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Justicia, exigen a Aguirre familiares de los adolescentes asesinados en Coyuca de Benítez

Mariana Labastida

 

Familiares de los ocho adolescentes y jóvenes asesinados el jueves pasado cerca de Coyuca de Benítez encararon ayer al gobernador Angel Aguirre, a quien le exigieron justicia por el múltiple crimen.

El gobernador visitó ayer Coyuca de Benítez a una reunión con la secretaria federal de Desarrollo Social, Rosario Robles, que se realizó en el salón de fiestas Pinocho, y al final, ante la presencia de los familiares de las ocho víctimas, accedió a hablar con ellos de manera breve.

Ahí, Aguirre Rivero lamentó el suceso, les aseguró que habrá justicia en el caso y que cuentan con su apoyo, “ustedes no están solas, cuenten con todo el apoyo del gobernador del estado”, dijo a las madres.

Esto luego de que familiares ingresaron al lugar donde se encontraba el gobernador, por lo que les ofrecieron una reunión con Aguirre Rivero hoy a las 12 del día en Acapulco y les dieron dinero, dijo la madrina de uno de los adolescentes acribillados, María de los Ángeles Ramírez Balanzar.

De las investigaciones del asesinato de los ocho adolescentes y jóvenes de Coyuca de Benítez, Aguirre Rivero manifestó que para la reunión de hoy con los familiares requerirá al procurador de justicia del estado, Iñaki Blanco Cabrera, para que dé un informe de los avances del caso, “por demás muy condenable”.

A pregunta expresa de un reportero sobre si se ampliará la Operación Guerrero Seguro en Coyuca de Benítez, el gobernador afirmó que ya había mayor presencia del Ejército, Marina y policía estatal y que permanecerá el tiempo necesario para que la gente tenga tranquilidad.

 

Familiares exigen justicia

 

Los familiares de cuatro de los ocho adolescentes y jóvenes asesinados el pasado domingo llegaron al salón donde se realizaba la reunión del gobernador con Rosario Robles, para exigir justicia y “apoyos” económicos para los funerales de cada familia.

También exigieron un mejor trato de los policías preventivos municipales y del Ejército, el cual dijeron sólo entra a las colonias a agarrar jóvenes para golpearlos e irlos a tirar al río.

Hasta el salón de fiestas Pinocho llegaron los familiares de Jorge Luis Ramírez Mora, su hermano Alejandro Ramírez Mora; de Ángel Galeana Mayo, su tío Vicente Flores Galeana; de Osvaldo Rodríguez García, su papá Feliciano García; de Agustín Lumber Parra, su mamá Patricia Parra, y la mamá de José Alexis y Jorge Alberto Sánchez Chávez, de quien no se pudo conocer su nombre.

“Yo quiero justicia, que se haga justicia, que no quede impune su muerte, él era menor de edad, yo quiero un chingo a mi carnalito, lo único que quiero es justicia, todos queremos eso”, exigió Alejandro Ramírez Mora, de 17 años, hermano de Jorge Luis Ramírez Mora de 14 años.

Dijo que ambos eran panaderos y tuvieron que dejar la escuela para trabajar, que su hermano estudió sólo la primaria para empezar a trabajar y colaborar con los gastos, ya que eran siete hermanos en total, tres hombres y cuatro mujeres.

“Ya estamos cansados de cada semana, cada mes estamos recogiendo gente en las huertas, nosotros somos gente que vamos a buscar un coco a las huertas porque somos pobres y encontramos la muerte, lo hacemos porque no hay trabajo”, dijo Vicente Flores Galeana, tío de Ángel Galeana Mayo, de 14 años, quien dijo que junto con los otros ejecutados habían ido al río a bañarse.

“No es justo que a una criatura le hicieran eso”, reprochó la abuela de Ángel, quien exigió que “se haga algo, porque así van a estar siguiendo y todos vamos a perder a nuestros hijos”.

El padre de Osvaldo Rodríguez García, Feliciano García, pidió ayuda porque son pobres; él veló a su hijo en la casa de una de sus vecinas, al igual que otra familia, debido a las condiciones precarias en las que viven.

“¿Por qué le quitaron la vida?”, preguntó la madre de Agustín Lumber Parra; “es injusto que estén matando a los niños”, reprochó otro familiar, quien dijo que de las diversiones que hay en Coyuca una es ir al río, y ahora no van a poder hacerlo con tranquilidad; “que nos pongan más seguridad porque no hay”, exigió una de las acompañantes de los dolientes.

María de los Ángeles Ramírez Balanzar expuso que aparte de justicia piden apoyo para solventar los gastos funerarios, “que se nos apoye económicamente, porque desgraciadamente son gente muy humilde que no tiene el dinero para hacer todo ese movimiento”, así como que se capacite a la policía municipal para que sepan cómo tratar a la gente luego de haber agredido a familiares el jueves.

También solicitó que el Ejército entre a las colonias a hacer su trabajo, “porque en lugar de cuidarnos agarraban a los jóvenes y los van a tirar al río”, dijo.

De la versión de los hechos dada a conocer por la Procuraduría General de Justicia del Estado, que en el lugar donde se encontraban los adolescentes y jóvenes encontraron “vestigios de solventes”, el padre de José Ángel Galeana Mayo, Ángel Galena Romero, dijo que él no sabría explicar porqué se dijo eso, sin embargo consideró que se debe acabar con el que vende, no con quien consume.

“Si se drogaban hay que acabar con el que vende, pero no con quien lo consume, hay que matar a los que están haciendo el vicio a los jóvenes”, dijo, y reprochó que las autoridades no se interesen en la creación de centros de apoyo y atención a los jóvenes, “si tuviera vicio no es para matarlo, quieren limpiar con los que se drogan”.

El primero en atender a los familiares fue el secretario particular del gobernador, Everardo García, quien les dijo que “primero van a tener la justicia que están solicitando y el apoyo del gobierno para atender las necesidades de estas lamentables pérdidas”; después hizo una lista para que ingresaran al salón donde se encontraba el gobernador un familiar de cada joven asesinado.

La última en entrar al salón fue la madre de los hermanos de José Alexis y Jorge Alberto Sánchez Chávez, de 12 y 13 años de edad, la cual se supo es viuda, pues hace dos años mataron a su esposo que trabajaba como conductor de una combi pasajera de la ruta Aguas Blancas.

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