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“Ridícula”, la indemnización de 16 mil pesos que recibieron, se quejan afectados

Los protagonistas del hundimiento de la embarcación Júpiter, el viernes, cerca de la isla de La Roqueta, se encontraron ayer en el hospital privado Santa Lucía para conocer los avances del estado de salud de la turista Luz María Valencia Moreno, quien sigue internada con diagnóstico grave dentro del área de terapia intensiva.

Adentro, algunos amigos y familiares de la turista comentaron que ya recibieron una indemnización por daños de 16 mil pesos por parte de los socios de la empresa Bicentenario de Caleta y Caletilla, pero argumentaron que no fue suficiente porque el monto original que exigían era de 38 mil pesos, pero que solamente les dieron 16 mil que fueron repartidos entre los 44 turistas afectados, por lo que a cada uno le tocó 365 pesos, cantidad que calificaron de ridícula.

Los turistas de Tlanepantla también se quejaron que ninguna autoridad competente de Turismo municipal o estatal se acercó para ofrecerles ayuda económica para alimentación o asesoría médica, y que solamente llegaron funcionarios a hacer muchas preguntas y recomendaciones para luego retirarse sin ofrecer apoyo de ninguna especie.

Minutos después, los socios de la empresa de paseos recreativos marinos Bicentenario de Caleta y Caletilla llegaron al hospital para solventar algunos gastos hospitalarios y para preguntar por el estado de salud de la turista, pero el médico que la atiende se negó a darles informes argumentado que solamente se los da a familiares directos.

Ante tal regla, una de las socias, Juanita Alarcón Dorantes, entabló una breve conversación con una de las familiares de la turista, quien le informó que el diagnóstico sigue siendo grave.

Afuera del hospital, en muy breve entrevista, la socia cooperativista confirmó que la empresa está solventando los gastos médicos de la turista, que siempre han mostrado disposición a ayudar en la medida de sus posibilidades, y que todo fue un lamentable accidente producto del oleaje marino.

Alarcón Dorantes lamentó el divisionismo que existe entre todos los propietarios de lanchas de recreo de Caleta y Caletilla, porque de haber existido unión gremial, se habría resuelto más rápido el problema, principalmente el de solventar los gastos de hospitalización –7 mil pesos promedio diario–, porque lo más importante es cuidar la integridad de los visitantes a estas playas.

Finalmente, reconoció la ayuda que les ha dado el comerciante Eustorgio Carbajal Morillón, conocido como Tollín, así como del dueño de la fonda Amayrani del mercado Santa Lucía. Ellos dos son los únicos que se han solidarizado en esta apremiante situación que lastima la imagen de Acapulco. (Salvador Serna).

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