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La zona de enfrentamientos en Michoacán, un bastión de la producción de drogas

*Reportes militares han informado de decomisos, erradicación de cultivos ilícitos y desmantelamiento de laboratorios. La violencia reciente se debería a la presencia de la Policía Federal y el Ejército y sería el mayor desafío al gobierno de Peña Nieto

Staff / Agencia Reforma

Ciudad de México

La zona de Michoacán donde se han registrado ataques contra policías federales y en la que se han formado los autodenominados grupos de autodefensa es un importante bastión de las organizaciones criminales para la producción y elaboración de drogas.
Municipios michoacanos que han sido escenario de episodios de violencia en las últimas semanas destacan básicamente por la producción de mariguana, pero también por siembra de amapola y la elaboración –en laboratorios clandestinos– de drogas sintéticas a base de metanfetaminas como el llamado “crystal”.
Reportes de la XII Región Militar y de las zonas militares 21 y 43, con sedes en Morelia y Apatzingán, han informado sobre decomisos así como de erradicación de extensas áreas de cultivos de mariguana, amapola y sobre el desmantelamiento de laboratorios en las regiones bajo su control.
Tan sólo en el primer semestre de 2012, la XII Región Militar informó que personal militar erradicó en la zona bajo su jurisdicción 4 mil 903 plantíos de mariguana con una extensión de 635 mil 824 hectáreas. En cuanto a la amapola, el Ejército reportó la eliminación de 216 plantíos en un área de 16 mil 43 hectáreas.
El reporte, dado a conocer en un comunicado del 7 de julio de 2012, da cuenta también del decomiso de mil 527 kilogramos de metanfetamina, del desmantelamiento de 87 laboratorios clandestinos y la incautación de 104.9 kilogramos de crystal.
Para Jorge Chabat, investigador del CIDE especializado en narcotráfico y seguridad, Michoacán hay un problema histórico de presencia de grupos criminales y debilidad del Estado.
“Cuando se crean Los Zetas, a principios del 2000, van a entrenar a sus miembros en Michoacán, entonces algunos de ellos forman La Familia michoacana. Eso explicaría por qué han proliferado estos grupos que ejercen un control sobre el Estado, suplantando al propio gobierno en muchos aspectos”, dijo el investigador en entrevista telefónica.
“En Michoacán hay un modelo criminal diferente al de otras partes del país: los Caballeros Templarios sí han logrado cooptar el apoyo de ciertos sectores, el apoyo social, con un discurso con una mezcla de religión y autoayuda”, afirmó Chabat.
De acuerdo con especialista, en Michoacán hay comunidades donde la presencia del Estado es muy débil, donde no hay capacidad para proteger a la población de ataques y extorsiones, ni de controlar el territorio y eso ha provocado el fenómeno de la organización de grupos de autodefensa.
“Los grupos se consolidaron en torno a la producción y el tráfico de mariguana, pero en este momento ya están diversificados. El problema en Michoacán ya no tiene que ver tanto con la droga, aunque sigue siendo un elemento importante. Ahora hay una lucha por territorio para ejercer labores criminales, sobre todo la extorsión. Los Caballeros Templarios se han dedicado mucho a la extorsión de agricultores y comerciantes”.
Para Chabat, la violencia reciente se debe a la presencia de la Policía Federal y el Ejército. “Están reaccionando para defender un territorio que consideran de ellos”.
“Es el estado donde se presenta el mayor desafío directo al gobierno de Peña Nieto y, si éste no reacciona, será una señal de que se puede atacar al gobierno impunemente”, advirtió el especialista.
Municipios como Aguililla, Coalcomán, Apatzingán y Tumbiscatío, donde han se han registrado enfrentamientos, ejecuciones y surgimiento de grupos de civiles armados están entre los 100 municipios del país con mayor densidad de cultivos de mariguana, de acuerdo con una investigación de Carlos Resa Nestares, un académico de la Universidad Autónoma de Madrid especializado en el tema.
Entrevistado vía telefónica, Resa señaló que la violencia de los últimos meses en Michoacán puede deberse a la fragmentación de grupos pequeños bien armados.
Javier Oliva, profesor en el Colegio de la Defensa Nacional, señaló  que los hechos de violencia recientes dejan ver una capacidad de desafío contra el Estado mexicano que no se había manifestado en últimos años.
Para Oliva, un factor fundamental en la ingobernabilidad tiene que ver con el desempeño de las autoridades locales.
“Hay más coordinación entre las Fuerzas Armadas, pero el factor que sigue estando ausente de la ecuación son las autoridades municipales locales -precisó el especialista- cómo compartir información con ellas, adelantar operativos, recuperar información sobre lo que están haciendo los delincuentes, si es que la institución es disfuncional. Falta saber el nivel de compromiso de las autoridades locales, y la aptitud que puedan tener”.
“La coordinación entre fuerzas, y la estrategia de combate frontal, no está funcionando en Michoacán porque no ha funcionado el control político local, no hay autoridad, situación que no sucede en otros estados”, afirmó.

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