Más de un millar de personas pide la dimisión de Rajoy junto a la sede del PP

DPA

Madrid

Más de un millar de personas se concentró ayer en las inmediaciones de la sede central del Partido Popular (PP), en Madrid, exigiendo la dimisión del gobierno de Mariano Rajoy por el escándalo de una presunta financiación irregular de la formación que tiene en el centro a su ex tesorero Luis Bárcenas.
“¡Dimisión, dimisión!” y “¡Manos arriba, esto es un atraco!” fueron dos de las consignas coreadas por los manifestantes en los alrededores de la céntrica calle Génova de Madrid, junto al “No nos representan” que hizo famoso el movimiento de los indignados.
La sede del PP fue blindada por las fuerzas de seguridad.
La concentración la convocaron a través de las redes sociales diversas plataformas agrupadas en el movimiento 15-M bajo el nombre de “Barbacoa de chorizos”, haciendo un juego de palabras con uno de los términos que se utiliza en España para referirse a los ladrones.
La protesta se inició a última hora de la tarde bajo un fuerte dispositivo policial y entrada ya la noche, unos 300 manifestantes se dirigían hacia la Puerta del Sol para intentar continuar allí manifestándose. A su paso, cortaron parte de la Gran Vía, una de las arterias del centro de la capital española.
Las protestas contra el PP y el gobierno de Rajoy se concentraron en más de 30 ciudades de España. Entre ellas Barcelona y Valencia. En esta última, y según medios españoles, se produjeron cargas policiales y detenciones.
El PP se ha visto fuertemente golpeado por las revelaciones de su ex tesorero. Bárcenas, en prisión preventiva incondicional, admitió el lunes ante la Justicia que el PP se financió ilegalmente durante 20 años y que miembros de su cúpula, entre ellos el propio Rajoy, cobraron sobresueldos en dinero negro.
Por otro lado, dos cooperantes españolas de Médicos sin Fronteras (MSF) secuestradas en octubre de 2011 en Kenia fueron liberadas, según informó ayer la organización humanitaria.
Montserrat Serra, de 40 años, y Blanca Thiebaut, de 30, están “en buen estado de salud” tras un año y nueve meses de cautiverio, indicó MSF, que aseguró estar trabajando “firmemente para que el regreso de las cooperantes a sus hogares se produzca cuanto antes”.