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Celebran los 100 años de la unificación de la física clásica y la cuántica por Niels Bohr

Diana Saavedra / Agencia Reforma

Ciudad de México

Fiel a su interés por desentrañar los misterios del átomo, si Niels Bohr viviera hoy, seguro formaría parte del grupo de investigadores del Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés).
Científicos mexicanos aventuran esta hipótesis a propósito de los 100 años de la publicación de los hallazgos del investigador danés, quien sentó las bases de la física cuántica moderna con su trabajo.
En 1913, Bohr presentó el modelo que proponía una imagen similar al sistema solar con un núcleo, con carga eléctrica positiva, y un pequeño electrón dando vueltas a su alrededor en órbitas estables y definidas.
Antes de él, el modelo atómico sufría un grave problema: cargas opuestas se atraen, entonces, ¿cómo explicar que la partícula no fuera inestable y no se destruyera constantemente?
Su propuesta fue sencilla pero marcó un hito en la física: los electrones tienen órbitas definidas y sólo pueden moverse entre ellas liberando cuantos, es decir, paquetes definidos de energía, básicamente luz, explicaron físicos mexicanos.
El átomo de Bohr fue propuesto en tres trabajos publicados en la revista Philosophical Magazine, de los cuales el primero apareció el 26 de julio de 1913 bajo el título On the constitution of atoms and molecules.
“Es un modelo clásico incongruente con los fundamentos de la mecánica cuántica aceptada actualmente”, comentó Gerardo Herrera, físico experimental del Cinvestav.
Hay que decir que el mérito (de Bohr) es que se obsesionó con el problema. La incorporación de la cuantización del electrón en las órbitas alrededor del núcleo explicaron inmediatamente los espectros de los átomos de hidrógeno y de helio, aunque para átomos más complejos los cálculos eran y son muy difíciles”, precisó Ricardo López, del Departamento de Física de la misma institución.
“El mismo Bohr sabía que su modelo iba a ser rebasado, pero lo importante no es eso, sino que unió de forma maestra dos tipos de física (la clásica y la cuántica) dándonos las claves para avanzar hacia adelante. Hoy, con todo lo que se ha descubierto a partir de su trabajo, si estuviera vivo trabajaría sin duda en el LHC desentrañando los misterios del átomo”, añadió Salvador Venegas, catedrático del Tec de Monterrey.
Pero, a decir de Arturo Menchaca, investigador del Instituto de Física de la UNAM, también puede pensarse qué habría sucedido si Bohr no hubiera avanzado en sus investigaciones, y en este caso la ciencia estaría mucho más atrasada.
“Siempre trabajó en temas de frontera, así que si hoy estuviera vivo imagino que la partícula de Higgs sería la partícula de Bohr. Sin duda haría cosas importantes. Tenía una intuición impresionante”, aseguró.

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