Festeja la Sedena a 300 mujeres en la milicia de Guerrero; en el Ejército son 7 por ciento

Karla Galarce Sosa

La combinación del papel de madres de familia, esposas, hijas, compañeras de trabajo y el de profesionistas son el común denominador de las aproximadamente 300 mujeres en activo en puestos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en Guerrero, que ocupan cargos administrativos y de servicios.
Durante el desayuno organizado para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, al que acudieron también las familias de los oficiales, mujeres al servicio de la milicia reconocieron que la institución les ha brindado la posibilidad de desarrollarse de manera profesional; mientras que familiares de los oficiales aceptaron que las condiciones de inseguridad en la entidad, más que temor ha fomentado la unión para protegerse entre sí.
En la mesa presidida por la esposa del general Guillermo Moreno Serrano, la señora Nancy Villarreal Labín, las integrantes del Ejército aseguraron que en esa institución las obligaciones laborales y los beneficios en cargos de autoridad y responsabilidades son equitativos entre hombres y mujeres.
Las soldadas coincidieron en que la combinación de ser madres y desempeñarse en algún cargo al interior de las Fuerzas Armadas es difícil, sin embargo mencionaron que la disciplina inculcada en el Ejército les ha ayudado a organizar sus tiempos en actividades.
Las siguientes son entrevistas a tres mujeres al servicio del Ejército.

Violeta

Con 23 años, la subteniente intendente Anahís Violeta Gómez Torres, es egresada de la primera generación femenil del Colegio Militar y es la única en su familia con un trabajo en la milicia, “todos los demás son de procedencia civil”.
Explicó que su interés para ingresar radicó en la disciplina y las tradiciones que el Colegio tiene. Contó que el año en que terminó su bachillerato coincidió con la apertura que el régimen castrense hizo para la formación de mujeres en ese plantel militar en 2007.
Como ella, egresaron una decena de féminas de un total de 15 al Colegio Militar. “Al inicio sí fue un poco difícil primero a la vida militar y luego a convivir con más hombres de lo normal”, expuso Gómez Torres, quien respondió que al tratarse de la primera generación de mujeres formadas en esa institución, fueron rechazadas por los hombres.
“Nos tuvimos que acoplar a ese ritmo de vida y tuvimos que ser más rápidas, pero hasta nuestro cuerpo se acopló más; también para nuestros compañeros fue raro para ellos también como a nosotras”, explicó.
Violeta cursó cuatro años la carrera en Ciencias Militares y se graduó en la especialidad de intendencia, área encargada de proporcionar alimentación a los batallones.
Respondió que su interés como mujer primero es continuar con su carrera en la milicia, seguir estudiando y ascender, posteriormente hallar un balance con su vida personal y establecer una familia.

Margarita

La capitán primero psicóloga Blanca Margarita Añorve Bórquez es acapulqueña y estudió su carreta en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Lleva 19 años y cinco meses en la milicia.
Ingresó cuando tenía 30 años. A diferencia de Violeta, Margarita es hermana de dos médicos militares.
Contó con otras opciones de trabajo antes de enrolarse en la milicia y ofrecer terapias grupales a los soldados.
“Entré a dar terapias en pacientes que perdieron una extremidad y me especialicé en terapia de grupos en 1992, venía de ser maestra de educación especial en la SEP, pero me llamó la atención trabajar en grupos y hubo una buena oportunidad”, explicó.
Como las demás mujeres que se interesan por comenzar una carrera militar, recibió un curso básico de adiestramiento en el cual conoció la legislación y los reglamentos militares; las armas y a marchar.
“Muchas que entramos supusimos que estaríamos aquí unos dos años, pero te va enamorando el medio, la disciplina, la limpieza de las instalaciones que en ningún lugar tiene. Me pagan por hacer lo que quiero”.
A decir de Margarita, una vez teniendo un grado militar, se tiene también el respeto de los soldados. Ahora, además de sus obligaciones en la vida militar, realiza estudios en psicología clínica.
Respondió que la mayor dificultad a la que se enfrentó fue a la Fuerza de la tarea arcoiris, campaña emprendida por el Ejército contra el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en Chiapas, en la que participó dos meses.
“Fuimos a dar apoyo psicológico a los compañeros que iban por un mes y se quedaron allá un año”.

Julia

La cabo auxiliar en contabilidad, Julia Pineda Román con 3 meses y dos semanas en la milicia.
“Yo desde los 18 intenté ingresar al colegio, pero ahora tuve ésta oportunidad. Sí hay un cambio en tu vida porque estudié una carrera en lo civil, aprendí mucho de nuestra institución
26 años, estudió contaduría en el Instituto Tecnológico y es originaria de Zirándaro.
“Aquí nos respetan mucho y sobre todo por el grado militar, los salarios son los mismos, seas hombre o mujer”, respondió.

Nancy

Nancy Villarreal Labín no es militar, sin embargo es hija de un militar, esposa del general Guillermo Moreno; y tiene una hija con el rango de teniente.
Dice que se adaptan a los lugares a donde las llevan para que sus esposos tengan un ambiente “cordial y puedan desempeñar sus labores”.
Destacó que el de la milicia es un estilo de vida diferente pero que les enorgullece muchísimo. “Me enorgullece mucho ser parte de la familia militar”, dijo rodeada de oficiales femeninas que integraron el presídium instalado en un hangar de la base aérea.
El comandante de la IX Región Militar, Guillermo Moreno Serrano comentó antes que la presencia de las mujeres es de apenas un 7 por ciento entre los integrantes del Ejército, aunque reconoció la labor de las mujeres entre sus filas.
“A las damas militares que voluntariamente desearon e ingresaron al Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, un verdadero reconocimiento a su valor, su entusiasmo, a su deseo de servir a la sociedad mexicana. En el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos están abiertas la mayoría de las puertas, que antes estaban muy cerrados y cada vez se van a seguir abriendo para que el personal tenga una participación directa en toda actividad militar”, indicó el general.