Alargan hoteles de Acapulco las horas de uso de albercas para divertir a los niños turistas

*De 8 de la noche que era el cierre de esa zona recreativa, ahora se ofrece el servicio hasta las 10, según se observó en una visita a las hospederías Playa Suites, Calinda y Malibú

Salvador Serna

De forma innovadora, algunos hoteles de la zona Dorada están alargando los horarios de uso de piscina para que sus huéspedes, especialmente los niños, la disfruten.
Normalmente el servicio de piscinas se cierra a las 8 de la noche, pero en esta temporada veraniega las empresas hoteleras han decidido innovar por su cuenta para aumentar las horas de diversión y esparcimiento para sus huéspedes nacionales, de las 7 de la mañna a las 10 de la noche.
Y es que en el verano acapulqueño, el clima cambia constantemente. Hay días enteros en que el calor es insoportable, hay otros en que está completamente nublado y más como ayer, que una parte del día estuvo a pleno sol y después de las 5 de la tarde el cielo se nubló por completo.
Así las cosas, primero en la alberca del hotel Playa Suites, después de las 10:30 de la mañana la chiquillada turística se lanzó con todo al agua clorada y comenzó la fiesta acuática con las clásicas chapoteadas y los bucitos bajo el agua.
Pasando el mediodía, en dicha hospedería comenzaron las actividades recreativas donde dos animadoras y un asistente de relaciones públicas invitaron a los niños a bailar dentro del agua para darle un premio al infante más zambullidor.
Después de este concurso, algunos niños y niñas fueron llevados por sus padres a la franja de playa El Morro, donde los prestadores de servicios acuáticos, en un gesto de nobleza y camaradería, les regalaron un paseo en la tradicional banana gigante para que terminaran de despabilarse lo que causo gran algarabía entre los chiquitines.

Otros hoteles se suman a la innovación

Por supuesto, en otras hospederías también se replica la sorpresiva innovación de que los huéspedes pueden disfrutar de una buena albercada hasta las 10 de la noche.
Por ejemplo, ayer por la tarde en las piscinas del hotel Calinda y Acapulco Malibú el número de infantes rebasaba al de los adultos, por lo que el ambiente en el lugar asemejaba más a una fiesta infantil que al de un hotel.
Dotados de todo tipo de inflables como flotadores, delfines, ballenas, salvavidas, llantas, etcétera, las chavitas y chavitos daban rienda suelta a su inocente alegría, y lo mejor de lo mejor, trabando nuevas amistades que por tratarse de vacaciones siempre resultan inolvidables, porque en los niños se teje un lazo de fraternidad mucho más puro y transparente que en los adultos.
Las niñas y niños también concursaban. Los tradicionales clavados no faltaron y había de todo tipo de variedad: Los niños se tiraban parados, de panzazo, de espaldas, tapándose las narices y en ocasiones, los ojos cerrados.
Claro que las tradicionales alegatas entre los pequeñuelos no podían faltar, pero no pasaban de simples confusiones y algunas recomendaciones de cómo nadar, bucear, aguantar la respiración por 5 segundos y las infaltables preguntas de cómo te llamas y cuántos años tienes.
Entre los infantes varones hubo aquellos que sacaron sus pistolas, pivotes y tubos de agua para molestar a otros niños, e inclusive adultos, que siempre eran pillados por la espalda y cuando volteaban pues el chorro de agua les daba con todo en la cara y cabeza, provocando las carcajadas de los demás turistas presentes, que nadaban a un lado o estaban acostados en los camastros.
Al final de cuentas, el sol se ocultó y en punto de las 8 de la noche cayó la noche y algunos infantes se retiraron de la piscina y otros se quedaron a disfrutar un par de horas más de sana diversión con agua clorada.