Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Arturo Solís Heredia

CANAL PRIVADO

Madruguetes

Dicen varios panistas guerrerenses que el alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, anda adelantado en campaña por la candidatura del PRI a gobernador; por su parte, el presidente estatal del PRI, Cuauhtémoc Salgado, conmina a su compañero de partido a que le baje a su perfil y respete los tiempos internos y externos “oficiales”.
Digo yo, y supongo que casi todos los lectores de esto –a quienes pido una dispensa para decirlo aquí en primera persona–, que pos sí, que lo que se ve no se juzga, que el alcalde anda abierto y activo en sus aspiraciones electorales, tan anda él y andan otros como él, de su partido y de otros, que pa’ qué los menciono si los conocen y carezco de interés e intención de señalar más nombres, pues ninguna pena vale señalar pecados tales, tan viejos y tradicionales, tan característicos de la clásica cultura política mexicana.
La alternancia electoral no canceló la simulación mustia de los tapados del PRI-gobierno, de hecho la replicó oficialmente con menor disimulo y mustiedad que antes.
¿Desde cuándo les molesta, preocupa, sorprende y ocupa, en serio, el agandalle adelantado de las precampañas internas, a los panistas y a cualquiera otro de sus pares partidistas?
Y es que, neta, a mí, como supongo a no pocos lectores de esto, las precampañas adelantadas y veladas de los candidatos a lo que sea, me molestan, preocupan, sorprenden y ocupan medio soberano cacahuate. Me vale, pues.
Ta’ bien que digan y hagan claro sus deseos desdendenantes, para irlos calando, calibrando e inquiriéndolos con tiempo y calma, y poder reflexionar y confiar nuestro voto por el candidato que más nos convenza o menos nos desconvenza.
En las mejores familias democráticas del mundo no hay susto ni apuro por tales cuitas; como en la gringa, en la que su presidente en funciones anda en campaña para reelegirse en el cargo, sin broncas.
Por eso, no me asusta ni me apura lo que a los panistas sí, como parece que tampoco a ellos les asusta y apura lo que a mí sí, y supongo que a unos que otros lectores de esto también.
El problema no es que haya precandidatos madrugadores, el problema es que sus partidos no muestren aún proyecto político claro y concreto a representar en la elección, particularmente en una tan relevante coma la de gobernador, principalmente en contexto y coyuntura tan graves y urgentes como estas.
¿Qué perfil debe tener su candidato, qué postulados debe enarbolar, qué compromisos asumir y qué objetivos perseguir? ¿Con qué nos convencerán de votar por el suyo y no por uno de los otros?
La mayoría electoral es voto blando, no duro, swingers que eligen candidatos independientemente de sus colores partidistas. Los electores ya saben bien que en todos lados se cuecen habas, que todos cojean del mismo pie, que tan buenos o tan malos son o pueden ser unos como los otros.
Tan ya saben, que por eso los partidos y sus candidatos saben que lo más importante en una elección es ganar, y que lo de menos es el color de la camiseta ganadora.
Basta una oteadita al panorama actual de la política guerrerense: Mario Moreno es del PRI, pero más cercano y amigo, dicen, del gobernador perredista ex priísta Ángel Aguirre que de sus correligionarios; mismo caso, dicen, del senador Sofío Ramírez, más y mejor con Ángel Aguirre que con los perredistas de vieja membresía; parecido caso, dicen, del también senador perredista Armando Ríos Piter, cercano a amarillos, pero también a verdes y azules. O sea que, ¿qué y a quién representará cada uno de los suscritos?
No me queda claro. ¿Quién, cómo, con qué, a qué, para qué y cuándo le entrará cada uno, a los cuernos tan puntiagudos y largos que parece tener el toro de la próxima gubernatura?
Entiendo y sé que Mario Moreno representa lo que ha dicho y hecho en su historia reciente, al igual que lo que representan los demás. Lo que no entiendo ni sé es qué proyecto político representarían como candidatos a gobernador de sus partidos.
Get to the point, dicen los gringos tan prácticos ellos como son, y lo mismo, creo, deberíamos decir todos hoy. Al grano, nos urge un gobernador y un gobierno a la altura del enorme reto que significa gobernar Guerrero, desde siempre, pero más hoy que nunca antes.
La solución a cada grave problema nuestro, nos urge y exige diálogo, consenso, alianza, armonía, acuerdo, rumbo, camino y destino, claros, prontos, expeditos. ¿O cuántos años, sexenios, décadas más deberemos ser uno de los estados más pobres, rezagados, violentos, agitados y jodidos del país?
Por eso les digo a los panistas y a todos sus pares que yo no quiero que los candidatos se aguanten mustios las ganas. Al contrario, quiero que se abran y digan, quiero que propongan y que escuchen. Quiero que respondan a todas las preguntas que debemos hacerle a quien sea que quiera gobernar Guerrero en estos tiempos.
No me molestan, preocupan, sorprenden ni ocupan los madruguetes electorales de los candidatos, porque no quiero que se nos siga haciendo más tarde.

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