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Cierran vecinos Xaltianguis e impiden que salgan militares en protesta por amenzas de un general

*Exigen la presencia del gobernador y el presidente municipal, quienes proponían que una comisión fuera a Acapulco. Seguía anoche el bloqueo, pero a instancias de Bruno Plácido aceptan un encuentro en la Secretaría de Gobernación hoy, en el que estarán Aguirre y Walton. No le permitieron la entrada al comandante de la 27 Zona Militar, Mario Lucio González Cortés, quien fue el que amagó con desarmar a la policía ciudadana de la UPOEG

Mariana Labastida

Habitantes del poblado de Xaltianguis bloquearon ayer las entradas principales a la comunidad para exigir que se respete la policía ciudadana que se encarga de la seguridad desde el 12 de junio y que no sea desarmada, en respuesta a las declaraciones del comandante de la 27 Zona Militar, general Mario Lucio González Cortés.
Los pobladores retuvieron en el pueblo tres vehículos militares con sus ocupantes, y exigieron como condición para desbloquear la carretera la presencia en la comunidad del gobernador Ángel Aguirre Rivero y del alcalde Luis Walton Aburto, a quien responsabilizaban de la presencia de los militares desde el viernes, cuando llegaron a realizar labor social.
Por la noche, los pobladores aceptaron que una comisión de habitantes acuda a la ciudad de México a una reunión en la Secretaría de Gobernación, en la que estarían el gobernador y el alcalde.
A las 8 de la mañana unos 500 habitantes de Xaltianguis bloquearon la carretera federal Acapulco-México; el primer bloqueo lo instalaron en la entrada del pueblo, en el punto conocido como El Crucero, antes del letrero del Colegio de Bachilleres, dode atravesaron la plataforma de un tráiler; mientras que en la salida hacia Tierra Colorada colocaron un autobús de pasajeros que iba a Salina Cruz, Oaxaca.
Se habló de dos bloqueos más en Las Marías y Cueva de Agua, y después se supo que en el primero hubo una reunión por la mañana, mas no se bloqueó, y en el segundo punto es hacia donde se fueron los dos vehículos Hummer del Ejército que lograron salir del cerco y habían impedido el paso de los habitantes que iban por agua; después se fueron hacia Río Verde, que tiene un camino que conecta con el poblado de La Providencia.
Al cerrar los accesos a Xaltianguis, dentro del pueblo había tres vehículos con militares, los cuales según dijeron los pobladores llegaron a las 5 de la mañana y colocaron un retén cerca del puente peatonal ubicado a la mitad de la comunidad, sobre la carretera federal, donde estuvieron revisando vehículos, y quedaron retenidos en el poblado.
Los pobladores relataron que al bloquear las salidas los militares cortaron cartucho y que las dos Hummer se fueron buscando una salida, mientras que un camión con 15 militares intentó salir rumbo a Tierra Colorada, pero fue bloqueado y en su intento por hacerse camino casi atropella a una mujer.
En diferentes ocasiones la gente rodeó los vehículos, y para darles agua y comida a los soldados les exigieron que dieran disculpas, pero éstos siempre respondieron que no habían cometido ninguna falta.
Los pobladores traían pancartas en las que se leía “fuera gobierno corrupto”, “apoyo total a los comunitarios”, “el gobierno es la plaga más grande y el pueblo la víctima perfecta”, “Gobierno hasta ahora te acordaste de Xaltianguis”, “Walton vas a necesitar votos o no?”, “los políticos traen seguridad y ¿a nosotros quién nos cuida?”, “Comandante Mario Luis González no puedes desarmar a la comunitaria”, “no más cuotas, no más pago”.
Y gritaban consignas exigiendo la presencia del alcalde, a quien responsabilizaron de la presencia de los militares y la advertencia de desarmar a los policías ciudadanos, debido a que no acepta a dicha organización de seguridad.
En las combis del servicio de transporte público que va a Tierra Colorada, inscribieron “el trabajo en equipo es lo que queremos ¡no al desarme!”, “el pueblo para el pueblo”, “el Ejército es del pueblo, no para agredir al pueblo”.
Minutos antes de las 9 de la mañana llegó el convoy militar de la brigada de labor social, que instaló el Ejército desde el pasado viernes en Xaltianguis, recibiendo una negativa al solicitar permiso para pasar a la comunidad.
“Nosotros venimos a hacer labor social”, argumentó el militar al mando, mientras que la gente le reprochó que no se acordaran de la comunidad cuando tenían secuestros, muertes y extorsiones. Ante el rechazo a la brigada los militares decidieron retirarse dejando a los que quedaron encerrados dentro del poblado.
“Que venga Walton y se enfrente a los problemas de Xaltianguis, que tenemos seguridad es mentira”, exigió uno de los pobladores, mientras otro pidió que no se desarme a la policía ciudadana para tener seguridad, “por nuestros hijos, por nuestras familias, por nuestra gente”, dijo Rufino Yáñez Ventura, quien agregó que sólo tenían reguardo policíaco o militar por días.
Con un megáfono instalado en un automóvil un grupo de vecinos estuvo durante la mañana invitando al resto de los pobladores a unirse al bloqueo y apoyar a la policía ciudadana, “porque queremos un pueblo tranquilo, en paz”, y así estuvieron durante varias horas.
Aproximadamente a las 11 de la mañana, según dijo el comisario municipal, el comandante de la 27 Zona Militar, Mario Lucio González Cortés, solicitó autorización para entrar al pueblo, la cual le fue negada, y desde esa hora permaneció afuera del pueblo.
Antes del primer bloqueo, junto con una patrulla de la policía estatal acreditable, dijo de que se permitiera a los militares que estaban dentro del pueblo salir, y comentó que era el único propósito de su presencia y negó que hubiera otros dos vehículos, aparte del camión en el interior del pueblo.

“Nos tratan como delincuentes”

A la 1 de la tarde, el comisario municipal, Alberto Castillo Castillo, dijo que tenían dos propuestas para los pobladores, que se mantuviera el bloqueo permanente o que lo volvieran intermitente en lo que llegaba el gobernador y el alcalde, decidiendo el pueblo por continuar como estaban.
Castillo Castillo dijo que en el periodo que llevan los policías ciudadanos en la comunidad “hemos sentido el cambio” en cuanto a la seguridad, por eso era el respaldo de los pobladores a los integrantes del Sistema de Seguridad Ciudadana de la UPOEG, y es que estimó que en los últimos años ha habido más de 300 víctimas de la delincuencia en ese poblado, sin que se haya resuelto ningún caso.
Durante el bloqueo, el comandante de la policía ciudadana, Miguel Ángel Jiménez Blanco, fue quien hizo propuestas al pueblo y por ello tanto él como el resto de los pobladores que son parte del sistema ciudadano no traían armas.
En declaraciones a los medios, Jiménez Blanco dijo que el comandante del Ejército “nos trata como delincuentes, todavía que no nos ayudan, amenazan a la policía comunitaria, amenazan al pueblo y nos ofenden que digan que estamos fuera de la ley”.
A las 2:30 de la tarde, el comandante Jiménez Blanco informó a los pobladores en los bloqueos que se había comunicado con el dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio, quien informó que iba a la comunidad con representantes del gobierno del estado, llegando todos en helicóptero a las 3:15 de la tarde.
Del helicóptero descendió Plácido Valerio acompañado por el secretario de Seguridad Pública, Sergio Lara Montellanos; el procurador Iñaki Blanco Cabrera; el coordinador de asesores del gobierno del estado, Saúl López Sollano, y el asesor del gobernador Ernesto Aguirre, Velázquez quien fue el encargado de informar que llevaban al dirigente de la UPOEG con una propuesta para los pobladores, ofreciéndolo de garantía pero con el compromiso de que levantaran los bloqueos.
“Se vino a ofrecer la reunión con el alcalde de Acapulco a las 9 de la noche en la sala de cabildo y con el gobernador a las 10 de la mañana en Casa Guerrero para poder dialogar a condición de que desbloqueen la carretera”, dijo Ernesto Aguirre.
La propuesta fue informada a los pobladores por Bruno Plácido y obtuvo una negativa de los habitantes, que se reunieron frente al sitio de taxis en el centro del pueblo para escuchar a los representantes del gobierno, quienes no se quedaron, sólo dejaron al dirigente de la UPOEG y se retiraron nuevamente en el helicóptero.
A los pobladores Bruno Plácido les dijo que “el Ejército no va a donde hay problemas sino donde ya estamos resolviendo problemas juntos, nosotros tenemos que aprender a respetar pero también deben de aprender a respetar ellos, deben de entender que el pueblo está haciendo lo suyo para obtener seguridad”.
Antes de darles a conocer la propuesta de las reuniones con el gobernador y el alcalde para que plantearan su inconformidad, en respuesta recibió un “que vengan” ellos de parte de los pobladores.
Plácido Valerio resaltó que el bloqueo es “una acción de dignidad, una acción donde exigen respuesta, es una acción donde ustedes quieren que se tome en cuenta para decidir el destino que habremos de tener todos”.
Los pobladores reprocharon que el gobernador Ángel Aguirre se comprometió con ellos en campaña a regresar a Xaltianguis un mes después de ganar, y “lleva dos años y más y ni siquiera ha venido a pararse siquiera”.
“Así como llegaste tú en helicóptero lo podemos esperar”, dijo otra vecina a Plácido Valerio, quien intentó al principio mediar pidiendo “un voto de confianza” y finalmente respetó la decisión de los pobladores de esperar a las autoridades en la comunidad.
“Ya lo empezamos, lo difícil ya lo hicimos, vamos a continuar”, dijo una mujer en relación con el bloqueo.
“Xaltianguis no se mueve, el pueblo está sitiado, porque sólo somos importantes cuando buscan el voto, por eso hoy a Xaltianguis lo despertaron, al monstruo, y apenas lo estamos despertando, es el pueblo más grande del municipio de Acapulco y no nos hemos dejado pisotear”, dijo otro vecino, de nombre Orlando.
“Nos vienen a dar atolito con el dedo, que vayamos en comisión, cuando vienen a pedir el voto sí vienen calle por calle y saludan a todos”, reprochó Fernando Flores del Carmen.
Primo Chávez dijo que era riesgoso que una comisión fuera a dialogar con el gobernador y el alcalde, porque podrían “fincar responsabilidades” por bloquear carreteras, “porque todos sabemos que el gobierno es corrupto y traidor”, dijo.
“Ahora sí vienen a hacer labor social, tengo 24 años viviendo en esta comunidad y jamás había visto que el Ejército viniera a hacer labor social, y vienen y nos dicen que van a desarmar a quienes han sido capaz de protegernos”, reprochó Rosalba Martínez.
Durante la intervención de los pobladores, el coordinador de la UPOEG, Gonzalo Torres, dijo que estaban como intermediarios para facilitar las cosas, y también pidió a quienes no estaban de acuerdo con el movimiento lo manifestaran.

Enviados del ayuntamiento

Posteriormente llegaron enviados del gobierno municipal, el subsecretario de Asuntos Políticos, Sociales y Religiosos, Delfino Hernández, y el director de Gobernación, Felipe Loyo Malabar, quienes se reunieron con los pobladores quienes manifestaron su exigencia de que el alcalde Luis Walton fuera a la comunidad, y reprocharon que cuando los han buscando no les han dado respuesta.
Plácido Valerio, Gonzalo Torres, Miguel Ángel Jiménez y otros integrantes de la policía ciudadana se reunieron durante varias horas, y después de la misma propusieron a los pobladores nuevamente formar una comisión para ir a la ciudad de México y tener una reunión en la Secretaria de Gobernación con el gobernador y el alcalde.
Bruno Plácido dijo que debe haber confianza entre los pobladores y sus representantes, que la propuesta era parte de una salida no radical, para que se hablara de dos temas: la relación del gobierno municipal con Xaltianguis y la postura del Ejército ante la policía ciudadana.
A las 12:30 de la noche todavía continuaba el bloqueo de la carretera en el punto conocido como el Crucero, antes del Colegio de Bachilleres yendo de Acapulco a Xaltianguis; el bloqueo del otro lado, en la salida a Tierra Colorada, se quitó a las 10:20 de la noche después de que aceptaran ir en comisión a la ciudad de México.

Boletín del gobierno del estado

Por la tarde, el gobierno del estado emitió un comunicado en el que informó que autoridades estatales habían dialogado con el representante de la UPOEG en Xaltianguis, Miguel Ángel Jiménez –a quien apellidaron Godínez en lugar de Jiménez–, a quien se le propuso la reunión con el gobernador y el alcalde, la que no fue aceptada, se indica en el texto.
El comunicado señala que fueron unos 80 pobladores los que bloquearon “el viejo camino a Acapulco”, impidiendo que los militares sacaran sus vehículos de la zona, y se informaba que se esperaba que a través del diálogo se llegara a acuerdos.

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