Bloquean vecinos la estación de Bomberos de Farallón para exigir pipas de agua

Karina Contreras

Unos 150 personas de diversas colonias de la zona poniente, encabezados por la lideresa priísta Marilú Saucedo Benítez, protestaron en el Palacio Municipal y luego bloquearon la salida de pipas de la estación de Bomberos ubicada en la avenida Farallón, para denunciar que el gobierno municipal no había cumplido la minuta firmada en la que se comprometía a darles el servicio de agua potable.

Durante la protesta en la estación de Bomberos, la dirigente priísta agredió físicamente al director de Protección Civil, Efrén Valdés, propinándole una cachetada en la mejilla derecha y gritándole: “no sea mitotero”, cuando éste hacía declaraciones a reporteros sobre la entrega de pipas y explicaba la afectación que había al no permitir la salida de las pipas y que iban a ser para ellos.

Primero, los vecinos llegaron al Palacio Municipal y se metieron aventando la puerta a la sala de Cabildo donde estaba por iniciar una reunión el secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, Manuel Malváez Rosillo, con ingenieros y arquitectos, quienes no se pararon de sus lugares a pesar de los gritos de los vecinos exigiendo agua.

La dirigente Marilú Saucedo se dirigió al funcionario municipal, a quien le aclaró que el problema no era con él.

Los inconformes permanecieron apenas unos minutos en la sala de Cabildo y se salieron para marchar hacia la estación de Bomberos de Farallón, donde se llenaban las pipas, para exigir la de ellos.

Marilú Saucedo declaró a los reporteros que la presencia de ellos en el Ayuntamiento era porque la minuta firmada por el subsecretario de Asuntos Políticos, Delfino Hernández Ortega, y el director de Gobernación, Felipe Loyo Malabar, no se cumplió.

Denunció que las pipas son para dar el servicios a los regidores, a los funcionarios, a diputados y “el pueblo que se joda”, y subrayó que el programa social de agua está completamente detenido.

Aseguró que el asunto ya reventó y que ella no protestaba por partidos políticos sino porque quieren agua para los comités que tienen formados desde hace 22 años, que no se vale que se haya quitado el programa de pipas de tajo.

Saucedo Benítez acusó a Walton Aburto de no tener sensibilidad para atender el problema y que por eso tienen que gritar porque “no nos atiende nadie, la minuta les valió gorro, nada más fue para que nos saliéramos del Ayuntamiento, el servicio no se lo están dando a la gente pobre, los funcionarios se burlaron de la gente”.

A las 12:30 de la tarde los vecinos abandonaron el Palacio Municipal y ocuparon el carril de la avenida Cuauhtémoc, con sentido a la Garita, para marchar con dirección a la garza ubicada en Bomberos y durante toda la caminata gritaron: “Queremos agua, queremos agua” y “Fuera Walton”. Llevaban en lo alto las pancartas en donde se leía: “Walton si no puedes vete a un lado. Atte. Acapulco pobre”; “Acapulco puede dejarnos sin agua”; “Walton queremos agua”; “¿porqué quitas las pipas si no das solución al agua potable” y “Colonia Paraíso Escondido tenemos tres meses sin agua, queremos pipas”.

Luego los manifestantes bajaron por la avenida Universidad y se encontraron una pipa a la que pararon y querían llevársela a su colonia, pero el conductor les explicó que iba vacía, que la llevaba al taller.

Los inconformes siguieron hasta la estación de Bomberos y se dirigieron a la mesa donde se anota la gente para las pipas, y ahí la dirigente sacó un fajo de hojas y dijo eran los comités de las colonias e iban por sus pipas.

La negociación la encabezó el asesor de la Secretaría General del Ayuntamiento, César de los Santos Mendoza, y el director de Gobernación, Felipe Loyo Malabar, quienes les ofrecían tres pipas, pero Marilú les dijo que esas no alcanzaban y que querían cinco y que fuera servicio permanente.

La negociación no prosperó y los vecinos bloquearon con vehículos la entrada de la estación de Bomberos para que no saliera ninguna pipa.

Luego los inconformes marcharon a la glorieta de La Diana para llevar a cabo un bloqueo por unos minutos y regresaron a la estación, donde permanecieron un par de horas más.