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En Asamblea, deciden pobladores de Xaltianguis que la policía ciudadana mantenga la vigilancia

Mariana Labastida

 

 

En asamblea los pobladores de Xaltianguis respaldaron continuar con la policía ciudadana luego de que marinos, militares, policías federales y estatales llegaron a esa comunidad para coordinarse con los miembros del Sistema de Seguridad Ciudadana (SSC) para el reguardo de los habitantes.

Los vecinos dijeron que los primeros que intentaron llegar al pueblo fueron los policías federales que fueron detenidos por la entrada de Tierra Colorada y lograron ingresar al pueblo con el convoy de todas las otras fuerzas federales y estatales.

Los integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y el SSC convocaron a una reunión a las 5 de la tarde en la cancha donde está el kiosco de Xaltianguis para continuar con la coordinación con los ciudadanos y explicar a más vecinos su forma de organización.

A dicha asamblea llegaron marinos, militares y policías estatales, y aunque en el convoy también iban policías federales estos no se observaron cerca de la asamblea, solo postrados en las entradas del pueblo; el comandante regional del SSC, Ernesto Gallardo Grande, dijo que sólo les habían dicho que su presencia en la comunidad era para coordinarse en cuanto al resguardo de la misma, sin embargo en cuanto terminó la reunión las fuerzas federales y estatales se retiraron.

Alrededor de la plaza donde está la cancha se observó un camión militar y cinco camionetas más, cuatro de la policía estatal acreditable y un grupo de marinos, que estuvieron escuchando lo que se exponía, incluso un militar fotografíó y grabó video de la reunión.

Al final en un breve encuentro, Gallardo Grande con el coronel Manuel Martínez –que iba al frente del convoy militar– hablaron en relación a como se instalarían los puestos de control en la comunidad, donde no permanecerían las fuerzas federales de manera permanente.

Durante la asamblea, el comandante regional del SSC dijo a los pobladores que los policías ciudadanos permanecerán en la comunidad mientras los habitantes lo avalen, que son los que deciden la permanencia de los grupos y el trabajo que están haciendo en el pueblo y que no pensaran que por llegar fuerzas federales y estatales se saldrían si los pobladores no lo quieren.

En su intervención, el coordinador general de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio dijo a los habitantes de Xaltianguis que las corporaciones policiacas requieren recuperar la confianza de los ciudadanos,  que ellos no están en contra de las autoridades y por eso han insistido en trabajar de manera coordinada para garantizar la seguridad de los pueblos.

Por ello convocó a los vecinos a denunciar y participar y enfatizó que el “movimiento no es de armas de alta potencia, el arma más mortal que tenemos debe de ser la organización de la gente”, y por ello dijo que qué bueno que estaba el Ejército presente en la asamblea para que se dieran cuenta que todas las acciones que realizan son públicas, que no son un grupo guerrillero, “no es clandestino, es un movimiento de derechos no ilegal” enfatizó Plácido Valerio. “Nosotros no estamos en contra del Ejército, nuestra lucha es pública no somos ni guerrilleros, somos gente que estamos liberando del terror, psicosis, del terrorismo psicológico”.

Agregó que ellos no están en contra del gobierno, sino de la pobreza y los delincuentes, aunque sí se requiere –dijo– recuperar la confianza en las instituciones porque cómo quieren que denuncien ante ellas si han generado desconfianza, la cual quedó evidenciada en la pasada visita que hizo la CNDH donde quedaron plasmados los casos de las víctimas de la delincuencia organizada y de las malas políticas públicas.

A los pobladores, Bruno Plácido les dijo que no se trata de eliminar gente, sino de reflexionar en qué “nos hemos equivocado” como comunidad y los convocó a cambiar desde el interior de las familias, a estar al pendiente de las acciones de los hijos, porque –agregó– todos saben dónde están los delincuentes, porque “hoy somos víctimas todos”. Relató que en Marquelia a una madre le pedían que enviara a su hija al hotel y la mandaba, por lo que, enfatizó, se debe de recuperar la dignidad, a curarse de la enfermedad del miedo.

Plácido Valerio apuntó que “el tema de la droga que lo resuelva el gobierno federal, pero el tema de homicidio, secuestro, cobro de pisos, tenemos que erradicar todo a costa de lo que sea pero no podemos permitir que eso siga así”, por lo que están planteando en educar al pueblo a pagar impuestos, para no tener dos amos “tienes a Dios y tienes al diablo, tenemos que definirnos”.

Apuntó que si hay empresarios o políticos que están en contra del movimiento es porque no les conviene. “No somos un peligro para la nación, peligro para los políticos que se dedican a extorsionar y entregar al pueblo a los que ocuparon a la delincuencia para llegar al poder, para ellos somos un peligro pero no para el pueblo” y dio su respaldo a Xaltianguis, donde recalcó que están buscando no solo la seguridad sino el desarrollo de las comunidades.

Uno de los policías de Ayutla, Jesús Gutiérrez, señalando a los militares dijo que “esos señores que ven de verde y los otros de azul marino son los empleados que con los impuestos pagamos, aquellos que están sentados con corbata que están sentados en un escritorios son los delincuentes que protegen a los delincuentes de acá, no los verdes que están aquí” y convocó a unirse para cubrir todo el estado y no permitir que haya lugar donde los criminales puedan entrar.

Durante la asamblea, del comité de ciudadanos encargado de las finanzas, Romualdo Flores Jiménez, dijo que después de recibir amenazas pensó en irse del pueblo, sin embargo “no le voy a hacer el gusto a esas personas de corrernos, me voy por mi gusto con la frente en alto luchando por mi pueblo”.

Antes de su intervención, otro integrante del comité informó que ya tenían cuenta bancaria para los interesados en depositar y financiar a la policía ciudadana, explicó que en un principio se acudió con las 40 familias con mayor solvencia en la comunidad a los cuales se les pidió una aportación mensual,  sin embargo para que todos colaboren colocaron una caja en la que el pueblo pasó a depositar dinero, con ello refrendaron su aprobación para que continúe el Sistema de Seguridad Ciudadana en Xaltianguis.

El vecino, Fernando Flores del Carmen les dijo que “no nada más con dinero se sostiene este movimiento, si nosotros no perdemos el miedo no vamos a hacer nada, por eso les digo quiero verlos acá, desvelándose, no es posible que los compañeros que vienen de otra comunidad se estén desvelando y nosotros dormidos” y dijo que desde hace tres años ha empeorado la situación de seguridad. Él como herrero –dijo– ha visto cómo ha ido incrementando las rejas en las casa y convocó a todos a estar unidos.

Otro ciudadano, Jesús Rodríguez Bello, agradeció la presencia de la policía ciudadana que puso orden en Xaltianguis, “orden que no pudo poner el gobierno en sus tres niveles, tres años que jamás pudieron poner orden, pese a denuncias al Ejército y jamás se hicieron presentes” denunció.

 

No hay reversa, estamos preparados para todo, responde Bruno al procurador

 

En entrevista al terminar la asamblea, en relación a lo que informó el encargado de despacho de la Procuraduría de Justicia del Estado de Guerrero, Iñaki Blanco Cabrera de que existen averiguaciones previas contra integrantes de la UPOEG, Bruno Plácido respondió que “no nos van a detener ni las órdenes de aprehensión ni las amenazas, nos quedan bien claros los riesgos que corremos, pero no vamos a retroceder”.

Enfatizó que están “preparados para estar en la cárcel, estamos preparados para todo, no hay reversa” e indicó que la ruta que llevan las autoridades es hacia la muerte.

Plácido Valerio criticó que en lugar de que se vean los errores del sistema de justicia, los quieran detener a ellos: “yo sólo le preguntaría: en lugar de que ellos se preocupen en perfeccionar las averiguaciones, la justicia a ver en qué han fallado los ministerios públicos, se preocupan más en nosotros que en los errores que tienen la estructura de la procuraduría”.

Finalmente dijo que lo han amenazado que si se mete la UPOEG con su SSC al Ocotito o llegan al puerto de Acapulco lo van a detener; resaltó que sobre las acusaciones que hay de que están violentando la Ley 701 dijo no es un tema de indígenas sino de solidaridad, que diario reciben llamadas de que no pueden salir del territorio, de lo cual ya están “cansados de tantas amenazas y que estamos preparados para poner orden a costa de lo que sea” enfatizó.

Agregó que el miedo de las autoridades es perder el control y el de la UPOEG es confrontarse, por que lo que menos buscan es la confrontación.

Por su parte el comandante regional, Ernesto Gallardo Grande dijo que las denuncias le están saliendo a diario y solo pidió que les comprueben de lo que los acusan.

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