Entrega la UPOEG el Palacio de Tierra Colorada tras una semana de ocupación

*Acuerdan los inconformes con la presidenta Elizabeth Gutiérrez que la policía ciudadana se hará cargo de la seguridad. La alcaldesa panista está hospitalizada desde el domingo, informa uno de sus guardaespaldas

Fernando Hernández

Tierra Colorada

Integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), respaldados por los integrantes del Sistema de Seguridad Ciudadano (SSC), entregaron la mañana de ayer las instalaciones del palacio municipal de Juan R. Escudero que mantuvieron tomadas por una semana para demandar la renuncia de la alcaldesa panista, Elizabeth Gutiérrez Paz, a quien han señalado de tener vínculos con la delincuencia organizada.
En las inmediaciones del palacio municipal se pudo observar a algunos regidores que estaban estampando sus firmas en las hojas que contenían los acuerdos de una reunión que se realizó la noche del domingo en Tierra Colorada, en la que se pactó la entrega del ayuntamiento.
El acuerdo central al que llegaron por una parte la comisión de regidores y la alcaldesa, que fue encabezada por el síndico Bernardo Muñoz Flores, y por la otra los integrantes de la UPOEG aglutinados en una comisión ciudadana, fue que los policías ciudadanos iban a ser quienes a partir de este lunes estarán a cargo de la seguridad en la cabecera municipal –Tierra Colorada—, así como en las localidades en las que hay presencia del SSC, que son prácticamente 20 de las 24 comunidades que integran el municipio de Juan R. Escudero.
El pasado lunes 5 de agosto, habitantes de diferentes comunidades del municipio de Juan R. Escudero en compañía de integrantes del SSC bloquearon la carretera federal Tierra Colorada-Ayutla.
Las protestas fueron en solidaridad con los policías ciudadanos de la comunidad de El Pericón, perteneciente al municipio de Tecoanapa, ya que ese día el Ejército les había decomisado sus armas.
El  martes 6 de agosto, alrededor de 200 personas tomaron la alcaldía de Juan R. Escudero, y desarmaron a los policías municipales, para exigir la renuncia de la presidenta panista.
Ayer a las 9:59 de la mañana los integrantes de la UPOEG, así como algunos regidores, comenzaron a hacer maniobras para abrir un candado con el que había sido asegurada la reja principal del palacio, y fue hasta que alguien trajo otro juego de llaves cuando se abrieron las puertas del ayuntamiento que permaneció cerrado por casi una semana.
Las puertas se abrieron y los integrantes de la UPOEG y los regidores entraron al palacio municipal que está pintado de azul debido a la extracción panista de la alcaldesa.
Pero ella, Elizabeth Gutiérrez Paz, no se presentó en las instalaciones ni había firmado el documento que contenía los acuerdos, mismo que era paseado de un lado para otro.
En su momento el regidor perredista Israel Hernández Espinoza reclamó la ausencia de representantes del gobierno del estado para que fueran testigos de la entrega del palacio y garantes del cumplimiento de los  acuerdos.
Agregó que en los acuerdos quedó vacío el espacio reservado para la firma del subsecretario para Asuntos Políticos y ex dirigente estatal del PRD, Misael Medrano Baza, a quien el Ejecutivo designó uno de los mediadores del conflicto.
Y recordó que “el más importante de los acuerdos” fue “que la policía ciudadana “va a estar a cargo de la seguridad en el cabecera municipal y de las comunidades” en las que ya están integrados grupos del SSC.
—Los hechos de violencia en el municipio… ¿cómo se encuentran las cosas ahora? –preguntó un reportero.
—Ahorita, en este momento se encuentran bien, desde que entró la policía comunitaria (ciudadana). Anteriormente estaba fuerte la ola de violencia, pero desde la entrada de ellos (los integrantes del SSC) eso ha cesado, se  encuentran bien o por lo menos estables —aseguró el regidor Hernández Espinoza.
Por su parte el promotor de la UPOEG, Inocencio Alvarado Ramírez, quien también formó parte de la comisión de ciudadanos que entregó el palacio municipal a las autoridades, hizo énfasis en que “la armonía y la buena fe de las partes hacen que lleguemos a buenos acuerdos”.
Hace una semana, los inconformes acusaban a la alcaldesa panista y a la policía municipal de nexos con grupos del narcotráfico que se disputan el control de los territorios y brechas de Juan R. Escudero y del Valle del Ocotito, que pertenece a Chilpancingo.
Los señalamientos en contra de la presidenta municipal se desvanecieron y el vocero dijo que Gutiérrez Paz “estuvo en las mesas de diálogo”.
“Ella ha estado en las pláticas, sí estuvo, claro que sí estuvo”, insistió Alvarado Ramírez cuando se le preguntaba por la ausencia de la alcaldesa en la entrega de las instalaciones.
Al preguntarle si todavía sostenían la postura de que la presidenta municipal tenía vínculos con la delincuencia, atajó de inmediato con que “eso ya queda en el pasado, de aquí en adelante ahora hay que ver para el futuro”.
Recordó que uno de los acuerdos fue la revisión de la propuesta de inversión de obras públicas para este año, y al respecto dijo que se espera que en los poco más de dos años que le quedan a la administración, la alcaldesa panista realice por lo menos una obra en cada una de las 24 comunidades que integran el municipio.
Para las 11 de la mañana de ayer el palacio municipal ya estaba abierto, y se anunció que una parte del pago del programa Oportunidades se iba a realizar en la sala de usos múltiples del edificio.
Todavía no pasaba una hora desde que el palacio había sido entregado, eran las 11:10, y un grupo de ocho policías municipales vestidos de civil ya estaban presentes en el edificio. Traían consigo unas maletas en las que portaban sus uniformes.

Conteo de las armas

El consejero jurídico del ayuntamiento, Carlos Robles, así como el regidor Hernández e integrantes de la comisión ciudadana se trasladaron hacia la Dirección de Seguridad Pública, un edificio que está prácticamente a un costado del palacio municipal y en medio de una plazuela; las instalaciones son llamadas por los funcionarios como “la sede alterna”.
La entrada del edificio estaba custodiada por unos seis elementos de la policía ciudadana que portaban escopetas de cacería, sus armas de cargo.
En la bodega del armamento de la policía municipal se hizo un conteo de los rifles y pistolas, así como de los cargadores que quedaron en custodia de la policía ciudadana desde el pasado martes.
El comandante de la policía municipal, Felipe  Morales, contabilizó las armas de la corporación y de acuerdo al conteo que se hizo se pudo observar que en la comandancia había: ocho rifles de asalto de la marca Colt registrados con las matrículas A11092G, A12156G, A1219, CSL001745, SP345990, A1277G, SP317051 y SP3458G1; cuatro escopetas cuyos registros están archivados bajo las claves L332493, L3324542, L3324720, L3324847, L3324412, y tres subametralladoras tipo Uzi cuyos números de registro son “9782884, 9782408, 9986992”.
En las instalaciones hay un área para el descanso de los policías municipales que da signos de meses de abandono. En ella hay bases de literas hechas de herrería sin colchones, así como basura y polvo, y un baño en pésimas condiciones.
Fuentes de la Dirección de Seguridad Pública de Juan R. Escudero apuntan a que en el municipio tiene adscritos a alrededor de 80 policías, de los cuales todos están en  activo.
En tanto que el SSC cuenta con alrededor de 410 policías ciudadanos que están distribuidos en al menos 20 de las 24 comunidades que integran el municipio.
Durante el proceso de entrega y recepción del palacio municipal no se observó a la alcaldesa Elizabeth Gutiérrez Paz.
Reporteros de varios medios acudieron a su casa ubicada en la avenida principal de Tierra Colorada. En su domicilio se encontraban unos cinco hombres vestidos de civil y armados con rifles de alto poder que forman parte de su escolta personal, además de unos cuatro policías municipales.
Uno los vestidos de civil dijo a los reporteros que la presidenta municipal había sido “internada” en un hospital, pero no ofreció más detalles. Agregó que la alcaldesa había sido “internada” desde el domingo.