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Intenta la Policía Comunitaria de Tixtla detener al alcalde en respuesta al secuestro del hijo del promotor de la CRAC

Rosalba Ramírez García

 

Chilpancingo

 

Integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) intentaron detener la madrugada de este domingo, en su casa, al alcalde perredista de Tixtla, Gustavo Alcaraz Abarca, después de que confirmaron la desaparición de Cristian Bladimir Molina Honorato, hijo del promotor de la policía comunitaria, Gonzalo Molina González.

Cristian Molina, acompañado de su novia Abilene Ibáñez Sánchez, fueron privados de su libertad la noche del sábado, cuando transitaban por la cabecera municipal de Tixtla a bordo de una camioneta de su propiedad, la hora exacta del hecho se desconoce debido a que encontraron el vehículo abandonado hasta minutos antes de la medianoche.

En la colonia El Fortín, que se sumó al sistema comunitario, Gonzalo Molina y por lo menos 30 policías más decidieron acudir a la casa del alcalde para detenerlo, porque consideraron la desaparición de los jóvenes como una represalia contra los ciudadanos organizados, por realizar una labor de seguridad pública.

Lo anterior porque han mantenido una relación ríspida con el presidente municipal, incluso el 11 de febrero pasado hubo un conato de enfrentamiento entre policías municipales y comunitarios, cuando intentaron desarmar a estos últimos cuando acudían al llamado de la autodefensa que se creó en la comunidad de El Durazno, de ese mismo municipio.

También el 19 de abril, Gonzalo Molina informó que presentaría una denuncia en la Casa de Justica de El Paraíso, en Ayutla, para pedir que les entregaran para su reeducación a los dos policías municipales que detuvieron a su compañero Leocadio Ávila Palacios y advirtieron que si el alcalde no atendía la solicitud, también lo denunciarían por encubrimiento, a quien podría detener como hicieron con sus uniformados, pero finalmente no presentaron la denuncia.

El sábado por la noche al confirmar la desaparición de los jóvenes, ambos de 18 años, decidieron detener al alcalde perredista y se dirigieron a su casa en el barrio del Santiago, que era resguardada por dos policías municipales, ahí los comunitarios tocaron la puerta y exigieron al presidente municipal que saliera.

El alcalde permaneció en su casa con su familia, mientras los integrantes de la CRAC discutían con los uniformados municipales, quienes intentaban convencerlos de que se retiraran, uno de los policías pidió refuerzos y llegaron tres de sus compañeros a bordo de una patrulla.

Tras media hora de discusión con los policías municipales, y al escuchar a través de los radios de los uniformados que al lugar se dirigían más de sus compañeros, los comunitarios decidieron detener a los cinco que ya estaban en el lugar.

Y se dirigieron a la colonia el Fortín, en el camino encontraron cenando a los únicos cinco agentes de Tránsito y también los detuvieron, junto con su patrulla, y fueron trasladados a la cancha dentro de la colonia, donde permanecieron el resto de la madrugada y el día.

En respuesta al llamado de la policía municipal, una patrulla que estaba en la comunidad de Atliaca decidió acudir a Tixtla a la casa del alcalde.

Pero al pasar por el reten de la CRAC en Acatempa, los policías comunitarios les solicitaron que bajaran la velocidad para revisarlos, pero los uniformados decidieron darse vuelta y regresar rápidamente.

Los policías comunitarios al ver la “huida” de los municipales, les gritaron que se detuvieran para revisarlos pero no hicieron caso al llamado, y al tener el antecedente de la desaparición de los jóvenes decidieron disparar son sus rifles impactando la parte trasera de la unidad, también quebraron los vidrios.

Uno de los policías, que iba en la parte trasera, respondió a tiros la agresión la agresión de los integrantes de la CRAC, pero no hubo ningún herido.

La patrulla tomó otra ruta para llegar a Tixtla, recorrió las comunidades de Apango, Xoltotitlán, Cuyitlalpan y Almolonga.

Los policías municipales y los agentes de Tránsito estuvieron todo el día en la cancha de la colonia El Fortín, durante el día dejaron a los familiares de los detenidos que pasaran a cerciorarse que estaban bien.

Los familiares solicitaron al alcalde que acudiera a hablar con los integrantes de la CRAC, pero Gustavo Alcaraz se negó en todo momento, por temor a ser detenido.

Después de las 5 de la tarde, Gonzalo Molina acudió al Ayuntamiento a hablar con el alcalde, con quien acordaron la liberación de los policías municipales a cambio de algunos acuerdos, que fueron modificados por los integrantes y representantes de la CRAC.

El alcalde se negó a acudir a El Fortín, pero en su lugar envió a su hija, la regidora Érika Alcaraz Sosa, y al secretario general del Ayuntamiento, Edilberto Vega Cantor, aproximadamente a las 7 de la noche, donde los integrantes de la CRAC plantearon nuevos puntos en su minuta.

Después de que el alcalde firmó los acuerdos, al igual que los representantes, comandantes de grupo y regionales y coordinadores de la CRAC, a las 8:30 de la noche liberaron a los policías municipales y agentes de Tránsito.

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