hija la empujó y la tiró”.

Narró que los vecinos de la colonia los apoyaron para alcanzar a los efectivos, pero que en ese momento llegó una patrulla de la Policía Federal a la calle que va a dar a Rancho Grande, esquina con Flamingos, unos metros más delante de donde se suscitó la riña.

Mendoza Marqués indicó que los efectivos al ver que eran compañeros suyos “los estaban cubriendo, los estaban escondiendo dentro de la patrulla, hasta se llevaron mis llaves del carro”.

Dijo que ella le gritaba a los policías, “yo quiero ayuda, yo quiero ayuda”.

Precisó que ellos, con apoyo de los vecinos impidieron que huyera la patrulla federal, “y nos pusimos delante de la patrulla y ellos todavía nos echaron la patrulla encima”.

Detalló que también le quitaron 10 mil pesos, por lo que dijo que un comandante de la Policía Federal, sin precisar el nombre, “nos aseguró que quería hacer justicia por nosotros y él los trajo para acá (PGJE)”.

A las 9:30 de la noche, Mendoza Marqués fue llamada por el fiscal regional de la PGJE, David García Muñoz, a su oficina, donde estuvo unos 15 minutos y después la comerciante dijo que el funcionario les aseguró que la apoyaría, sin dar más detalles.

Después de una hora (10 de la noche), ya eran unos 100 comerciantes que amenazaban con no moverse de las instalaciones hasta que fueran consignados los efectivos y amenazaron con realizar un platón en el edificio Costera 125, en las oficinas de la Policía Federal.

La comerciante denunció que abogados de los policías ya habían acudido al Ministerio Público a tratar de resolver la situación jurídica, y que unos de los representantes legales se le acercaron y le ofreció 50 mil pesos para que retirara la denuncia.

Al lugar acudió una patrulla de la Policía Federal, pero los quejosos les gritaban: “fuera federales rateros, no los queremos”, por lo que los efectivos rodearon la cuadra y salieron con las luces apagadas.

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