Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Amplia la CIDH las medidas cautelares a los presos en Guantánamo e insiste en su cierre

EFE

Washington

La CIDH amplió ayer el alcance de las medidas cautelares que concede desde hace más de una década a los presos de Guantánamo (Cuba) con el fin expreso de urgir al gobierno estadunidense al “cierre inmediato” del centro de detención.
En una carta dirigida al gobierno, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señaló ayer que la decisión se tomó ante “el incumplimiento por parte de Estados Unidos de las medidas cautelares ya vigentes a favor de los detenidos desde 2002”.
Se trata de la primera vez que la CIDH recurre a un instrumento jurídico, como son las medidas cautelares emitidas para la protección de víctimas, para reclamar el cierre de la prisión, algo que el organismo ya ha pedido en repetidas ocasiones a través de declaraciones y comunicados desde 2006.
Las primeras medidas cautelares para todos los reos de la prisión se concedieron en 2002 y exigían que un “tribunal competente” determinara “el estatus jurídico de los detenidos”, mientras que en 2005 se ampliaron para urgir al gobierno a “investigar todas las instancias de tortura y malos tratos”.
Esta nueva ampliación se debe al “incumplimiento” de las anteriores y al “riesgo permanente de sufrir daños irreparables de los derechos de los detenidos”, precisó la Comisión.
En concreto, la CIDH cita “la persistencia de situaciones de detención prolongada e indefinida y denuncias de abuso y maltrato generalizado, incluyendo la realización de requisas innecesarias y humillantes”.
“Adicionalmente, la comisión recibió información que indica que la respuesta de las autoridades a la huelga de hambre de protesta ha incluido la alimentación forzada, requisas innecesarias y humillantes y un mayor aislamiento de los detenidos”, señaló la OEA.
Más de un centenar de los presos de Guantánamo están en huelga de hambre desde hace varios meses, de los cuales 44 son alimentados a la fuerza por vías nasales.
La CIDH urgió, además de cerrar la prisión, a “transferir a los detenidos a sus países de origen o a un tercer país en observancia de las garantías de derechos humanos, principalmente la obligación de no devolución”.

468 ad