Entre gritos y la retención de un diputado eligen al secretario de la Sección 113 de la CTM

Salvador Serna

Con un margen de 112 votos, la planilla Azul, encabezada por Pablo Peláez Montero, se alzó con el triunfo ante la planilla Tricolor en la elección del nuevo secretario general de la sección 113 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

En una jornada en la que votaron 761 obreros del sector turismo, la planilla Azul logró 420 sufragios, mientras que la Tricolor, encabezada por Donato Vergara Chávez, obtuvo 308 votos.

Fue el líder estatal de la CTM, Antelmo Alvarado García, quien dio a conocer el resultado final a más de 300 obreros que esperaban afuera del edificio de la calle Morteros.

Acto seguido, Alvarado García le alzó el brazo en señal de triunfo a Peláez Montero, quien será el nuevo líder para el periodo 2013-2019.

Con esta victoria la influencia del aún secretario general de la sección 113, Roberto Balbuena Naves, seguirá en los destinos de dicho sindicato para los próximos seis años, tal como ha ocurrido desde 1998.

Desde el inicio hasta el final de la campaña, Peláez Montero fue señalado como el delfín de Balbuena Naves, por parte de sus rivales de la planilla Tricolor.

La anécdota electoral

En un ambiente cargado de tensión, seguidores de las planillas Tricolor y Azul se enfrascaron ayer en recriminaciones y discusiones, con un encerrón de diputado incluido, durante la jornada para elegir al nuevo secretario general de la sección 113 de la CTM en Acapulco.

Desde muy temprano, afuera del edificio en la calle de Morteros los trabajadores huelguistas del hotel La Palapa se presentaron a votar por alguno de los dos candidatos, ya fuera por el de la planilla Azul encabezada por Pablo Peláez Montero, o por la de la planilla Tricolor, encabezada por Donato Vergara Chávez.

También había trabajadores de los hoteles Panoramic, Crowne Plaza, Playa Suites, Park Royal, Fiesta Americana, Bananas y El Presidente, pero éstos se mantuvieron neutrales porque ni apoyaban a sus compañeros de La Palapa ni tampoco respaldaban a la actual dirigencia sindical que maneja y controla un padrón de 800 obreros en activo, incluidos los huelguistas, con derecho a voto.

El condohotel La Palapa lleva 2 años y medio en huelga donde un estimado de 108 trabajadores no han cobrado salario. En su mayoría son mujeres de la tercera edad.

La negativa del vigente secretario general de dicho sindicato, Roberto Balbuena Naves, para que votaran los de La Palapa, prendió la mecha y de inmediato los gritos y reproches de “¡¡¡A que tienes miedo, Balbuena….Duro, Duro, Duro!!!…De qué tienes miedo Balbuena, si nos hubieras defendido bien nos dejarías pasar a votar!!!” surgieron por doquier mientras los inconformes azotaban la puerta.

Tanto fue el enojo que los “Palapistas” pusieron una doble cadena con candado para impedir el paso, provocando una encerrona de 2 horas al interior del edificio donde se encontraban el diputado local del PRI, Rodolfo Escobar Ávila, y el líder estatal de la CTM, Antelmo Alvarado García, así como al priista Mario Hernández Almazán.

Adentro del edificio también fueron retenidos dos reporteros, dos fotógrafos y tres trabajadoras de las primeras en pasar a votar, en punto de las 11 de la mañana.

Incluso llegó una patrulla con cinco policías municipales que se retiraron al percatarse que todo se trataba de un conflicto interno sindical.

Desde hace 2 años y 3 meses, el hotel La Palapa está en “huelga” a pesar de que algunos condóminos residen dentro, pero la no solución de fondo del problema ha creado un escozor entre los huelguistas contra Roberto Balbuena Naves y Pablo Peláez Montero.

El también regidor del PRI, con 15 años como secretario general, fue acusado por trabajadores de no resolver de forma positiva el problema en La Palapa. El candidato opositor, Vergara Chávez, acusó a Balbuena Naves de pretender imponer en la secretaría general a Pablo Peláez Montero, actual secretario de organización de la sección 113 y también trabajador de La Palapa.

“Si Pablo votaaaa, la Palapa también votaaaa!!!!” exclamaron los huelguistas.

Los sindicalizados marginados del voto acusaron al priista Balbuena Naves de diversas irregularidades, como la de organizar otra sección sindical dentro del mismo condohotel La Palapa, a espaldas de la base trabajadora, hace año y medio, como él mismo reveló esta mañana.

“No sé qué hicieron en La Palapa, es una burla, hay dos contratos colectivos, unos votan, otros no, esto está lleno de vicios. Lo que hicieron los líderes es una traición contra la clase trabajadora, cómo es posible que las banderas rojinegras están pegadas en la pared y el hotel está lleno de huéspedes”, dijo Donato.

Mientras que el diputado del PRI, Rodolfo Escobar Ávila, le pidió a los inconformes que “por favor, guarden cordura, estos son otros tiempos, de la modernidad, de la transparencia, de la paz, todos somos hermanos de la CTM, no debemos de pelear, dejen pasar a votar al resto de sus compañeros”, a lo que los huelguistas se negaron rotundamente.

“Yo no me niego a que haya una competencia leal entre planillas, yo me apego a los estatutos sindicales, soy respetuoso de ellos, aquí lo que importa más es la democracia y que voten los que tenga que votar” dijo por su parte, el candidato de la Azul, Pablo Peláez Montero.

Ante la “encerrona”, el ex senador por Guerrero, Antelmo Alvarado García, amenazó a los inconformes con interponer una denuncia ante el Ministerio Público por privación ilegal de la libertad, “déjenme salir a la calle a explicarles el proceso de la negociación” les pidió.

Ya con ellos, el líder estatal de la CTM les expuso que de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, “los huelguistas con derechos sindicales vigentes si pueden votar, pero los que hayan decidido demandar por su cuenta a los administradores de La Palapa no pueden ni tampoco los jubilados y pensionados, no obstante que no se les ha dado su liquidación”, por lo que solo una representativa minoría de La Palapa pudo votar finalmente.

Fue hasta la 1 de la tarde que las votaciones se reanudaron bajo un intenso sol.

Finalmente, Vergara Chávez, cuestionó que “hay una planta laboral de 106 trabajadores en La Palapa ¿por qué unos sí y otros no pueden votar?, ¿por qué la comisión electoral está dentro de la planilla azul? no se puede ser juez y parte”.