Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

Qué justicia necesita Guerrero

Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez. Francisco de Quevedo.

 

El dictamen que se presentó ayer en el pleno del Congreso del Estado es quizás uno de los más importantes, si no el más importante que le ha tocado a esta legislatura someter a la voluntad representada de los guerrerenses.

En estos tiempos, como tal vez en muchos años no lo necesitaba, Guerrero necesita hoy de un fiscal, de un abogado, que lo defienda frente a los crecientes actos violentos y delictivos que atentan no solo contra la integridad física de sus habitantes,  sus derechos y bienes, sino contra su propia viabilidad como estado, contra su cohesión como sociedad.

Guerrero necesita hoy más que nunca de justicia, de un abogado que lo defienda, necesita de un fiscal cercano a la gente, que la gente lo identifique como su abogado, su defensor y no sea sólo un empleado del Poder Ejecutivo, un trabajo más en su carrera para quien va a asumir esta delicada y urgente responsabilidad para con los guerrerenses.

Los guerrerenses necesitamos un procurador sensible que no solo goce de conocimientos en derecho y sea un gran abogado, también necesita tener sensibilidad para estar cerca de la gente, capacidad de liderazgo, de administrar una compleja organización que es la Procuraduría de Justicia del estado; necesita no sólo el nombramiento sino toda una gama de cualidades y virtudes sin las cuales el nombramiento sale sobrando.

Necesitamos un procurador que haga suya la necesidad de justicia de los guerrerenses, que conozca la historia de Guerrero, una justicia que se haga cumplir con pasión y con servicio.

Ante esta definición tenemos que preguntarnos qué justicia quieren los guerrerenses, preguntarnos qué es la justicia, porque ésta es una pregunta que se han hecho filósofos, juristas, politólogos, gobernantes, académicos, intelectuales y toda persona que se ha interesado por lo que pasa en la sociedad. Sin embargo, no es una pregunta que se haga o nos hagamos con frecuencia, si tal vez en los juzgados, en los tribunales, en las instancias que hemos creado como sociedad para procurarnos e impartirnos justicia, aunque no estoy totalmente seguro de que así sea, pero espero que lo sea.

Ahora que llegan nuevos titulares de dos importantes áreas que tienen que ver con la justicia que debe imperar entre los guerrerenses, convendría hacernos, que se hagan, la pregunta sobre qué tipo de justicia queremos los guerrerenses, qué tipo de procurador, qué tipo de secretario de Seguridad Pública necesita Guerrero en estos momentos.

Y digo en estos momentos porque no es lo mismo ser un servidor público en áreas de alta responsabilidad como éstas, hace diez o veinte años, que serlo en estos tiempos. Hoy señores son tiempos de la democracia, no de la autocracia o el autoritarismo, de participación de la sociedad en los asuntos públicos no de concentrar el poder en los cargos públicos, de servir y no de servirse, de obedecer la voluntad soberana ciudadana y no de hacer mi voluntad en mi cargo, de agradecer el cargo a la sociedad sirviéndole.

Para empezar, son tiempos de consolidar el hecho de que la justicia es una creación humana, no divina ni derivada de tus capacidades personales o como detentador de un cargo, aunque para muchos ésta también existe, pero como creación humana es un valor social históricamente determinado, es un conjunto de normas para resolver los conflictos entre las personas e instituciones en la sociedad.

La justicia establece lo que es permitido y lo prohibido, sanciones a quienes rebasen lo prohibido e impidan lo permitido; pero el principal papel de la justicia en la sociedad es la protección de la vida, derechos y bienes de las personas frente a individuos, poderes públicos y fácticos que atenten contra el individuo como contra la sociedad, sean simples mortales o elocuentes gobernantes, es crear el equilibrio y permanencia de la misma sociedad y sus instituciones.

Pero lo más importante que deben considerar quienes tengan por misión hacer justicia, procurarla o defenderla, es su origen, su fuente o fundamento, que es nada más ni nada menos que la voluntad de los guerrerenses; la justicia no está en los libros de derecho, no son las leyes en sí mismas, ni es el veredicto o la voluntad de un juez o del procurador. Tengámoslo claro: la justicia es un  mandato de la voluntad de los guerrerenses, no de ningún titular o representante de los poderes públicos. Así de claro y sencillo.

Vuela vuela palomita y ve y dile: Al nuevo Procu que como dice mi compa Sócrates: es peor cometer una injusticia que padecerla, porque quien la comete se convierte en injusto y quien la padece no.

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