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La verdad sospechosa será mi película más crítica, dice el cineasta Luis Estrada

Hugo Lazcano / Agencia Reforma

 

Ciudad de México

 

Acaba de terminar de filmar su más reciente película, La verdad sospechosa, y aunque todavía le faltan meses de postproducción para estrenarla en marzo o abril de 2014, el realizador Luis Estrada cree que ha hecho su historia más crítica.

La trama, que ofrece un retrato perverso de los medios de comunicación que encumbran en el poder a políticos, desea que despierte debate, análisis y conciencia entre los mexicanos, además de divertirlos.

“Es una historia apasionante, muy provocadora. Siento que es mi película más crítica, es la más cercana a nuestra realidad”, expresa Estrada, quien con esta producción contará con una tetralogía sobre el poder en México que conforman las cintas La Ley de Herodes, Un mundo maravilloso y El infierno.

–Pero, aparte de lo crítica que pueda ser la película, ¿hay una preocupación personal reflejada? –se le pregunta.

“Claro. Creo que el retroceso político que representa el regreso del PRI, y lo que hemos estado viendo, como asomos, de cómo quieren consolidar esta nueva reconquista del poder, si es que alguna vez se fueron, es un momento de valoración crítica importante como para vernos para atrás como parte de la historia. Pero también, para vernos hacia el futuro. En 71 años nos dejaron una clara escuela de cómo poder imaginar el futuro, que parece que todos los días se constata y que, muy probablemente, ese espejo que apuntó atrás también esté apuntando hacia adelante”.

Estelarizada por un elenco lleno de figuras del cine y la televisión, entre los que destacan Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Osvaldo benavides, Poncho Herrera, Tony Dalton, Livia Brito, Itatí Cantoral, entre muchos otros, la premisa del filme da cuenta las andanzas entre productores de una televisora, periodistas de otros medios, figuras públicas y políticos en funciones, todos coludidos, para impulsar sus empresas y sus carreras sin importar el bien de México.

“La película está construida de manera fragmentada, en episodios de la vida pública de este país que han sido muy determinantes para ir prefigurando la sociedad que somos ahora. El enorme poder que han adquirido diferentes instancias públicas y privadas, la manera en la que se han unido para beneficiar sus propios fines habla también de una sociedad que ha sido víctima y al mismo tiempo cómplice y verdugo”, subraya el cineasta.

El también productor aclara que La verdad sospechosa no tendrá tintes solemnes ni de denuncia ni de burla.

Por el contrario, se valdrá de la farsa, la comedia y la sátira para que el espectador sepa qué personajes de la vida nacional y organismos públicos y privados son cuestionadas por su accionar social, sin necesidad de dar nombres o apellidos.

“Como en su momento fueron los temas del país la corrupción o el autoritarismo, la violencia o la desigualdad social, éste ahora es un buen tema para reflexionar.

“Acabamos de pasar una experiencia en la elección pasada en la que en nuestras narices se fue, literalmente, construyendo a un presidente que pudo llegar a culminar este proyecto que vimos cómo se generó. Y creo que es interesante que como sociedad, de una manera irónica, crítica y humorosa también reflexionemos”, sentencia.

– ¿Cual es tu valoración de lo que has visto y filmado?

“Es muy difícil hacerlo de manera crítica, porque el proceso de rodaje y producción ha sido desgastante y no he tenido un tiempo para ver las cosas con perspectiva y distancia. Estoy contentísimo con lo que he podido ver de la película. De hecho, se está editando de manera paralela, pero será el público el que la juzgue, porque para él estoy haciéndola”.

 

 

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