Crece en México la unión libre como opción sobre todo entre los jóvenes: estudio

Paloma Villanueva Cruz / Agencia Reforma

Ciudad de México

En las últimas décadas, la unión libre ha ganado terreno, especialmente en las mujeres, quienes adoptan esta forma de vida como preámbulo para el matrimonio o porque desean tener una pareja pero no procrear, señaló Julieta Quilodrán Salgado,  investigadora del Colegio de México (Colmex).

La especialista sostiene que la mayoría de las uniones tempranas se dan en el formato de cohabitación, sin embargo, apunta que no es una condición exclusiva de la población joven.

Un estudio de la Sociedad Mexicana de Demografía (Somede) muestra que el porcentaje de mujeres de 25 a 29 años en unión libre pasó de 15.9 a 24 por ciento entre 2000 y 2010.

“Al grupo de edades de 15 a 19 años, que era donde se presentaban con mayor frecuencia en los años 70, se ha añadido el grupo de 20 a 24 años, desde fines de los 90. Para 2005 el alza compromete, incluso, al grupo de 25 a 29 años”, reporta la Somede.

En la población masculina, esta proporción pasó de 16.3 por ciento en el 2000 a 25 por ciento en 2010.

“Estas cifras no dejan dudas con respecto a la progresión de la unión libre como forma cada vez más frecuente de vivir en pareja”, detalla la Somede en el texto Hacia un nuevo modelo de nupcialidad incluido en la serie Los grandes problemas de México del Colmex.

La académica delinea en entrevista dos modelos distintos de uniones libres que tienen lugar en nuestro país.

“Uno que es el tradicional en el que se juntan, tienen hijos y si funciona piensan en legalizarlo (casarse); y en la otra participa una mujer que está más educada, que puede manejar su vida sexual y reproductiva, trabajar, valerse por si misma y decide tener un compañero pero aplazar la decisión de tener hijos o incluso decide no tenerlos”, describe.

Quilodrán prevé que muchas de las parejas que inician su vida conyugal en unión libre permanecerán en ese modelo al considerar innecesario obtener un certificado de matrimonio.

Los cambios recientes que han tenido lugar en la sociedad como la aceptación de las relaciones sexuales premaritales y la legalización de los matrimonios homosexuales, agrega, incluyen también la aceptación social de la unión libre.

Pierde vigencia el matrimonio

La figura del matrimonio como proyecto de vida en pareja ha perdido fuerza en las últimas décadas dando paso a nuevas uniones como la cohabitación o la unión libre, especialmente entre los sectores más jóvenes de la población, expuso por otra parte Julieta Quilodrán.

La pareja conyugal actual, señala, se inscribe en una realidad marcada por una individuación creciente donde el objetivo es encontrar una correspondencia entre los intereses de dos individuos y no tanto ceñirse a los esquemas establecidos por la familia, la Iglesia o el Estado.