Humberto Musacchio

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

¿Cultura dependiente de EU?

Informó Excélsior que Berta Cea será la próxima directora de San Ildefonso. Durante un cuarto de siglo, la señora fue funcionaria de la embajada de Estados Unidos en México y su función era dar dinero para proyectos culturales y para otros que no lo eran. Por supuesto, tanta generosidad le fue correspondida con premios y reconocimientos de quienes resultaron beneficiados por su largueza. La propuesta de llevar a Berta Cea a la dirección del museo que guarda un invaluable conjunto de pintura mural fue, hasta donde sabemos, de Lucía García-Noriega, secretaria de Cultura del DF. La candidatura fue aceptada con entusiasmo por los representantes de la UNAM y Conaculta, quienes esperan que el nombramiento les signifique un torrente de dólares para la conservación y mantenimiento de San Ildefonso y de otros lugares y proyectos. En el mundo ha cobrado gran relevancia la profesionalización de gente encargada de conseguir dinero para tareas culturales, científicas y filantrópicas. Si no todas, algunas de esas personas hacen su trabajo mediante una comisión, lo que esperamos no sea el caso de doña Berta, quien, dicho sea de paso, carece por completo de experiencia en el manejo de museos. Con el mismo criterio, cualquier día nombran secretaria de Cultura del DF, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM  o presidente de Cona-culta a una persona ajena a la función de esas instituciones, con tal de que sepa cómo allegarles donativos de empresas y fundaciones gringas. In Gold we Trust.

Regresa la calma al INAH

Lo dicho: la protesta por el nombramiento de María Teresa Franco como directora del INAH se desvanece y con el paso de los días las protestas airadas y el ¡No pasará! han ido desapareciendo de los medios. Las evidentes violaciones a la normatividad  se minimizan y a lo sumo lo que se ofrece es “investigar” o encargar dictámenes, como sucede con el Museo del Cacao, groseramente instalado en la poligonal de Chichén Itzá. Más decepcionante es la actitud del INAH ante el llamado Eco-museo de Uxmal, ante lo cual lo único que ofrecen las autoridades es indiferencia. En lo que se refiere a las afectaciones a los fuertes de Loreto y Guadalupe, en Puebla, donde se levantaron construcciones que alteran groseramente el conjunto, el Ministerio Público de plano desechó las denuncias he-chas por los trabajadores del INAH, pese a que el gobierno poblano hizo aplanar los muros de piedra, agregó unas ridículas paredes de cristal, ordenó construir una techumbre ajena al conjunto y puso una campana para celebrar ahí la ceremonia del Grito del 15 de septiembre. Pero los representante de la Procuraduría General de la República no ven nada irregular y se han negado a intervenir, pues ahora la política federal es cumplir el viejo sueño de los gobernadores de suprimir en la práctica al Instituto Nacional de Antropología e Historia para que cada gobernador haga lo que le venga en gana con el patrimonio monumental. De este modo, las zonas arqueológicas e históricas se convierten en pequeñas Dis-neylandias o en absurdos sets cinematográficos. Olvidan que esas piedras dan testimonio de lo que hemos sido, de lo que hemos hecho, y que forman parte de nuestra identidad y de la conciencia nacional.

Jesusa Rodríguez vuelve a escena

Muchos años dedicó Jesusa Rodríguez al trabajo de cabaret, al sketch, que por supuesto tiene su grado de dificultad, pero que pocas veces alcanza un valor trascendente, capaz de superar las exigencias inmediatas y comerciales del género. Lamentablemente, lo que debió ser una incursión breve, ocasional, la ocupó por muchos años, lo que, como alguna vez dijimos en esta columna, implicaba el desperdicio de un gran talento de la escena mexicana. Jesusa fue la sorprendente directora de apuestas radicales en favor del teatro como El concilio de amor o ¿Cómo va la noche Macbeth? Fue, también, la talentosa mujer que llevó a las tablas aquella muy bien pensada locura que resultó Don Giovanni o Donna Giovanna, la ópera mozartiana que exitosamente puso sin intérpretes de bel canto y que mereció un cierre de temporada en Bellas Artes. Ahora, por fortuna, Jesusa Rodríguez vuelve a encabezar un gran proyecto y con la codirección de Clarissa Malhei-ros pondrá Las cartas de Frida, “ópera de toilette” con textos de la pintora y música de la muy talentosa Marcela Rodríguez. El tema de Frida Kahlo no es nuevo para Jesusa, quien hace 20 o más años puso en La Capilla una obra sobre la pintora. Conoce, pues, la materia. Pasado mañana, miércoles, se anunciará lo concerniente a esta nueva producción.

Ahora, ópera en la UNAM

Hasta donde lo permite el señor Alzheimer, este republicano cree recordar que la UNAM ya ha presentado ópera y que la función o funciones fueron en la Sala Miguel Covarrubias, que fue hecha para la danza. Otra vez se emplea el mismo escenario para la puesta de El conde Ory, de Rossini, con la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata dirigida por Iván López Reynoso. La puesta en escena, de César Piña, contará con el tenor Edgar Vi-llalba, las sopranos Andrea Cor-tés, Liliana Aguilasocho, Anabel de la Mora y Alejandra Sandoval, la mezzosoprano Frida Portillo, los barítonos Josué Cerón y Jorge Eleazar Álvarez, el bajo Charles Oppenheim y el tenor Jorge Fajardo, con el Coral Harmonnia. Las funciones serán los viernes 23 y 30 a las 20:30 horas, el do-mingo 25 a las 6 de la tarde y el miércoles 28 a las 8:30 de la no-che. Se ruega a músicos e intérpretes no maltratar demasiado la duela.

Breviario…

Mañana martes, a las 19 horas, en la Casa del Poeta (Álvaro Obre-gón 73), Adolfo Castañón, Hugo Gutiérrez Vega y Chema Espinasa presentan Las flagelantes, obra de Marina Tsvietáieva traducida por Selma Ancira, quien estará presente. @@@ Hace unos días, en el programa Conversando con Cristina Pacheco, esta escritora entrevistó a René Avilés Fabila, a quien le dijo: “El día 2 de julio, si no mal recuerdo, en Bellas Artes, se te hizo un homenaje para celebrar tus primeros 50 años de vida profesional… y 20 años atrás se te hizo otro homenaje para celebrar tus primeros 30 años como escritor…” Sí, respondió René, “yo espero que ahí pare, porque no resisto más”.

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