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Debilita el gobierno la gobernanza de las comunidades sobre los bosques: especialista

Evlyn Cervantes Silva / Agencia Reforma

 

Ciudad de México

 

Lejos de promover el desarrollo de la economía rural de quienes poseen una porción de bosque, el gobierno federal alienta la debilidad de la gobernanza local, advirtió Sergio Madrid, director ejecutivo del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS).

En entrevista, el especialista refirió que en la actualidad existe en México una corriente que impulsa modificaciones a la Ley Agraria para que un ejidatario pueda vender su propiedad sin tener que pedir autorización de la asamblea ejidal, como ocurre en la actualidad.

Esto, indicó, derivaría en el desplazamiento de los dueños de bosques y la migración a las ciudades.

“Hoy día, el ejidatario tiene que pedirle autorización a la asamblea; la industria minera tiene que pedirle autorización colectiva a la Asamblea si quiere usar la tierra, pero de autorizarse este cambio, si el ‘compa’ necesita plata porque tiene enferma a su señora, pues tiene que vender y se vuelve muy vulnerable”, expuso.

“Esta ley mina la gobernanza del medio rural y eso es peligroso para los ejidatarios porque este medio rural está siendo muy amenazado por muchos actores: uno es el narco, otro es la industria minera que quiere la tierra”, agregó.

A diferencia de otros países en donde el territorio forestal es administrado por el Estado o empresas concesionadas, planteó, en México, selvas y bosques está en manos de comunidades.

Calculó que de los 30 mil ejidos reportados por el gobierno federal, entre 12 o 14 mil comunidades tienen al menos una pequeña porción de bosques o selvas.

Sergio Madrid destacó que los programas y política pública para el cuidado del bosque están enfocados a un pago de renta por servicios para evitar que el campesino use el bosque porque se cree que no tiene conciencia y lo degrada.

Estimó que sólo entre el 15 y 18 por ciento de los 6 mil millones de presupuesto que tiene la Comisión Nacional Forestal se dedica a fortalecer la economía rural dado que una corriente de pensamiento neoliberal apuesta por el desplazamiento de las comunidades.

“Esta corriente de pensamiento que es fuerte en el Estado mexicano plantea que los programas son asistenciales pero no productivos porque lo que quieren es quitarlos a los ejidos. En sus regiones estorban porque se cree que deterioran el medio ambiente y eso lleva a decir: vamos a quitar a las comunidades que están degradando el bosque y llevarlas a las ciudades. Hay una fuerte corriente de pensamiento que apuesta por eso, así que los programas de gobierno tienden a ser asistencialistas”, sostuvo el especialista.

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