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El rapto es una respuesta de los delincuentes de la zona porque la CRAC detuvo a tres halcones, dice el alcalde

Rosalba Ramírez García

 

Chilpancingo

 

El alcalde perredista de Tixtla, Gustavo Alcaraz Abarca, afirmó que el gobierno municipal no tuvo nada que ver en la desaparición de Cristian Molina Honorato y Abilene Ibáñez Sánchez, el primero hijo del promotor de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), Gonzalo Molina González, y que fue una represalia del grupo delincuencial que opera en el municipio, tras la detención de tres de sus “halcones”.

Este domingo, minutos antes de las 8 de la mañana, el alcalde convocó a los reporteros en las instalaciones de barandillas en Tixtla, debido a que los policías municipales se habían resguardado ahí tras la detención que realizó la CRAC de cinco de sus compañeros, y el mismo número de agentes de Tránsito, dejando solo el Ayuntamiento.

Ahí, acompañado del director general de Seguridad Pública, Rubén Reyes Cepeda, y el secretario general Edilberto Vega Cantor, informó que durante los primeros minutos del domingo decenas de policías comunitarios irrumpieron en su casa para intentar detenerlo.

Agregó que desde que los integrantes de la CRAC llegaron a su casa, de inmediato se comunicó con el secretario general de Gobierno, Florentino Cruz Ramírez, a quien le pidió refuerzos de la Policía Estatal, lo que el funcionario se comprometió a enviar de inmediato.

Sin embargo, los elementos estatales no llegaron durante la madrugada del domingo, y fue después de las 11 de la mañana cuando empezaron a patrullar las calles de Tixtla y casi a la misma hora llegó el Ejército, a solicitud del director de Seguridad Pública.

El presidente municipal informó que llamaron también al Centro Estatal de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4); y al director de Gobernación estatal, Moisés Alcaraz Jiménez; pero nadie atendió el llamado del alcalde y el director de Seguridad Pública.

Durante la conferencia de prensa, el alcalde recibió una llamada del secretario de Gobierno, a quien reprochó que hasta ese momento no había llegado el refuerzo policiaco que solicitó desde las 12:30 de la madrugada.

En la conferencia, el alcalde afirmó que desconocía el motivo del intento de detención o “secuestro”, pero que ya en la mañana el director de Gobernación le informó de la desaparición del hijo de Gonzalo Molina y la novia de éste.

Pero deslindó al gobierno municipal y a su corporación policiaca de tener relación con el hecho, por lo que afirmó que la detención de los policías municipales y agentes de Tránsito es irregular, y pidió su liberación.

Los policías que estuvieron detenidos, por casi 20 horas en la cancha de El Fortín, son Martín Cerebro Ramírez, Prisciliano Mejía Rosario, Rosendo Morales Demetrio, Ricardo Sixto Mora de la Cruz y Ulises Sánchez Miranda; y los agentes de Tránsito Aldo Mauricio Martínez García, Jesús Manuel Nava Navarrete, Alejandro Alemán Gatica, Emanuel Jiménez Vargas y Víctor Manuel Alcaraz Morales. También detuvieron dos patrullas, la RP4 y la T01, además de cinco armas largas y una pistola.

Dijo que la irrupción de los policías comunitarios fue violenta y que duró aproximadamente media hora, durante la cual su familia “estuvo aterrada”.

Pidió la intervención del gobernador Ángel Aguirre Rivero y del gobierno federal, para definir las facultades y jurisdicción de la CRAC en Tixtla, de lo contrario advirtió que se seguirán registrando conatos de enfrentamientos.

Por su parte, el director de Seguridad Pública afirmó que desde la creación de la Policía Comunitaria en Acatempa, el 3 de febrero, han solicitado a través de oficios a la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil (SSPPC) el envío de elementos estatales, “pero no hemos tenido respuesta”.

Dijo que la Policía Municipal fue evaluada y sólo 13 uniformados no pasaron los exámenes de control y confianza, a los cuales no han liquidado porque necesitan más de 900 mil pesos.

Después, aproximadamente a las 12 del día, el alcalde se reunió con familiares de los policías y agentes detenidos, a quienes les afirmó que no tenía nada que ver en la desaparición de los dos jóvenes y les relató lo que ocurrió en su casa, cuando los integrantes de la CRAC lo intentaron detener.

Ahí les dijo que la desaparición del hijo del promotor de la CRAC, Gonzalo Molina, y su novia fue una represalia de “los malos”, dijo en referencia al grupo delincuencial que opera en el municipio.

Agregó que el hecho ocurrió por la detención de tres de sus “halcones”, aunque dijo no saber lo que significa la palabra o cuél es su tarea específica dentro de las organizaciones delincuenciales.

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