Desaloja la autodefensa a los taxistas que bloqueaban las calles de San Marcos

Redacción

San Marcos

Por tercer día consecutivo, transportistas de la ruta número uno de San Marcos tomaron ayer las calles principales de la cabecera municipal desde las 8 de la mañana, puesto que el alcalde Gustavo Villanueva Barrera los dejó plantados la noche del martes, cuando les prometió una reunión para llegar a un acuerdo respecto al conflicto con el sitio de taxis de Las Vigas.

Aproximadamente a las 10 de la mañana, agentes del Sistema de Seguridad Ciudadana (SSC) llegaron de manera ordenada y les solicitaron que retiraran sus vehículos de las calles que estaban obstruyendo.

Los policías de la autodefensa, a cargo del comandante Carlos González Olivar, intentaron dialogar con los taxistas para liberar las calles de Nicolás Bravo y Montes de Oca, pero estos se negaron y comenzaron a insultarlos; después de media hora de discusión los manifestantes aceptaron liberar las calles, pero se colocaron sobre la calle Ignacio Zaragoza, frente al Ayuntamiento.

Primero se rumoró que el presidente municipal había solicitado la ayuda de la autodefensa para retirar a los quejosos, pero se desmintió porque los mismos integrantes del SSC dijeron en entrevista que la petición la hicieron los comerciantes y otros transportistas que estaban eran afectados por el conflicto.

La comerciante Lucía Hernández Trani, aseguró que ya eran días difíciles de trabajar, puesto que la gente comenzó a dejar de visitar el mercado sobre ruedas, y si las ventas estaban a la baja, en estos dos últimos días ya no se vendía nada.

Vicente Ramos Herrera, chofer de una alimentadora argumentó que el pasaje escaseó y que ellos se vieron afectados también porque deben de entregar diariamente sus cuentas de 400 pesos, “el patrón no espera y no le importa si hay o no una manifestación, el quiere su cuenta y nada más”, puntualizó.

Los líderes transportistas dijeron que de no ser atendidos por el presidente municipal a primera hora de hoy jueves, tomaran el Ayuntamiento como forma de presión para terminar con el conflicto.