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Si México no halla su modelo petrolero, su riqueza podría quedarse en el subsuelo, alertan

Mariel Ibarra / Agencia Reforma

Ciudad de México

México debe encontrar un modelo petrolero que le permita generar una nueva dinámica de exploración y producción, pues de no hacerlo corre el riesgo de que su riqueza se quede en el subsuelo, señaló Germán Arce, presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos de Colombia.
“México tiene un reto enorme, porque tiene una enorme riqueza en el subsuelo, pero si no encuentra un modelo que genere la dinámica de exploración y producción, toda esa riqueza se va a quedar en el subsuelo. No se convertirá ni en salud ni en educación ni en riqueza para abatir las necesidades sociales que tiene el país”, señaló.
En entrevista con Reforma, el funcionario colombiano consideró que la industria petrolera mexicana requiere de reglas claras que generen valor para la economía, en un contexto de competencia global.
“La industria petrolera es altamente competitiva y está inserta en un mapa global que muestra señales, y si uno no reacciona a ellas a lo que se condena es a perder participación, a no tener capacidad de vender sus crudos, a no generar suficiente inversión de riesgo para mantener los niveles de exploración y producción que se requieren”, expuso.
Tras conocer diagnósticos sobre Petróleos Mexicanos (Pemex) que destacan la caída en la producción y de reservas, así como restricciones de inversión, Arce consideró que México está una década atrás de lo que hizo Colombia, aun cuando no es país petrolero.
“Nosotros tenemos 2 mil 300 millones de reservas de crudo, así que, comparados con México, somos un país ínfimo en materia petrolera”, dijo.
Con su riqueza petrolera, estableció, México debe romper paradigmas y crear condiciones competitivas en el marco global; debe facilitar los niveles de inversión necesarios para procesar un recurso natural que se convertirá en regalías, en impuestos y rentas para la Nación, lo que se traducirá en mayor inversión social.
Arce expuso que en su país también hubo sectores –como los trabajadores sindicalizados– que se opusieron a cambiar el modelo petrolero, pero hoy Ecopetrol es una de las empresas mejor calificadas.
“Mover el statu quo siempre es un problema. En su momento, los sindicatos fueron un factor difícil en la discusión. Pero hoy es más grande porque pasó de ser el sindicato de Ecopetrol a ser un gremio de la industria en donde hay 120 jugadores adicionales”, explicó.
“¿Cómo conjugaron construir una industria competitiva con el factor del nacionalismo?”, se le preguntó.
“Ecopetrol se convirtió en una compañía por acciones y se democratizó en 2007. Ecopetrol tiene 11 por ciento de sus acciones flotadas en los mercados y 500 mil accionistas colombianos. Es a la asamblea de 20 mil personas a la que se le rinden cuentas”, respondió.

Proceso gradual

El encargado de la Agencia que surgió en 2003, aseveró que el cambio en el sector petrolero fue un proceso gradual en los tres últimos gobiernos.
Tuvo su inicio con la separación de las actividades públicas y las comerciales de la compañía petrolera.
La Agencia a su cargo, además de asignar y supervisar los contratos y fiscalizar la producción petrolera, destina buena parte de su presupuesto a actividades preexploratorias de nuevos yacimientos.
En Colombia, apuntó, las empresas pueden acceder a dos contratos: uno, en el que invierte, bajo su riesgo, en áreas sobre las que se tiene cero conocimiento del subsuelo, y si demuestra que es una zona productiva, el contrato se puede convertir en uno de exploración y producción.
El otro contrato, abundó, es el de exploración y producción, a cuyos compromisos mínimos exploratorios se les da seguimiento mediante cronogramas de inversión y evaluaciones técnicas en sus fases exploratorias y de producción.

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