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Sale a México la Policía Ciudadana de Cualac y Temalacatzingo bajo el hostigamiento del Ejército

Carmen González Benicio

Nuevo Paraíso, Cualac

La Coordinadora Regional de Seguridad y Justicia- Policía Ciudadana y Popular (CRSJ-PC) de Temalacatzingo y Cualac inició su recorrido a la Ciudad de México para exigir la salida del Ejército de sus territorios y a entregar un pliego petitorio a manos de la brigada Totlajtol Nejnemi (la palabra que camina) conformada por 16 policías.

La salida de la brigada de la CRSJ-PC de la comunidad de El Nuevo  Paraíso, del municipio de Cualac se vio inmersa en el hostigamiento constante de un convoy de dos Hummer del Ejército, que recorrieron la carretera Tlapa-Olinalá, se introdujeron a la comunidad El Nuevo Paraíso, donde permanecieron por minutos y salieron de ahí para  instalar un retén a unos metros de la entrada del poblado, el cual quitaron poco después para regresar a Nuevo Paraíso,  después se fueron para Olinalá, en donde establecieron otro reten, según comentaron.

La salida programada a las 10 de la mañana se retrasó porque el contingente de la comunidad de Temalacatzingo no llegaba, por lo que al  transcurrir de las horas su  demora preocupó a los que se encontraban en el lugar y se pensó que posiblemente los militares los hubieran detenido, por lo que un grupo salió en su busca y los encontró antes de llegar a Olinalá en una comitiva de tres vehículos, sin contratiempos con los militares.

Los policías ciudadanos le pidieron a los enviados de Gobernación federal que se retiraran de la marcha, al igual que a otros que iban con ellos y se ostentaron como periodistas.

Así, a las dos de la tarde inició en Nuevo Paraíso el ritual de despedida y bendición de los integrantes de la brigada con copal y rezos del principal  Andrés Mauro de la Luz, de la comunidad de San Martín Jolalpan, quien pidió prosperidad en sus pasos, que tuvieran un viaje bueno y tiempo de paz por su búsqueda de acabar con los abusos y que llegaran a donde tenían que hacerlo.

El rezador dijo que el pueblo tenía sed de justicia y que se reconocieran los derechos en todo el orbe por lo que les ofrendó un padre nuestro, al igual que por las madres, esposas, e hijas  que moldean  el espíritu  del futuro de la nación. Los ahumó con copal y les dio la bendición. Ahí algunos padres acompañaron a sus hijos, otros de manera discreta les dieron dinero para el camino.

De ahí, uno a uno se subió a la camioneta Nissan tipo estaquitas que los trasladó a Tlapa, donde se tenía previsto un encuentro con otros grupos, eran las  5 de la tarde cuando fueron recibidos por jóvenes roqueros del programa de radio Las Otras Bandas y algunos integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG), en la entrada de la ciudad, y de ahí se trasladaron al Ayuntamiento.

En el Palacio Municipal sólo estuvieron unos minutos para decirle a los presentes que su paso era porque exigían la salida del Ejército de su territorio comunitario, el respeto a su sistema de justicia y a su policía y proyectos de desarrollo comunitario, para lo cual entregarían en un pliego petitorio al gobierno federal a su llegada a la ciudad de México.

Ahí mencionaron que habían emitido un comunicado urgente porque dos convoyes con elementos del Ejército habían entrado al poblado del Nuevo Paraíso mientras organizaban su salida y que habían establecido retenes en entradas y salidas pero que no había pasado a mayores.

Un joven de Las Otras Bandas les dio la bienvenida como comunidad roquera y alabó su decisión de formar la Policía Ciudadana y Popular, de su lucha desde abajo, por enfrentar el neoliberalismo, la migración y al modelo de gobierno corrupto y agotado y que su acción invitaba a hacer a la ciudadanía y que el Estado debía agradecer que los ciudadanos recuperen la democracia y a la Policía que surgió del pueblo.

Por parte del MPG les dijeron que lamentaban la poca convocatoria, pero que no sabían de su visita y también andaban en reuniones para formar las policías comunitarias y gran parte de la gente estaba en Colombia de Guadalupe, Malinaltepec, y les externaron su solidaridad y acompañamiento.

Los integrantes de la brigada escucharon las palabras desde la tarima que fue colocada para los grupos musicales en el festejo del Día del Padre, organizado por el Ayuntamiento, aunque sin sonido. De ahí partieron rumbo a Huamuxtitlán con algunos de las Otras Bandas e integrantes del MPG, en el crucero a Tlalixtaquilla estaba un grupo de militares que los vieron pasar mientras los grababan.

En Huamuxtitlán fueron recibidos por algunos paisanos de Temalacatzingo y Cualac quienes les llevaron agua. Ahí intercambiaron comentarios en que se escuchó que debían platicar con la Policía Comunitaria de Huamuxtitlán porque debían estar unidos para hacer mayores cosas.

En ese lugar la brigada cambio de vehículo y continúo su viaje en un microbús, ahora con lonas amarradas a sus costados que llevaban sus demandas y logotipos, y siguieron hacía el poblado de Xochihuehuetlán, en donde se reunirían con otros grupos y pernoctarían para salir a temprana hora y entrar al estado de Puebla para llegar el 23 de junio a Tenochtitlán, Ciudad de México.

La Coordinadora Regional emitió un comunicado urgente este domingo en el que señaló que “el Ejército ha alterado nuestros tiempos y mantiene en este momento tomada la comunidad de Nuevo Paraíso, del municipio de Cualac, ha detenido a un grupo que se acercaba a la comunidad para el acto ceremonial de despedida. El Ejército en una forma prepotente y violenta está intentando evitar la salida de nuestra brigada Totlajtol Nejnemi” a la vez que remarca la violación al derecho de tránsito de los ciudadanos indígenas nahuas.

Remarcaron que su movilización es pacífica, que busca encontrarse con otras organizaciones para intercambiar sus experiencias de lucha y culminar con la entrega del pliego petitorio a las autoridades federales.

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