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Enojo contra policías y militares

Mariana Labastida

Entre lágrimas y recuerdos de hechos de violencia en los que perdieron a familiares, pobladores de Xaltianguis reprocharon la ausencia de las autoridades en esa comunidad y exigieron respeto a los policías ciudadanos que dijeron les han llevado paz.
“También a mi padre lo hubieran matado pero yo no lo hubiera recogido como lo recogí, agusanado, es un coraje tan grande el que tengo”, expresó con lagrimas Fernando Flores del Carmen al recordar que hace tres años no recibió ayuda de los militares para buscar a su padre, que fue levantado en la feria del pueblo.
El joven, ahora policía ciudadano, recordó que el día que se llevaron a su padre solicitó ayuda a la Policía Judicial, que le dijo que llegarían en media hora y le sugirieron que acudiera al convoy militar que estaba resguardando el pueblo, “los soldados me respondieron ‘ahorita vamos en cinco minutos’, es la hora que los estoy esperando”, reprochó, por ello dijo que los comunitarios acuden siempre que los llaman.
“No saben lo que se siente tener una persona extraviada”, dijo Karla Hernández, quien  pidió a los pobladores durante la reunión en el centro de la comunidad que no se dejaran por “todo lo que hemos pasado”, como es pagar parte de su salario a terceros.
“A mí me mataron un hermano, un tío y un cuñado, y el gobierno nada más se daba la vuelta y se iba y nos dejaba solos”, denunció Celsa Zarco Téllez, quien respalda a la policía ciudadana por el dolor que le causó la muerte de sus familiares, “estoy muy dolida, por eso estoy dispuesta con mis hijos a apoyar a los comunitarios, aquí con ellos nos hemos sentido protegidos”.
“Están haciendo el trabajo de la municipal que nunca han podido resolver, asesinan, ellos nos mandan al ministerio público, el acta y se van, los dolientes aquí se quedan, los soldados y la Marina no sirven para nada; han ocurrido más de 10 secuestros, no se han demandado porque los ministerios públicos no sirven para nada, vas y levantas la denuncia y al ratito te cae el golpe de la mafia contra tu familia porque están coludidos”, dijo Miguel Ángel Nájera.
“¿Por qué no vinieron a hacer labor social cuando nos mataban?” le reprochó una de las pobladoras a los militares al recordar que hace tres años fue asesinado su hijo de 23 años y que nunca se investigó el homicidio.
Elsa Marqués Manrique relató que cuando pedían ayuda a los policías judiciales les decían que “no estamos pendejos para dar la vida, más al rato vamos”, y ahora con los policías ciudadanos tienen “paz y tranquilidad”.
Otro de los pobladores recordó que en el pasado les prometieron poner en un punto al Ejército y la Marina, que sólo duraron una semana y cuando se fueron la violencia empeoró y no había parado hasta que se conformó la policía ciudadana.

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