Carlos Pérez Aguirre

Ahora, nepotismo  político transexenal

Una noticia aparentemente intrascendente apareció ayer en los medios, y por la difusión otorgada se puede identificar que contó con apoyos mas allá del mero boletín de una organización. Me refiero al destape del hijo del gobernador Ángel Aguirre para la presidencia municipal de Acapulco.
En un primer momento el boletín parecía una mala broma o una ocurrencia de parranda, pero ya confirmado, es un hecho que reafirma los grandes apetitos por el poder, así como la pérdida de toda responsabilidad y sentido común del grupo que hoy, más que administrar, expolia al estado de Guerrero.
Esta propuesta fue planteada por un grupúsculo que dirige el hermano del secretario de Finanzas (todo en familia) y que pretende lograr su registro como partido local; es el supuesto brazo “ciudadano” del gobernador para tratar de conservar el poder vía su familia.
Pero reflexionemos… ¿Cuál es la trayectoria del ese candidato? quien no cuenta con merecimiento alguno, puesto que detenta una diputación que le obsequiara la franquicia llamada PRD. Ese evento que además de pretender adelantar los tiempos, descubre sin embargo, parte de la estrategia Aguirrista, misma que se va entretejiendo con priistas, perredistas y todo aquello que sirva para lograr el control caciquil y familias de la entidad.
El imponer una candidatura como la de Ángel Aguirre Jr, pasa por la aprobación de los órganos partidistas, entonces habrá que preguntarnos qué ofreció el gobernador a cambio de los apoyos para su hijo, pues habrá que decir que con la postulación de Luis Walton a la candidatura por el Movimiento Ciudadano, sería casi natural la postulación de un presidente de la misma agrupación, pues un candidato sin méritos e identificación partidista, estaría condenado a la derrota.
El gobernador manda la señal que se encuentra listo para los tiempos de campaña y parece decir que sus precandidatos que no han logrado crecer, Mario Moreno (PRI) y Sofío Ramírez (PRD) pueden ser sacrificables a cambio fortalecer su nepotismo tan evidente y evitar el efecto Granier en su propia humanidad y la del secretario de Finanzas.
En otro orden de acontecimientos, las cámaras de comercio y empresariales de Chilpancingo están haciendo señalamientos muy graves sobre el crecimiento de la violencia y la inseguridad en la capital del estado, sin embargo no existe respuesta contundente contra las bandas delictivas. Habrá que hacer algo para que esa capital no se sumerja en las manos de la delincuencia, ante la mirada casi complaciente de la autoridad.

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