Denuncia directora de kínder que por exigir que se trabaje, maestras piden su salida

Lourdes Chávez

Chilpancingo

La directora del Kínder Luz y Alegría de Chilpancingo, Marina Abigail Bravo de la Cruz, denunció que por exigir el cumplimiento de los horarios y la debida atención a los niños, la maestra del jardín de niños Lilia Nava Mozo instigó a docentes y padres de familia del plantel para primero exigir su salida y luego evitar su restitución.

En conferencia de prensa, en la Unidad Académica de Ciencias de la Educación, con el universitario Arturo Miranda Ramírez, la maestra dijo que este no es un problema aislado, donde por cuestiones políticas las autoridades educativas no actúan en la solución de conflictos, “estimulando la impunidad y la anarquía” en el sector educativo.

La docente, con 27 años de servicio, pidió a las autoridades educativas investigar a la educadora Nava Mozo, porque además de que genera reiteradamente conflictos en los jardines de niños donde ha sido asignada, “ha traficado en más de una ocasión con su plaza”, aseguró.

Sobre el problema en el plantel, Bravo de la Cruz informó que la educadora Nava Mozo, mediante calumnias y abusando de la buena voluntad de padres de familia, los azuzó en su contra, “con acusaciones por demás dolosas”, para exigir su destitución.

En el caso, que se denunció hace casi un año, intervino el área Jurídica y de Contraloría de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), que determinaron que no había elementos en su contra, y por lo tanto se le debía restituir en sus funciones.

Sin embargo, denunció que desde el 11 de octubre de 2011, Nava Mozo y tres educadoras han obstaculizado su reinstalación, haciéndose acompañar por un grupo de padres de familia, aun cuando el dictamen de la Unidad de Asuntos Jurídicos ya fijó sanciones en su contra, que podrían terminar en la recisión de su contrato.

Para constatarlo entregó una copia del dictamen, donde se ratifican sanciones de amonestación verbal y escrita, extrañamiento en la hoja de servicio para Lilia Nava Mozo, Lilia Solís Nájera y Laura Yadira Catalán Ocampo, “apercibiéndolas de que en caso de reincidir en los actos cometidos, se procederá a la recisión laboral”.

El miércoles pasado, se publicó la protesta de un grupo padres de familia, quienes precisamente exigieron el retiro de la docente, mientras que funcionarios de la SEG tenían una reunión con trabajadores a puerta cerrada.

En la conferencia, Bravo de la Cruz lamentó que la estabilidad de las escuelas de educación básica se vea afectada con frecuencia por docentes sin escrúpulos, “y que no haya autoridad que se atreva a impedirlo por cuestiones políticas”.

Añadió que si la SEG no aplica la normatividad, estimula la impunidad y la anarquía que ha prevalecido en su caso.