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Fallece el octavo adolescente baleado en Coyuca de Benítez a un mes del ataque

A un mes de haber sido baleado, murió en el Hospital General de Acapulco, Julio César Ávila Onofre de 17 años, quien fue uno de los adolescentes que quedó con vida luego del ataque a ocho jóvenes el pasado 4 de julio en una huerta de Coyuca de Benítez.
Los familiares y amigos habían decidido mantener oculta la información por seguridad del joven y difundiendo que sólo habían sido siete los asesinados.
Julio César fue uno de los dos adolescentes que quedaron con vida después de que un grupo de hombres armados los sorprendió en una huerta donde según las versiones de amigos y familiares se encontraban festejando el fin de curso escolar de uno de ellos. Los jóvenes fueron ejecutados en un claro cerca del río.
En un principio se dijo que sólo uno de los ocho adolescentes y jóvenes que fueron acribillados había quedado con vida, muriendo en el traslado al hospital, sin embargo al siguiente día, en el funeral las versiones comenzaron a cambiar.
Primero se dijo que eran sólo siete los adolescentes y jóvenes asesinados y que había uno en el hospital, después dijeron los familiares y conocidos que habían sido siete y no ocho los agredidos, por lo que todos ya habían sido sepultados; sin embargo, después se supo que sí había un octavo que estaba hospitalizado como se había dicho al día siguiente del ataque, pero que no querían que se supiera por seguridad del joven.
A un mes de estar luchando por su vida en el Hospital General de Acapulco falleció Julio César de 17 años de edad, quien recibió disparos en diferentes partes del cuerpo y la cabeza.
Los familiares, amigos y vecinos de los adolescentes y jóvenes asesinados marcharon para pedir paz en Coyuca de Benítez, principalmente en las colonias donde vivían las víctimas, asentamientos que se encuentran a unos 10 minutos del centro del pueblo.
Las autoridades, entre ellas el gobernador Ángel Aguirre Rivero ofreció que se investigarían los hechos para determinar los motivos del ataque. Sin embargo, en un boletín enviado por la Procuraduría de Justicia del Estado de Guerrero el mismo día de la agresión, se mencionó que en donde estaban los cuerpos de los adolescentes y jóvenes había “una bolsa nylon de la cual despedía un olor penetrante, al parecer tiner y pegamento de contacto”.
Los otros siete adolescentes y jóvenes asesinados fueron los hermanos José Alberto y José Alexis Sánchez Chávez de 12 y 13 años, Jesús Ángel Galeana Mayo y Jorge Luis Ramírez Mora de 14 años, Christopher Jerry Guerrero Rojas de 16, Osvaldo Rodríguez García de 22 y Agustín Lumber Parra de 24 años. (Mariana Labastida).

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