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Tras 11 años en el parque Papagayo muere en su jaula el león Guacho

Karla Galarce Sosa

 

El león Guacho del parque Papagayo, murió ayer a las 3:30 de la madrugada en su jaula, informó el director del lugar, Arquímides Guzmán Cisneros, en conferencia de prensa.

El médico veterinario que atendió al animal, Manuel Octavio López Victoria, practicó la necropsia y concluyó que una bacteria dañó los pulmones del mamífero.

El polémico animal, que vivió 11 años en una jaula del parque, recibirá un homenaje y será enterrado en alguna parte del parque, dijo Guzmán Cisneros.

 

Guacho, el vigilante

 

El antiguo propietario del animal, el empresario constructor Elías Zenteno Vázquez, contó que dieron el nombre de Guacho al león porque en el terreno donde lo alojaron durante dos años –desde que lo recibieron de un primer dueño– se postraba sobre una barda y observaba a la distancia, bajo el sol el horizonte.

“Le pusimos Guacho porque se trepaba a una bardita que había y se quedaba viendo, así es que como era un especie de vigilante del lugar, un soldado, y le pusimos Guacho, le veíamos los ojos que giraban de un lado a otro”, narró Zenteno Vázquez.

Entre las anécdotas que dijo sobre el felino, cuya edad se calculó en 13 años, fue que dos de sus hijas se acostaban sobre él; “ellas jugaban con el Guacho y nunca les hizo nada, incluso se dormían con él”.

Elías Zenteno aseguró que el origen del animal fue legal, en una compra cuando era cachorro en Hidalgo, con documentos y papeles de entrega por donación al parque Papagayo hace más de 11 años.

“A mí me regalaron al animal. Hay un criadero de leones en Hidalgo, allí fue adquirido a un hombre que tenía unas grúas, de apellido Zamudio, y como no lo podía tener se lo ofrecieron a uno de mis hijos, por eso es que lo cuidamos unos dos años”, explicó.

“Yo lo tenía en una propiedad en la Costera y avenida Las Playas y al principio lo alimentábamos primero con un pollo y después le dábamos dos. Todos los días se subía a la barda, por horas estaba sentado allí, era una especie de vigilante, por eso le pusimos el Guacho, como soldado”, reiteró.

Dijo que una de las causas que le motivó enviar a Guacho lejos de su familia fue una ocasión que un empleado “chaparrito” le llevó su comida y en un intento de juego el animal le dio un golpe con una pata en el rostro. “Eso me puso en alerta pensando en que alguna vez, enojado, pudiera atacar a alguien. Mis nietas llegaban, lo acariciaban y jugaban (…) Lo ofrecí al parque, todo el trámite fue con documentos”.

Elías Zenteno dijo que mantuvo dos años al animal y que cuando lo recibió de manos del primer propietario casi alcanzaba la talla de un felino adulto.

Aseguró que después de la expropiación de los terrenos por el ex gobernador Rubén Figueroa Figueroa, en el acto de entrega del parque, participó como orador.

Acotó que una de las propuestas que hizo el gobierno de entonces, era llevar a Guacho al zoológico de Chilpancingo pero que se negó al traslado.

Al paso de los años, las visitas de su familia a la jaula del mamífero, la voz y el probable recuerdo llegó a inquietarlo, pues el animal se levantaba y acudía al llamado de quien alguna vez fue su dueño.

“Cuando usted tiene a un animal éste lo quiere como si fuera su hijo. Pensaba ponerlo en una jaula y mantenerlo allí, pero pensé que podría estar mejor en el parque (…) Guacho era el animal que más atractivo tenía en el parque, era al que más admiraban”, finalizó.

 

El primer felino

 

Durante 11 años el león vivió en una jaula del parque. Tuvo que ser dormido mediante una cerbatana por quien lo cuidó durante su estancia allí.

El león, uno de los principales atractivos, dijo Manuel Octavio López Victoria, estaba confinado a una bodega.

“Fue un gran acontecimiento cuando fuimos por él. Nos dijeron, hace 10 años, que un empresario, Elías Zenteno, tenía a un león en una casa y a pesar de que el animalito no cumplía ni el año de edad ya era enorme, podía atacar a la gente, pesaba más de 50 kilos”, detalló en una entrevista del año pasado, en la que se narró la vida de otros animales y el modo en que llegaron a conformar el zoológico.

El parque adoptó a Guacho, continuó, como en la mayoría de los casos, en atención a la ciudadanía y a las asociaciones. “No son caprichos del parque, son situaciones en las que hemos intervenido porque así lo exige la sociedad”.

Cuando llegó el felino al parque estaba físicamente deteriorado, recordó el veterinario.

“Si bien, la jaula donde vive el león no es estética comparada con la del jaguar, ésta cumple con todos los requerimiento”, indicó.

 

Dos polémicas en dos días

 

Desde que se informó de la muerte del animal, los usuarios de Facebook y Twitter opinaron que no estaba bien cuidado y cuestionaron la actuación tardía de la Profepa, pues dos días antes los inspectores habían hecho una revisión.

Sin embargo, según el propio reporte que la Profepa, el animal lucía saludable y sin parásitos.

Otra polémica entre el parque y Profepa fue la divulgación de un boletín de prensa oficial que la dependencia federal difundió en el que se aseguraban más de cien animales y se clausuraba el zoológico.

El director del lugar, Arquímides Guzmán, exigió una aclaración por parte de la Profepa por difundir un boletín.

Tras conocerse la noticia y luego de la conferencia de prensa de la dirección del parque, el subdelegado de Vida Silvestre de la Profepa, Omar Magallanes, sostuvo una reunión con el director y administradores del parque.

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