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Hay temor entre vecinos y comerciantes cercanos a la unidad Las Gaviotas tras el nuevo ataque

Carlos Moreno A.

 

 

Temor y zozobra manifestaron los vecinos y trabajadores de comercios cercanos a la unidad habitacional Las Gaviotas, luego de que hombres armados atacaron, por segunda ocasión, la caseta de vigilancia el sábado, donde hubo tres personas muertas, una de ellas una mujer.

Los choferes de los taxis colectivos que hacen sitio en la entrada a la unidad habitacional Luis Donaldo Colosio continúan sin ingresar a ese lugar desde el primer ataque, el pasado 17 de junio, “ hasta nueva orden”, dijeron.

Los afectados por los ataques siguen siendo los vecinos que tienen sus residencias en esas unidades habitacionales, que omitieron sus nombres por temor a represalias, pero externaron temor y zozobra por la inseguridad.

“No podemos ni pasar tranquilamente hacia nuestras casas porque tenemos que ver a los lados si alguien está ahí, de verdad es un temor muy grande”, indicó un vecino que acudió a comprar a una tienda de conveniencia.

Ayer, la caseta de vigilancia de Las Gaviotas tenía sus puertas abiertas pero no había guardias, además los dos portones, de unos 4 metros de largo que dan acceso y salida, estaban abiertos.

Tampoco había choferes ni taxis colectivos haciendo sitio dentro, como estaban el sábado, quienes eran lo únicos que tenían acceso al conjunto residencial para llevar a los vecinos sus viviendas.

En los conjuntos habitacionales aledaños, como La Marquesa, Las Garzas y Joyas del Marqués sí había guardias de seguridad.

En el camino que va a dar al poblado de Llano Largo no había patrullajes de la Policía Federal ni del Ejército.

Lo anterior a pesar de que el sábado ocurrió un segundo ataque a la unidad Las Gaviotas, donde resultaron muertos dos guardias de seguridad, uno de ellos mujer, y un plomero.

Para ir a las unidades habitacionales los vecinos tienen que abordar un taxi o una combi que les cobran 10 y 5 pesos respectivamente, que se ubican en la entrada a la Colosio, a un costado de Multiplaza Las Palmas, y sólo los dejan afuera de los conjuntos residenciales.

Los choferes de los taxis de la ruta y que circulan por Llano Largo dejaron de ingresar a los fraccionamientos La Marquesa y Las Gaviotas desde el pasado 18 de junio, un día después que se registró el primer ataque al conjunto habitacional.

De acuerdo con los taxistas será hasta “nueva orden” cuando regresen de nuevo a la ruta, mientras que los vecinos  que no tienen automóvil y entran a trabajar por la mañana o los que regresan por la noche deben de caminar más de un kilómetro desde la entrada del fraccionamiento referido para llegar a sus casas.

Taxistas consultados, que prefirieron omitir sus nombres, manifestaron temor por la situación de inseguridad que hay en la zona.

El sábado hubo un segundo ataque contra la caseta de vigilancia de Las Gaviotas, donde dos hombres y una mujer fueron asesinados.

El pasado 13 de junio, el líder de taxistas de la ruta de Llano Largo, Enrique Tinoco Juárez, fue asesinado y abandonado en un camino de terracería del poblado de Llano Largo, antes de llegar al fraccionamiento La Ceiba.

El 17 de junio, dos guardias de la empresa Segurimax fueron asesinados y uno más quedo herido en la entrada del fraccionamiento Las Gaviotas.

Un día después, el 18 de junio, la dueña del restaurante La Fogata, ubicado en la Colosio, Rubí Cristina Ortiz Cisneros, fue asesinada a golpes y hallada en un camino de terracería cerca del fraccionamiento La Ceiba, atrás del centro comercial Plaza Sendero.

 

La mujer muerta en las Gaviotas también era guardia

 

Los guardias Tomás Bernal Sosa, de 28 años y Citlaly Santiago García, de 23 años, fueron dos de los asesinados en el segundo ataque a la caseta de vigilancia en la unidad habitacional Las Gaviotas el sábado.

De acuerdo con el informe de la PGJE, Santiago García era alumna del Cetis 116 y portaba una playera de la institución. Trabajaba como vigilante.

La tercera persona muerta fue Ángel Salazar Calleja, de 30 años, plomero y quien murió en el hospital por heridas en el tórax en el mismo ataque.

Los familiares acudieron ayer a identificar el cuerpo al Servicio Médico Forense e informaron que desconocían el motivo de la agresión.

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