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Brasil supera 2-1 a Uruguay y va a la final de la Copa Confederaciones

DPA

 

Belo Horizonte

 

Brasil se convirtió ayer en el primer finalista de la Copa Confederaciones, al superar por 2-1 al clásico rival Uruguay en su partido más tenso y difícil de la verdeamarela en lo que va del torneo.

La victoria sobre la celeste fue festejada como si fuera un título por los brasileños, que ahora aguardan a su rival en la lucha por el título, que saldrá del duelo entre los dos “gigantes europeos” de la Confederaciones, España e Italia, a realizarse hoy en Fortaleza.

Los goles de Fred y de Paulinho evitaron que se repitiera ayer en el estadio Mineirao el trauma del “Maracanazo” del Mundial de Brasil 1950, que revivió en Belo Horizonte cuando Edinson Cavani empató el partido que Brasil iba ganando por 1-0.

Pese a que una vez más fue impulsado por el himno nacional cantado a capella por la hinchada, Brasil no repitió ante la celeste la presión avasallante inicial de los partidos anteriores.

A los 13 minutos, durante un ataque uruguayo, el zaguero David Luiz practicó un penal sobre Diego Lugano, pero la primera ocasión celeste de salir adelante fue frustrada por el portero brasileño Julio César, quien despejó el disparo de Forlán y fue saludado con abrazos por sus compañeros y con una ovación del público.

Con la marca uruguaya cerrando espacios, Brasil enfrentaba dificultades para armar un ataque y, salvo por un tiro de larga distancia de Oscar y un remate desviado de Hulk a los 28’, apenas molestó a Fernando Muslera.

Dos minutos después, Forlán desperdició su segunda ocasión con un disparo de mediana distancia que pasó por encima del arco brasileño.

Tras esa tensa primera media hora, Brasil fue recuperando de a poco la tranquilidad y algo de su futbol, pese a que seguía lejos de ser el equipo que ganó con comodidad sus tres primeros partidos de la Copa Confederaciones.

A los 37’, Diego Godín evitó el que sería el primer gol de los anfitriones al interceptar un centro de Marcelo antes de que alcanzara al artillero Fred en posición inmejorable para marcar.

Pero Fred no perdonó la oportunidad siguiente. A los 41’, Paulinho habilitó con un pase largo a Neymar, cuyo remate a gol fue desviado por la defensa. Fred aprovechó el rebote y celebró cerca de la hinchada: “¡Acá hay garra!”, dijo luego, dirigiéndose a las cámaras de televisión.

Uruguay igualó apenas empezó el complemento. A los 48’, Cavani aprovechó un error del zaguero Thiago Silva para apoderarse del balón en el campo defensivo de Brasil y sellar el empate con un zurdazo inatajable para Julio César.

Brasil trató de recuperar terreno, primero con un tiro libre de Hulk, que Muslera despejó como si estuviera en una cancha de vóleibol, luego con un disparo de Neymar, que el portero uruguayo defendió sin demasiado esfuerzo.

Uruguay también seguía asustando, y casi volcó el marcador a los 66’ con un tiro libre de Forlán rematado de cabezazo por Luis Suárez.

Cuando una prórroga parecía ya el desenlace más probable y el fantasma de un “Mineirazo” asustaba a los más de 57 mil hinchas brasileños, brilló la estrella del centrocampista Paulinho, quien remató de cabezazo un tiro de esquina de Neymar para marcar el gol que clasificó a la canarinha a la final, justo al minuto 86.

Uruguay, a su vez, disputará el sábado el tercer puesto con el perdedor del duelo europeo entre España e Italia, pero en cualquier caso podrá celebrar el hecho de que fue hasta ahora el equipo que más hizo sufrir al poderoso Brasil.

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