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Hablan frente a la Comverdad familiares de víctimas de la guerra sucia en Costa Chica

Misael Damián

 

Ometepec

 

Familiares de las víctimas de la guerra sucia emprendida en la década del setenta dieron su testimonio a los integrantes de la Comisión de la Verdad (Comverdad), en la cabecera en San Luis Acatlán.

Este lunes, en la Casa de la Mujer Indígena se realizó la segunda reunión de la Comisión de la Verdad para recoger los testimonios de las víctimas de la guerra sucia en Costa Chica.

Ahí, Celerina Latín Medel, de la comunidad de Tlaxcalixtlahuaca, quien fuera esposa de Leónides Mauricio Arriaga, el que junto con su hermano Adelaido fue severamente torturado en el tiempo de la guerra sucia, presentó su denuncia.

Cecilia Juárez Saavedra, de Tlaxcalixtlahuaca, hija de Irineo Juárez, dijo que su padre fue detenido el 5 de agosto de 1970, torturado salvajemente y que luego de quebrarle una pierna y un brazo, lo tiraron desde el salto de una poza de agua; y apareció muerto con sus testículos en la boca. Silvina Cruz Rosas, de Santa Cruz del Rincón, esposa de Cutberto de la Cruz Ávila, compañero de Genaro Vázquez Rojas en 1974, dijo que su esposo fue sacado por militares de su domicilio en San Francisco del Tibor, municipio de Atoyac de Álvarez y desde entonces no se sabe nada de él.

Teodoro Espinobarros, de Tlaxcalixtlahuaca, hijo de Antonio Espinobarros Herrera, declaró que su padre fue asesinado por miembros del Ejército en septiembre de 1970 cuando acudía a la agencia del Ministerio Público a rendir su declaración sobre la denuncia presentada ante la Sedena por la muerte de Irineo Juárez Castro, pero en el camino rumbo a San Luis Acatlán, “lo emboscaron y capturaron”, iba con su esposa, quien fue obligada a regresar al pueblo después de que le quemaron la boca, mientras ellos se lo llevaban al cerro de La Ardilla, en donde lo forzaron a excavar su propia tumba, lo desnucaron y lo enterraron.

Dijo que la gente del pueblo lo fue a buscar y que a los tres días lo encontraron, se lo llevaron al pueblo para enterrarlo en el camposanto.

También dieron su testimonio Santiago Vázquez Rosas y José Vázquez Rosas, ambos de San Luis Acatlán; y Florencio Bello Justo, de El Carmen.

Otro de los hechos resumidos por los que fueron a dar su testimonio, fue que en ese año, en la comunidad de Tlaxcalixtlahuaca, miembros del Ejército llegaron a la milpa del custodio, Altamirano Olivera, a quien golpearon salvajemente quebrándole tres costillas y que le exigieron que entregara al comandante Genaro Vázquez Rojas. También dijeron que Sixto Flores Vázquez junto con Marcial Flores Castro, fueron llevados durante cuatro meses al Campo Militar número uno.

Por parte de la Comverdad estuvieron Nicomedes Fuentes, Pilar Noriega, Martín Hernández, Hilda Navarrete Gorjón,  Arturo Gallegos y Andrés Rubio Saldívar, investigador en la región.

Jorge García Vázquez, fundador de la casa de la Mujer Indígena Nellys Palomo Sánchez, y organizador de la reunión, informó que previo a la reunión con los comisionados, los familiares del comandante Genaro Vázquez Rojas, ex combatientes y las víctimas, decidieron iniciar la conformación del Comité Cívico de San Luis Acatlán, que tendrá la finalidad de continuar la exigencia de justicia y los postulados del comandante, y que como un primer pronunciamiento éste comité hace un llamado a la unidad del movimiento social en la región. El que está al frente del Comité es Santiago Vázquez Rosas, que a su vez es familiar y fue colaborador muy cercano del extinto guerrillero Genaro Vázquez Rojas.

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