Detiene la CRAC a 13 acusados del secuestro del comisariado de bienes comunales de Atlixtac

Los grupos de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias- Policía Comunitaria (CRAC-PC) de Huamuxtitlán, Olinalá, Ayutla y la recién integrada de Tlatlauquitepec del municipio de Atlixtac detuvieron a 13 personas por las acusaciones directas de secuestro del presidente del comisariado de bienes comunales de Atlixtac,  Víctor Martínez Ramírez.

Al cierre de la toma de protesta de la Policía Comunitaria de Tlatlauquitepec los coordinadores de las policías conformadas en la región platicaron y fue el representantes de la Casa de Justicia de El Paraíso, de Ayutla,  Gonzalo Molina González  quien preguntó al pleno si acordaban girar orden de aprehensión en contra de los señalados por Martínez Ramírez de secuestro, y  todos los presentes  alzaron la mano y gritaron que sí. Era la una de la tarde.

“Eso es una prueba de que así el pueblo lo mandató”, enfatizó Molina González y se dispusieron a armar el operativo para ir en busca de los señalados  mientras el coordinador de Huamuxtitlán, Miguel Vitrago dijo que cuando los detuvieran no los entregaran a la Policía Ministerial, Estatal, Municipa ni el Ejército y se los llevaron a El Paraíso para su reeducación.

La coordinadora de Olinalá, Nestora Salgado llamó a protegerse unos a otros “no esperar  a que nos quiten a nuestra  familia y no ser cómplices de los delincuentes ni encubrirlos pagando extorsiones o secuestros, porque es formar parte de la delincuencia”, dijo y agregó que son muchos para combatir a unos cuantos y que están dando la vida por ellos.

Después de esas intervenciones un grupo de policías atravesó la cancha y se dirigió a dos jóvenes que se encontraban al fondo, en unas escaleras de donde los bajaron, los hicieron que pusieran sus manos en la nuca y los llevaron a la comisaría, en donde los revisaron, les quitaron sus cinturones, las agujetas, y sus pertenencias que colocaron en unas bolsas y después los llevaron a la cárcel, fueron los primeros detenidos por el delito de secuestro y se llaman Azael López, de 19 años y Eduardo Hernández Ramírez, de 30.

A la 1:40 de la tarde ya habían sido llevados a la comisaría siete presuntos secuestradores, una era esposa de uno de los involucrados.

Algunos vecinos se acercaron para denunciar que en el operativo los policías comunitarios entraron con violencia a sus casas, rompiendo puertas, ventanas y vidrios por lo que esperaban una explicación, “nosotros apoyamos que esté  la policía, pero si así se van a comportar les vamos a tener miedo”.

“Si me hubieran dicho que iban entrar a la casa yo les abría, pero ahí no vive nadie”, dijo una mujer de 60 años que llevaba las llaves en su mano, a ella se sumó otra señora que los señaló de asustar a su hijos porque en su casa quebraron los vidrios “ahí no vive nadie, mi paisano no me señaló a mí, por qué entraron así, mis niños están llorando, asustados”, se quejó. Ambas pidieron que se les pagaran los daños.

Los familiares de los jóvenes señalados llegaron al lugar para pedir explicaciones de la detención ya que sus hijos estaban en su casa y ahí fueron detenidos sin que les dieran una explicación.

A las 3:00 de la tarde eran ya 13 detenidos, 11 hombres entre edades de 17 a 40 años, en su mayoría jóvenes y dos mujeres la esposa y mamá de uno de los acusados por lo que tuvieron que dejar encargada a una menor.

Quien denunciara secuestro y los acusara, Martínez Ramírez se acercó a los detenidos que ya estaban en la cárcel para reclamarles su proceder. Los presuntos implicados mostraron actitudes de burla y desafío a las autoridades  comunitarias y la gente del pueblo.

Durante el operativo se observó que los pobladores se salieron a sus patios para observar las acciones de los policías comunitarios.

Causó alarma la llegada de un grupo de seis hombres que sin pedir permiso se metieron a la cancha por lo que fueron abordados por los policías y les dijeron que iban del área de Giras del gobierno del estado porque la presidenta del DIF estaría en ese lugar mañana y poco después se retiraron.

En el lugar había tensión y los policías hablaban de estar al pendiente “no nos vayan a querer agarrar aquí desprevenidos”, se escuchó decir a más de uno. (Carmen González Bencio / Tlatlauquitepec, Atlixtac).