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Reflexionan sobre la necesidad de conservar los encuentros literarios independientes

Óscar Ricardo Muñoz Cano

 

Con una llamado a no perder de vista la organización de encuentros literarios, a la independencia de los mismos y a buscar la desentralización de los eventos culturales, fue como concluyó la charla entre el poeta y gestor cultural Antonio Salinas, y el colaborador de El Sur Humberto Aburto Parra, quienes en los últimos años han llevado la batuta en el tema.

El acto, realizado en la sala de lectura Carlos Fuentes, del Centro Cultural Acapulco, y tras las presentaciones de rigor, tocó el turno de Humberto para narrar cómo inició el primer encuentro literario ya de forma organizada.

“El desarrollo de la cultura era una cosa desastrosa, estoy hablando de 1987 u 88, y realmente no había actividad y el entonces Instituto Guerrerense de la Cultura era nada, en algunas ocasiones había una que otra exposición, pero eran generalmente de amigas o amigos de Marisela Ruiz Massieu, que era la directora, pero no había una actividad cultural sostenida en el puerto”.

En ese panorama desolador, dijo Humberto, nació el Encuentro Estatal de Escritores El sur existe…a pesar de todo, a partir de un grupo de jóvenes estudiantes de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) y nació como una necesidad.

“Nosotros decidimos pisar callos y le dimos continuidad a un proyecto de periódico mural llamado La cortina de nopal, que hacía el entonces joven Aurelio Peláez. Él dejo de hacerlo y nosotros decidimos seguir adelante, sin ser un grupo político, con los proyectos que entonces desembocaron en un primer encuentro de escritores”.

Al respecto, dijo que su objetivo era simplemente reunir estudiantes identificados con la literatura, para conocerse e intercambiar ideas; “fue precisamente en aquí en la casa de la Cultura, con ayuda de un compañero estudiante, y nos sorprendió el lleno que logramos…”.

El sur existe…a pesar de todo duró 18 años, siendo el último en 2007; “nosotros llegamos al límite de nuestra fuerza pues el encuentro fue creciendo, al grado de que llegó gente de todo el país y el peso de la organización era tremendo…”.

A la distancia, y a pregunta expresa, Humberto Aburto afirmó que no sembraron en el desierto, “si bien no creo que el encuentro haya sido la gran contribución, el esfuerzo que se hizo fue debido a que había una necesidad. Sí, recibimos muchas críticas en su momento, q por la falta de filtros y lo disparejo del nivel, pero son necesarios pues aún hay sectores que están olvidados”.

Al respecto abundó: “la periferia, el área rural de Acapulco está en el abandono, por lo que creo que persiste la necesidad de fomentar estos encuentros pero descentralizados…”.

En su oportunidad, Antonio Salinas no perdió la oportunidad de mostrar su admiración por la resistencia de El sur existe…a pesar de todo, de quienes agregó que era admirable la forma en cómo conseguían apoyos sin la necesidad de gestionar recursos ante las autoridades entonces apáticas.

En entrevista, dijo que a pesar de las dificultades por las que pasa para organizar el Encuentro de jóvenes escritores, “ahora es diferente, a mí, si bien me tocó al principio padecer la falta de apoyos, el encuentro ya cuenta con nombre y filtros y el que participa ya debe tener algo qué ofrecer…”.

Durante su participación recordó que después de la experiencia anterior, el Encuentro de jóvenes escritores se creó con la necesidad de generar lazos de amistad con los escritores de fuera, “más allá de reverenciarlos y verlos en un pedestal” y terminar con el localismo literario.

Recordó que al realizarlo, allá por el año 2008, “vimos que no había mucha diferencia entre lo que estaban produciendo los foráneos con lo que se hacía en Guerrero”. Agregó que lo que hacía falta eran espacios para ese desarrollo.

Asimismo, dijo que la historia de los encuentros literarios tiene que ver con la historia de la literatura en Guerrero, “nosotros no tenemos un antecedente más allá de José Agustín o Luis Zapata, y ninguno de los dos ha hecho nada por la literatura”, aclarando que “tampoco lo tienen que hacer, pero lo ideal era que ambos tuvieron posibilidades para poder ayudar, hacer talleres, y facilitar las cosas…”.

Antonio Salinas hizo hincapié en el hecho de que si bien actualmente hay encuentros incluso organizados por las mismas instancias culturales de los gobiernos, éstos deben permanecer independientes pues uno nunca sabe cómo van a actuar con cada cambio de administración.

“Aplaudo estos esfuerzos que harían pensar en que ya no tendría sentido un encuentro independiente, pero a mi juicio, deben ser independientes para permitir la atención a las necesidades de los creadores”, concluyó.

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