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Muere en Cuba Fernando Alonso, el maestro de danza clásica más importante de América Latina

*El sepelio del coreógrafo y docente, fallecido a los 98 años de edad, estaba previsto para ayer en el cementerio de Colón en La Habana. Se desconoce la causa del deceso

Julieta Riveroll / Agencia Reforma

Ciudad de México

Adaptar la danza clásica a las condiciones físicas de los bailarines latinoamericanos fue uno de los grandes méritos del coreógrafo y docente cubano Fernando Alonso (1914-2013), fallecido el sábado pasado, cuyos restos fueron velados en el Teatro Nacional de La Habana.
“Creó la Escuela Cubana de Ballet con una fusión de diferentes técnicas que tomaba en cuenta la fisonomía de los latinos”, señaló Laura Morelos, directora de la Compañía Nacional de Danza (CND) de México. Con ella concuerda la ex primera bailarina Irma Morales.
Alonso pensó incluso en la idiosincrasia de los intérpretes, opinó Hansell Nadchar, ex integrante de la CND de origen cubano aunque nacionalizado mexicano.
“Fue el maestro de maestros y su influencia fue tan importante que de no haber sido por él la danza hubiera tenido un retraso grande en el continente americano”, añadió el coreógrafo del Ballet de Cámara de Quintana Roo.
La titular de la CND conoció al cofundador del Ballet Nacional de Cuba en el Concurso Internacional de Ballet en Varna, Bulgaria y se encontraron de nuevo con la llegada de Alonso, en 1992, a la dirección de la CND, donde ella ya había sido nombrada primera bailarina.
“Siempre tuvimos un lazo muy lindo y, cuando él vino a dirigir la compañía, tuve la oportunidad de ser su bailarina. Mi primera Giselle me la ensayó él como si fuera un bordado de punto de cruz, con finísimos detalles. Fue muy importante para mi formación”, reconoció la funcionaria.
Accesible, siempre amable y cuidadoso con el lenguaje. Así lo recuerda Morales, quien también tuvo el privilegio de ser dirigida por él dentro de la CND con su rigor técnico y su preocupación por las transiciones de un paso a otro y por los acentos musicales.
“El solía hacer pequeñas adaptaciones, pequeños cambios a los ballets clásicos. Con frecuencia nos corregía las manos, la cabeza, el estilo y nos ponía de ejemplo a las grandes personalidades de la danza cubana. Daba lo mejor de sí”, dijo la ex primera bailarina.
Desde mediados de los 70, rememoró, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) pidió asesoría cubana para el Sistema Nacional para la Enseñanza Profesional de la Danza, organismo que antecedió a la Escuela Nacional de Danza Clásica.
“Gracias a él, nosotros en la escuela del INBA nos vimos beneficiados con la técnica cubana, muchos años antes de que él viniera a dirigir a la CND. Es el maestro de danza clásica más importante de América Latina. Era muy generoso y además sabía transmitir su conocimiento”, consideró Morelos.
En México, la mayoría de los profesores de danza clásica tiene como base la metodología del padre de la Escuela Cubana de Ballet, dijo Nadchar.
El sepelio de Alonso, muerto a los 98 años de edad aunque hasta la fecha se ignora la causa de su fallecimiento, estaba previsto ayer en el cementerio de Colón en La Habana.
El diario Juventud Rebelde lo calificó como el genio más grande de la danza de Cuba y Latinoamérica.
Entre los méritos de Fernando Alonso destacan el haber sido:
–Fundador del Ballet Nacional de Cuba en 1948.
–Creador de la metodología conocida como Escuela Cubana de Ballet.
–Fundador del Ballet de Cama-güey en 1975
–Director artístico de la Com-pañía Nacional de Danza de Mé-xico en 1992.
–Premio Nacional de Danza 1992.
–Maestro de generaciones de bailarines cubanos y del extranjero.
“Era una enciclopedia. Podía platicarte gran cantidad de anécdotas sobre bailarines de todo el mundo porque él estuvo enseñando en países muy diversos. Es innegable el enorme legado de su técnica”, dijo la directora de la Compañía Nacional de Danza, Laura Morelos.

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