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Necesario, recuperar el humanismo que pregonaba el Ateneo de la Juventud: escritor

Óscar Ricardo Muñoz Cano

 

Con una reflexión acerca de la necesidad de tener no sólo un grupo cultural como lo fue en México el Ateneo de la Juventud, sino muchos más porque hay varios México, fue como concluyó la charla ofrecida por el escritor Daniel Orizaga Doguim, la tarde de ayer en la sala de lectura Carlos Fuentes, del Centro Cultural Acapulco.

“Creo que los valores del Ateneo no han caducado, la importancia se da en la necesidad de recuperar las ideas del humanismo, pero no el humanismo alejado, el de libro, sino uno donde se convierta a la cultura en algo propio, para la construcción personal”, declaró el escritor.

El autor ofreció dos charlas ayer con el tema El Ateneo de la Juventud, la primera fue a las 10 de la mañana en la Unidad Académica de Psocilogía y la segunda a las 6 de la tarde en el Centro Cultural Acapulco. La actividad forma parte del programa Conversaciones sobre literatura mexicana del siglo XX realizado entre el gobierno estatal, por medio de la Secretaría de Cultura y El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Tras establecer que el Ateneo de la Juventud fue un grupo creado en México a principios del Siglo XX por pensadores en ciernes de la talla de Alfonso Reyes o José Vasconcelos, y que estaban en desacuerdo con las ideas del porfiriato, Orizaga Doguim, aseguró que si bien, en la actualidad carecemos de un grupo así, éste ya no es necesario, idea apoyada por quienes participaron en la plática.

“Las condiciones actuales del país hacen que haya esfuerzos dispersos por lograr algo en el campo de la ciencia o la cultura, lo cual es una fortaleza; si hace 100 años las tareas eran claras, ahora nos damos cuenta que hay diferentes sectores de la sociedad, diferentes formas de pensamiento, distintas ideologías que deben buscar sus propios proyectos culturales”.

Y agregó “la necesidad de buscar en la cultura algo más es algo innegable, un factor común en todos los tiempos, la manera en que se hace es lo que cambia;  y la dispersión en este caso es la fortaleza pues no podemos pensar en sólo una idea de nación, los mismos ateneístas pensaban así, y ahora nos damos cuenta de que las que intentamos el siglo pasado fallaron; ahora hay un laboratorio importante donde se lleva a cabo nuevas ideas de nación”. Esto es, sentenció, “ahora ya no se necesita un Ateneo, se necesitan varios porque hay varios Méxicos”.

Y es que, como el mismo escritor aceptó, actualmente, luego de la muerte de Carlos Fuentes, quien dijo, heredó la batuta de Reyes, “gente como Elena Poniatowska, Sergio Pitol o José Emilio Pacheco, han decidido no ser caudillos culturales”, al tiempo que se cuestionó si era necesario llenar el vacío con un solo nombre.

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