Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

PEMEX y CFE no se venden, pero se abren a la inversión privada: Peña Nieto

*Presenta el Presidente su proyecto de reforma energética. Plantea la apertura al capital privado a partir de asociaciones para la extracción del petróleo. La s actividades de refinación, petroquímica, transporte y almacenamiento de petróleo y gas podrán asignarse a particulares

Arturo Rodríguez / Agencia Proceso

Ciudad de México

Con citas e invocaciones de Lázaro Cárdenas y un diagnóstico que proyecta al sector energético como deficitario, improductivo y agotado, el presidente Enrique Peña Nieto presentó ayer su iniciativa de reforma constitucional en la que de antemano advirtió que Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no se venderán ni se privatizarán, aunque sí se abrirán a la inversión privada.
El plan energético de Peña Nieto plantea la apertura al capital privado a partir de asociaciones para la extracción. En cambio, en lo que toca a la refinación, petroquímica, transporte y almacenamiento de petróleo y gas podrán asignarse a particulares.
Respecto al sector eléctrico, la reforma constitucional posibilitará que inversionistas privados participen en la generación de electricidad, de tal suerte que estimulen la competencia, reduciendo así las tarifas.
En cualquier caso, la rectoría del estado se mantiene, según Peña Nieto, pues en el ramo petrolero, los productos del subsuelo seguirán siendo de la nación y, en el eléctrico, el estado mantendrá el control del sistema, así como del servicio público de redes de transmisión y distribución.
El anuncio de las reformas a los artículos 27 y 28 constitucionales fue adornado con diversas menciones al ex presidente Lázaro Cárdenas.
Peña Nieto recordó que hace 75 años el entonces presidente Lázaro Cárdenas expropió la industria petrolera y que en esa ocasión se celebraron contratos con particulares bajo la rectoría del estado. Y atribuyó la siguiente cita al ex presidente, cuando se dirigió al Congreso para plantear su reforma al 27 constitucional en 1938:
“La exclusión de los particulares del régimen de concesiones que el artículo 27 fija  a la explotación de los recursos naturales del dominio público, no implica que la nación abandone la posibilidad de acudir la colaboración de la iniciativa privadas sino simplemente que esa colaboración deberá realizarse en el futuro dentro de las formas jurídicas diversas de la concesión”.
Luego, aclaró que su proyecto no considera “producción compartida, sino contratos de utilidad”.
De acuerdo con el mandatario, lo que se busca con la reforma al artículo 27 constitucional es que vuelva a decir lo que Lázaro Cárdenas dijo y dejó escrito sobre la participación privada en exploración, extracción, refinación, petroquímica, transporte y almacenamiento de los hidrocarburos. Esto es, en todo la cadena petrolera que, además, implicará una reestructuración de Pemex.
En apenas cuarenta minutos, los discursos del titular del Ejecutivo y del secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, delinearon los diferentes aspectos de la reforma ante la totalidad de los miembros del gabinete legal y ampliado.
El titular de la Secretaría de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, se encargó de hacer el diagnóstico; dijo que, de seguir como hasta ahora, se enfrenta “una amenaza a la seguridad energética” del país.
Advirtió que las empresas de Estados Unidos pueden regresar a su país por los altos costos de la electricidad, que se están agotando las reservas petroleras de fácil extracción, y que México es deficitario en producción de gas, gasolina, petroquímicos y transporte de combustibles.
Peña Nieto se encargó de exaltar las bondades de su propuesta. Aseguró que elevará la calidad de vida de las familias, generará empleos y fortalecerá la economía nacional.
Con la ausencia de los integrantes del Pacto por México, pero con la consideración del presidente de que el diálogo con las fuerzas políticas ha creado un buen ambiente para la reforma, la iniciativa firmada y presentada hoy al Legislativo prevé abrir a la inversión privada todos los proceso del sector energético, incluidos el petróleo y  el gas; reestructurar Pemex, cuyas subsidiarias se reorganizarán en dos divisiones: Exploración y Producción, que concentrarán todo lo relacionado con la extracción de petróleo y gas, y promover la transformación industrial a fin de orientar al procesamiento del petróleo, el gas, los combustibles petrolíferos o petroquímicos.
Además, incluye la instauración de un nuevo régimen fiscal que se instrumentará a partir de que se aprueba una eventual reforma hacendaria, lo cual implicará una contribución más moderada a fin de que los recursos se reinviertan en la empresa.
También supone una mayor transparencia y rendición de cuentas y, finalmente, la implementación de contratos de utilidad, es decir, los mencionados contratos para extracción, así como los contratos sólo con particulares para refinación, petroquímica, transporte y almacenamiento de petróleo, gas y derivados.
En el acto, celebrado en la residencia oficial de Los Pinos, el mandatario se concretó a firmar la iniciativa de reforma a los artículos 27 y 28 constitucionales, y anunció que más adelante presentará el paquete de reformas a las leyes reglamentarias.
No obstante, expuso que con la reforma que plantea se lograrán una restitución de reservas probadas de petróleo y gas superiores a 100 por ciento, es decir, que se encontrarían más reservas; el incremento de 2.5 millones de barriles diarios de petróleo a 3 millones de barriles en 2018 y 3.5 millones para 2025.
Además, un aumento en la producción de gas natural que de 5 mil 700 millones de pies cúbicos diarios, se elevará a 8 mil millones en 2018 y a 10 mil 400 millones en 2025.
Peña Nieto aseguró que los mexicanos verán reflejado en sus bolsillos la mejoría, que las reformas estimularán la competitividad y la generación de empleos, y que se abaratará el recibo de la luz de familias, comercios e industrias.

Está amenazada  la seguridad energética, advierte Coldwell

Pedro Joaquín Coldwell se encargó de contextualizar el plan energético de Peña Nieto.
En México, dijo, se produce menos petróleo y gas natural, cuando la inversión pública se ha sextuplicado; el gas natural no satisface el mercado interno, pues la tercera parte de la demanda nacional es importada; además, se importa petroquímica por 21 mil millones de dólares anuales y el 49 por ciento de la gasolina del mercado interno.
Según el funcionario, en ocho años la producción de crudo descendió en 835 mil barriles diarios, dejando el país de percibir casi 22 mil millones de dólares anuales.
El secretario sostuvo que se está acabando el “bono energético” de Cantarell, por lo que en México se está acabando la era de los yacimientos gigantes en aguas someras que representaban petróleo abundante y bajos costos de extracción.

468 ad