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Crimen organizado, entre las líneas de investigación que sigue el gobierno en el caso Hernández Cardona

Anarsis Pacheco Pólito

 

Chilpancingo

 

Los cinco sobrevivientes del secuestro en el que fueron asesinados tres dirigentes de la organización Unidad Popular de Iguala ya no se encuentran en el estado, informó ayer el vocero del gobierno, José Villanueva Manzanares, quien adelantó que entre las líneas de investigación está la del crimen organizado como posible responsable del triple crimen.

Dijo que  Héctor Arroyo, Gregorio Dante Cervantes Maldonado, Efraín Amates Luna y Nicolás Mendoza Villa sólo se han comunicado con sus familiares.

Señaló que hasta el momento el gobierno del estado no ha logrado comunicarse con ninguno de ellos, y que tampoco han rendido declaración en torno al asesinato de sus compañeros Arturo Hernández Cardona, Ángel Román Ramírez y Félix  Rafael Banderas.

Entrevistado al término del acto por el Día Internacional de la Libertad de Expresión, el vocero dijo que por temor a que sean privados de la vida, los cinco abandonaron el estado.

Villanueva Manzanares  señaló que es necesaria la declaración de estas personas para dar con los responsables intelectuales y materiales del multi homicidio, e incluso mencionó que, de ser necesario, la Procuraduría estatal se trasladará al estado de la República en donde se encuentren para que puedan declarar.

En cuanto a las investigaciones, aseguró que ya hay varias líneas que se siguen, entre ellas la del crimen organizado, pero no quiso abundar en el tema con el argumento de que no quería entorpecer los trabajos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

En ese sentido señaló que el jueves pasado el gobierno del estado le solicitó a la Procuraduría General de la República (PGR), encabezada por Jesús Murillo Karam, que atraiga el caso y trabajen de manera coordinada para el pronto esclarecimiento del mismo.

Asimismo, dio a conocer que ya rindió su declaración ante la PGJE por el asesinato de los líderes perredistas el presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, a quién las diferentes organizaciones sociales lo acusan de manera directa de ser quién ordenó la muerte de  los activistas.

El vocero del gobierno estatal indicó que durante la reunión que sostuvo el gobernador Ángel Aguirre Rivero con las familias de las víctimas, se comprometió a garantizar la seguridad de cada uno de ellos pues también temen ser objeto de alguna represalia por la lucha que han emprendido en su búsqueda de justicia.

Informó que el secretario General de Gobierno, Florentino Cruz Ramírez, ha mantenido comunicación directa y constante con familiares, amigos y dirigentes de las organizaciones sociales de Iguala, para mantenerlos al tanto del rumbo que toman las investigaciones de la Procuraduría.

Además descartó que el gobierno del estado tenga intenciones de desalojar a las personas que mantienen tomado el palacio municipal de Iguala, luego de que la presencia de agentes policiacos se haya hecho constante en los últimos dos días.

Explicó que los rondines que se están llevando a cabo por policías estatales y municipales son únicamente para garantizar  la seguridad de las personas que permanecen en el ayuntamiento y evitar alguna contingencia que ponga en riesgo la integridad física de la ciudadanía.

 

Seguridad en la capital

 

Respecto a los hechos de violencia registrados por la tarde del jueves en al capital del estado, el vocero aseguró que de manera inmediata se le apoyo a la policía municipal de Chilpancingo para reforzar la seguridad.

Dijo que se implemento el mismo apoyo que se realizó en la zona norte del estado para evitar problemas de seguridad.

La tarde del jueves, a una cuadra del zócalo capitalino se registró una balacera, y ayer se pudo constatar que aumentó la vigilancia en la capital con más camionetas de la policía estatal y agentes policiacos a pie.

A pesar de esto la mañana y tarde de este viernes no se observó mayor número de agentes de seguridad que estuvieran realizando vigilancia en las principales calles de la ciudad.

Algunos de los negocios de la calle Madero –donde fue la balacera– no abrieron sus locales por temor a un hecho similar.

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