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Reivindica Aguirre al Ejército después del incidente con la UPOEG en El Pericón

*Emplea su discurso por el 231 aniversario del nacimiento de Vicente Guerrero para hacer un reconocimiento a las fuerzas militares. Son “ejemplo de valor, constancia y dedicación para edificar instituciones fuertes”, dice. Se lanza contra quienes “pretenden apartarse de los caminos de la ley para hacer valer pretendidos derechos”. Alumnos de la Normal de Ayotzinapa participan en el desfile oficial pero con pancartas contra el gobernador

Zacarías Cervantes

Tixtla

A cuatro días de que integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) retuvieron a más de 100 elementos del Ejército en poblado de El Pericón, municipio de Tecoanapa, el gobernador Ángel Aguirre Rivero reivindicó a la institución armada, le manifestó un reconocimiento de su gobierno “y del pueblo de Guerrero”, y le ofreció su respaldo frente a “quienes teniendo otra visión, pretenden apartarse de los caminos de la ley para hacer valer pretendidos derechos”, dijo sin mencionar a la UPOEG.
La retención se dio en protesta porque los soldados desarmaron a cinco elementos de la Policía Ciudadana.
El gobernador dijo lo anterior ayer aquí en su discurso con motivo del 231 aniversario del natalicio de Vicente Guerrero, al que asistió en representación del presidente Enrique Peña Nieto, el subsecretario de Desarrollo Comunitario de la Secretaría de Desarrollo Social federal, Javier Guerrero García.
Al final el gobernador no dio entrevistas y salió aprisa junto con los funcionarios de su gobierno debido a una marcha de integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), que llegaron al final del desfile oficial y se apoderaron del estrado, desde donde había sido presidido el desfile oficial por los funcionarios estatales y federales.
Durante el desfile sorprendió la participación de un contingente de estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, quienes gritaron consignas y con mantas y pancartas se manifestaron en contra del gobernador Ángel Aguirre.
La ceremonia comenzó a las 10 y media de la mañana con el discurso del gobernador Ángel Aguirre. Estaba programado para ello el secretario de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, sin embargo de última hora Aguirre Rivero decidió hablar él.
Incluso el maestro de ceremonias todavía anunció como el orador oficial al secretario de Gobierno, y en ese momento le aclararon que hablaría el gobernador y no Martínez Garnelo.
Después de realizar una reseña de lo que fue Vicente Guerrero, el gobernador Aguirre Rivero dijo que “el Ejército mexicano, como el Ejército que siguió a Vicente Guerrero, encarna los ideales más elevados de nuestro pueblo, defendiendo desde sus puestos de batalla los más elevados anhelos que tenemos como nación sin vacilaciones y sin requiebros”.
Aguirre agregó: “nuestras fuerzas armadas, así como lo hicieron ayer bajo el mando del patriota don Vicente Guerrero Saldaña, se constituyen en ejemplo de valor, constancia y dedicación para edificar instituciones fuertes bajo el estandarte único de la ley”.
El gobernador se expresó así a un día de que en reunión en la Secretaría de Gobernación, el subsecretario de Gobierno federal, Luis Enrique Miranda Nava, y él, condenaron la retención de los militares en la comunidad de El Pericón el lunes y martes, y le advirtieron a la dirigencia de la UPOEG que no habrá mesa de diálogo con ese grupo “hasta en tanto no haya condiciones de respeto irrestricto a las instituciones del Estado mexicano y el marco legal que nos regula”.
En este contexto el gobernador añadió: “el pueblo y el gobierno de Guerrero quiere hoy rendirle testimonio público de reconocimiento y gratitud a nuestro Ejército mexicano emanado del pueblo”.
Aguirre Rivero insistió en que el “pueblo y gobierno, al igual que reconoce a los héroes de ayer, como don Vicente Guerrero, está hoy en día intensamente reconociendo a las instituciones como el Ejército que se esmera en servir al pueblo no sólo en los desastres naturales, sino en su lucha sin tregua contra los soterrados enemigos de México”.
El gobernador manifestó que él sabe que en la salvaguarda del Estado social de derecho no existe esfuerzo minúsculo, ni pequeño, “sobre todo cuando se trata de defender a la patria, así lo demuestra la historia y así lo constatan los hechos de quienes teniendo otra visión pretenden apartarse de los caminos de la ley para hacer valer pretendidos derechos”.
En su discurso el gobernador Aguirre Rivero insistió, por otra parte, “en algo que nos ha parecido injusto para los guerrerenses, “que se reforme la arenga que cada año se da con motivo de las fiestas patrias y que, invariablemente, se incluya al general Vicente Guerrero Saldaña”.
Asimismo, añadió que su gobierno se pronuncia por profundizar el pacto federal “que nos permita saldar la deuda social con los más desprotegidos, para combatir la pobreza y garantizar la seguridad a nuestra población, para caminar hacia una transición no sólo política, sino social”.

Diálogo, plantea el enviado federal

Por su parte, el enviado del gobierno federal, Guerrero García, dijo que es en el espacio de la negociación política en donde debemos dirimir las tareas públicas, “pero esto no es sólo válido para los gobernantes, también es para los ciudadanos. Debemos confiar en el diálogo y en la convergencia de consensos para atacar de frente los problemas que hoy enfrenta el país y este estado que vio nacer a Vicente Guerrero”.
Después reconoció que en el 231 aniversario del Natalicio de Vicente Guerrero, “no hemos logrado aún, a pesar de los notables avances que hemos tenido en los más de dos siglos de vida independiente, resolver cuestiones fundamentales como el ejercicio pleno de los derechos sociales y una igualdad  de oportunidades que borren las lacerantes iniquidades que muchas de nuestras comunidades padecen”.
Pero dijo que luchar contra la exclusión “es una tarea de todos, es una tarea de gobierno y debe estar acompañada por la participación de los ciudadanos”.
En el presídium estuvieron también el rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Javier Saldaña Almazán; el presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local, Bernardo Ortega Jiménez; el comandante de la 35 Zona Militar, Juan Manuel Rico Gámez; el presidente municipal de Acapulco, Luís Walton Aburto; el presidente municipal de Tixtla, Gustavo Alcaraz Abarca; el secretario de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo; la secretaria de Educación, Silvia Romero Suarez; el coordinador del Ejecutivo del Estado, Humberto Salgado Gómez; el senador perredista Sofío Ramírez Hernández, así como los diputados locales del PRI, Héctor Astudillo Flores, y del PAN, Jorge Camacho Peñaloza.
El desfile lo encabezaron los elementos del Ejército y de la Marina, después participó la Secretaría de Seguridad Pública. Siguieron contingentes que integran el Fandango Guerrerense, así como grupos culturales de varios municipios del estado, seguidos de asociaciones de charros.
Sorprendió que dentro de los contingentes del desfile oficial, marchara un grupo de estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. Encabezaban a este contingente varios alumnos cargando una inmensa tortuga armada de madera y cartón. Atrás caminaban decenas de estudiantes alzando pancartas con consignas diversas. Algunas de ellas decían: “Aguirre, entiende, Ayotzi no se vende”; “12 de diciembre no se olvida”; “Aguirre, maldito, asesinar es un delito”; “Aguirre, idiota, Ayotzi es tu derrota”; “Aguirre, ya vete de Guerrero”; “Aguas Blancas no se olvida”.
Mientras pasaban los estudiantes frente al estrado, el gobernador forzaba una sonrisa y disimulaba su enojo platicando con el enviado del gobierno federal o con el alcalde de Tixtla, Gustavo Alcaraz, a quienes tenía a sus costados.
El desfile que comenzó a las 11 de la mañana terminó atropelladamente a la una y media de la tarde.
Atrás del desfile oficial un contingente de aproximadamente 300 integrantes de la APPG marchaba encabezado por el veterano luchador social Pablo Sandoval Cruz, el dirigente de la organización, Nicolás Chávez Adame, y el dirigente de los mineros en huelga de Taxco, Roberto Hernández Mojica.
Ante ello, los funcionarios bajaron apresuradamente del templete y caminaron por la banqueta protegidos por vallas metálicas. Caminaron aprisa ignorando a los reporteros que desde atrás de las vallas estiraban grabadores y micrófonos y lanzaban preguntas que no tenían respuesta.
En su estampida, el gobernador Aguirre Rivero dejó atrás al enviado presidencial, Javier Guerrero, quien fue uno de los últimos en abandonar el templete y sólo la secretaria de Educación, Silvia Romero Suárez, lo conducía hacia la salida donde tendrían que abordar los vehículos.

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