El aumento de la violencia, por el uso de la misma estrategia ineficaz: Jesús Mendoza

Mariana Labastida

El encargado de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Acapulco, Jesús Mendoza Zaragoza, consideró que el incremento de los hechos de violencia es por el uso de la “misma estrategia ineficaz e insuficiente que no da para que la violencia baje sustancialmente”.
Vía telefónica, consultado sobre el incendio de un vehículo en el interior del centro comercial La Gran Plaza, la semana pasada, y la explosión de dos granadas en una vivienda de Granjas del Marqués, el pasado sábado, el vocero de la Arquidiócesis de Acapulco advirtió que la violencia no disminuirá porque no se atienden las causas fundamentales.
“Hasta ahorita no se ha tocado a las autoridades coludidas con el crimen organizado y es una percepción pública amplia, que hay una buena parte de autoridades que están coludidas por omisión o complicidad”, señaló.
Mendoza Zaragoza enfatizó que la violencia no ha disminuido porque los casos de amenazas y extorsiones continúan, son cotidianos, aunque son menos visibles que otros hechos de violencia como las ejecuciones o explosiones.
El sacerdote indicó que no se puede saber porqué se incrementó la violencia, aunque los funcionarios justifiquen que son respuestas de los grupos delictivos a “un golpe de las autoridades”, lo que consideró como el mismo discurso de siempre “una fórmula aprendida que tienen que decir”.
Sin embargo, insistió, no se ha disminuido la violencia porque no se han atendido las causas fundamentales, “no hay para cuando se erradique, el gobierno continúa con la misma estrategia ineficaz e insuficiente que no da para que la violencia pueda bajar sustancialmente”.
El vocero de la Arquidiócesis reiteró que la estrategia básica que se utiliza contra la violencia es el uso de la fuerza pública, “que es totalmente insuficiente. Se ha visto desde hace tiempo y en ese sentido es necesario que la autoridad entienda que eso ya no va”.
Consideró que es una simulación de las autoridades para que ante la opinión pública parezca que se trabaja por la seguridad.
En cuanto al miedo, Mendoza Zaragoza dijo que tampoco ha bajado, sino que se mantiene en otros niveles y los ciudadanos han seguido tomando precauciones en sus salidas.
“El miedo inhibe pero no es el factor decisivo sino la desconfianza, la inercia de los ciudadanos que les hace mantenerse al margen. Solamente cuando son tocados de una manera directa saltan y experimentan el dolor, pero aun así no se atreven a actuar”, por lo que consideró que hay un trabajo a largo plazo.