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Transita la lectura del joven escritor René Rueda de la repulsa al aplauso

Óscar Ricardo Muñoz Cano

 

Con la lectura de su más reciente material y envuelto un poco en la polémica por la calidad del mismo, fue como concluyó René Rueda su participación la tarde del sábado dentro del ciclo Literatura en voz de sus autores, organizado en el Centro de Lectura Carlos Fuentes, del Centro Cultural Acapulco.

Y es que René, luego de leer su primer texto, dejó qué desear entre algunos de los asistentes, quienes cuestionaron el hecho de que su trabajo, desarrollado en un ambiente del medievo, no les conmovió ni les dejó algún mensaje a pesar de que el autor advirtió de la violencia de su trabajo.

Al respecto, el escritor oriundo de Chilpancingo argumentó que no es función de la literatura dejar mensajes, sino que cada lector debe sacar alguno de los textos, con lo que zanjó la primera crítica para dar paso a la lectura a su siguiente cuento: Mr. Reading.

En él, René dio cuenta de cómo un novelista hace de su navaja una obsesión para acabar con la vida de su mujer, acto que al final no logra realizar y por el contrario, mientras la navaja es destruida, Mr. Reading es ejecutado bajo el cargo de estulticia en primer grado.

El texto, no obstante la mejoría respecto al anterior, no logró convencer a algunos de los asistentes, en especial a Cristina Gallegos, maestra de danza que se ostentó como maestra en Letras de la UNAM, quien hizo hincapié en las descripciones exageradas de algunos sucesos en el mismo, así como la falta de contundencia narrativa.

Sin embargo, el autor no se amilanó y dio lectura al soliloquio de una loca, parte de un trabajo reciente realizado en su estancia en la Fundación para las Letras Mexicanas, y con el que entonces sí logró convencer a la audiencia y se ganó el aplauso general.

Acto seguido, su lectura dio un vuelco a una historia convencional sobre una chica de nombre Mayra, una empacadora de unos 12 ó 13 años que al paso del tiempo se convierte en una bailarina exótica y la obsesión del narrador, quien recordó cómo al pasar del tiempo no la pudo olvidar hasta que mucho tiempo después la vuelve a encontrar.

Finalmente, y en vista del éxito obtenido con el soliloquio, René regresó a él para ampliar la historia y cerrar su participación con otro aplauso.

Poco antes de su lectura, en entrevista René Rueda declaró que más que escritor “soy un narrador que escribe sobre literatura fantástica, sobre violencia, sobre horror; así también, novelas sobre la infancia, sobre momentos que ya son irrecuperables…”.

Respecto a sus primeros escritos, refirió que él empezó a escribir por impulso, “por desamores en la secundaria; era muy tímido y no podía cortejar a las chicas que me gustaban; les escribía cartas, poemas que nunca entregaba y que terminaban llenado mis cajones…”.

Actualmente, René Rueda es becario de la Fundación para las Letras Mexicanas, y se encuentra desarrollando un par de trabajos.

Al respecto dijo que “es una responsabilidad, uno tiene que comprometerse al cien por ciento por ser un espacio único en el país para desarrollarse como escritor”, concluyó.

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