El gobierno no investiga seriamente el paradero de Eva y Marcial: Tlachinollan

Rosendo Betancourt Radilla

Chilpancingo

El gobierno del estado y el federal han traicionado la confianza que pusieron en ellos los familiares de los campesinos ecologistas Eva Alarcón Ortiz y Marcial Bautista Valle, pues a más de un mes de su desaparición forzosa no se han hecho investigaciones serias y profesionales para dar con su paradero, denunció el defensor de los derechos humanos Abel Barrera Hernández.
A 33 días de los hechos ocurridos en la madrugada del 7 de di-ciembre cerca de Tecpan, el director del Centro de Derechos Huma-nos de La Montaña, Tlachinollan, recuerda que la hija y el esposo de Eva, Coral Rojas Alarcón y Pedro Rojas Félix, con la hija de Marcial, Victoria Bautista Bueno, han confiado plenamente en las autoridades  estatales y federales para que presenten a los desaparecidos “pero las expectativas para ubicarlos son nulas”.
Entrevistado vía telefónica, aseguró que en la investigación no se han seguido las líneas que han planteado los familiares que se enteraron por testigos que pudieran estar involucradas corporaciones policiacas del estado y el Ejército y esto pone en entredicho la confianza que los civiles pueden tenerle a las autoridades porque no se investiga a las fuerzas armadas.
Por eso, asegura que hay dilación y falta de profesionalismo en las investigaciones “han defraudado a los familiares, ellos ya tienen una experiencia desastrosa pues están en constantes reuniones con el Consejo de Seguridad (que integra a policías estatales, federales, marinos, agentes de la Procura-duría General de la República y el Ejército) y no hay resultados”.
A su vez, recuerda, Eva y Marcial habían impulsado una campaña de denuncia, mucho tiempo antes de que fueran detenidos-desaparecidos, en la cual daban cuenta de la descomposición en materia de seguridad que sufría la sierra de Petatlán, habían exigido la presencia de policías y el Ejército para que se diera protección a la población y que se investigaran asesinatos a manos de sicarios que operan en la zona.
También dieron cuenta de manera oportuna de que eran constantemente amenazados de muerte, sostuvieron reuniones con el entonces procurador Alberto López Rosas y le exigieron seguridad, pero a pesar de esto ahora están desaparecidos.
“Es lamentable que las autoridades no den pistas, que ni siquiera den a conocer las causas de su desaparición, sólo se demuestra que no hay claridad ni compromiso ”, reclamó.
Si los familiares han confiado de manera plena en las autoridades y no hay resultados, ¿qué les queda hacer?, se le preguntó al defensor de derechos humanos.
Indicó que las autoridades al agotar la paciencia de los familiares los han empujado a buscar la intervención de organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales, pues el trabajo de Eva y Marcial está conectado con redes de ecologistas en todo el mundo.
Por eso, acercarse a organismos internacionales puede generar la presión necesaria hacia el Estado mexicano para que se dé a la brevedad su localización.

No es un caso aislado

Recordó que éste no es un caso aislado sino un patrón de conducta en la desaparición de defensores de derechos humanos y ecologistas en Guerrero, tal como sucedió el 13 de febrero de 2009 con los dirigentes mixtecos Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas cuando tres hombres armados que se identificaron como policías ingresaron en una ceremonia pública donde se encontraban y se los llevaron a la fuerza.
De los dirigentes de la Organización para el Futuro del Pueblo Mixteco Na Savi (OFPM) se supo siete días después de su desaparición cuando aparecieron muertos con huellas de tortura y  no se ha hecho justicia en el caso.