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Pide el arzobispo actitud de diálogo a los involucrados en el caso Ayotzinapa

Mariana Labastida

El arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, llamó a los involucrados en el conflicto con los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, para aprovechar la oportunidad que da el tema para ir trabajando en la construcción de la paz y que en espera del informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) haya una actitud de diálogo, compromiso y esfuerzo para resolver el problema.
En cuanto a la petición que se ha hecho en actos de apoyo al gobernador Ángel Aguirre Rivero, de cerrar la escuela, dijo que no es el momento para tomar una postura al respecto.
Consultado en relación a la información previa de la CNDH, donde según ya se conoce a los funcionarios responsables del desalojo de los normalistas –el pasado 12 de diciembre, en donde fallecieron dos jóvenes y posteriormente el empleado de una gasolinera, a consecuencia de las heridas provocadas por la explosión de una de las bombas–, el prelado católico dijo que lo importantes es esperar que se tengan los datos concretos de las investigaciones.
Mientras eso ocurre, dijo, “ojalá todos en la sociedad podamos ir haciendo una colaboración y participación para que este tema de Ayotzinapa sea una oportunidad, para que se construya la paz en torno a Guerrero y todos los que están involucrados en el tema”.
Insistió en que no conoce los datos dados a conocer por la Comisión, pero que si así “lo expresan, tendrán sus razones para exponer lo que están diciendo” e hizo un llamado para que todos los involucrados puedan estar en actitud de diálogo, compromiso y esfuerzo para construir la paz, “más que estar suscitando o estando en las controversias, se pueda ir encontrando un camino conjunto”.
Ante la petición de que se cierre de la normal, que han hecho diferentes grupos sociales, Garfias Merlos se limitó a decir que “no es el momento para tomar una postura, pasadas las situaciones que se están viviendo podrán tenerse los estudios necesarios”.
En su comunicado dominical, el arzobispo se refirió a la jornada diocesana de la paz, en la cual se está llamando a todos los bautizados a unirse en la fe y trabajar para constrir la paz, ya que “no podemos permitir la indiferencia o la pasividad ante la violencia y la inseguridad que padecemos”, dijo el sacerdote.
Expuso que el saldo de la violencia durante el 2011 colocó a Guerrero en el segundo lugar nacional en el número de asesinatos de enero a agosto, y a Acapulco como la segunda ciudad más violenta después de Ciudad Juárez, por ello dijo que están trabajando Iglesia e instituciones para que la sociedad se involucre en la construcción de la paz.
“Ese es el énfasis que tenemos que seguir haciendo, todos necesitamos tomar una postura, o voy a generar violencia o voy a generar paz. Ojalá que todos queramos generar paz, desde nuestro propio interior y postura personal, como Iglesia pretendemos encontrar la manera para que dentro de nuestra comunidad católica, en su momento, hacer el llamado a las organizaciones y juntos ir haciendo posible que se construya la paz”.
Habló del foro La construcción de la paz en Acapulco, el cual dijo no tuvo la participación que se pretendía, sin embargo fue importante para el trabajo que esta realizando la Iglesia católica en la identificación de los temas en los que se tiene que trabajar en contra de la violencia e inseguridad.
Al final, en el comunicado dominical habló del regreso a clases, el cual dijo es una ocasión para renovar los esfuerzo para educar a los niños y jóvenes, e hizo un reconocimiento a los maestros del estado que “asumen la educación como una acción integral que formar personas para la paz, y hago un llamado a un mayor esfuerzo en el campo de la educación, como factor de cambio social hacia condiciones de vida más humanas, que formen personas capaces de construir la paz”.

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