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Los militares sólo instalarán los comedores y luego se irán, afirma Rosario Robles

*Inaugura la titular de Sedesol en La Montaña los primeros comedores comunitarios

Carmen González Benicio

La Soledad, Tlapa

La secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, puso en marcha aquí el programa nacional de comedores comunitarios y brigadas médicas, de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, con el apoyo de militares que realizan actividad  social en la comunidad de La Soledad.
La funcionaria anunció que se instalarán 500 comedores en las regiones Montaña y Costa Chica con el apoyo de militares, pero aclaró que los soldados sólo estarán las primeras semanas y se irán, por lo que el comité correspondiente deberá hacerse cargo con el presupuesto asignado, pues “el dinero es del pueblo y se tiene que usar”.
Pidió al comité de La Soledad que defina quién necesita el apoyo del comedor, a quién le  hace falta y que la prioridad son los niños, las embarazadas y los adultos mayores.
Dijo que se iba tranquila de que en la región impera el deseo de paz, “porque nos dijeron que veníamos a una zona peligrosa”.
Mencionó que las acciones del gobierno federal no eran políticas asistencialistas, “no, aquí vamos a trabajar todos, no sólo se va a poner la mano, y entre todos lo vamos a hacer, piden que se compongan las aulas de la escuela, es responsabilidad del gobierno, pero podemos traer los materiales y en una sola jornada la levantamos, ¿o no?”, preguntó, y los asistentes respondieron que sí, aunque un grito de “no” se escuchó a lo lejos.
Agregó que el gobierno federal impulsa varias acciones, como las brigadas de salud, obras de agua potable, de drenaje, y se han firmado convenios con la Comisión Nacional del Agua para llevar el líquido a donde se necesite y con la Comisión Federal de Electricidad para dotar del servicio de energía eléctrica.
Habló de la ampliación del programa Oportunidades, de Liconsa, del seguro para jefas de familia, y de “65 y más”, entre otros.
En su intervención por parte del gobierno del estado, la secretaria de Sedesol, Beatriz Mojica Morga, dijo que era bueno que llegaran los apoyos al estado y que se debe aprovechar la oportunidad porque la pobreza se combate en grupo y no de forma individual.
Agregó que los comedores no son asunto del Ejército y que la gente debe hacerse cargo de ellos para que funcionen, y que allí no había colores ni intereses sino motivación por ayudar a la gente.
El alcalde de Tlapa, Victoriano Wences Real, informó que hay una inversión de 180 millones en diversas obras y proyectos en el municipio y que se instalarán 10 comedores.
Dijo que en las acciones no se ven ideologías de partidos y pidió que el programa no se desvíe de su motivo principal, que es combatir el hambre.
Reconoció el trabajo del Ejército, que lo ha ayudado de forma solidaria con varias acciones en el municipio.
La directora general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (Cdi), Nuvia Mayorga, dijo que en el marco de la Cruzada Nacional Contra el Hambre se estaban haciendo 10 obras en servicios de agua por 33 millones de pesos en comunidades de Tlapa; de drenaje en 14 por 36 millones, y tres ejes carreteros por 66 millones de pesos.
La presidenta del comité de La Soledad dijo que es un pueblo abandonado y que era bueno porque el comedor ya funcionaba,  “no creíamos porque siempre vienen políticos y prometen cosas y nunca se hace nada, ahora esperamos que se lleve y cumpla las peticiones que le hacemos, porque somos un pueblo abandonado, dígale eso al presidente y su esposa”, dijo.
En la actividad entregaron apoyos productivos de cría de guajolotes, de pollos y de producción de miel a mujeres de Tlalquilzingo y La Soledad.
La actividad programada para la una de la tarde inició a las tres con el arribo, en helicópteros, de las funcionarias federales y estatales que venían de las cabeceras municipales de Cochoapa el Grande y Metlatónoc, donde también se inauguraron comedores.
Al lugar no llegó la presidenta del DIF, Laura del Roció Herrera de Aguirre, quien trascendió las acompañó en los primeros lugares.
La gente de las comunidades de la Providencia, La Soledad, Ahuatepec, Ejido, Tlaquilzinapa y trabajadores de instituciones estatales y federales en la región fueron citados desde las 11 del día para estar en el acto y ante la espera les repartieron una fruta.
El acto cerró después de una hora y de las intervenciones de los funcionarios, en los que se distinguió la presencia de los militares que realizan sus actividades de “labor social” en La Soledad.
La visita de la funcionaria fue con fuerte presencia militar, municipal y policía estatal, y la gente que acudió al lugar era obligada a caminar, no pudieron entrar con vehículos salvo los funcionarios conocidos.
Se dijo que el filtro fue para evitar que llegara más gente de la prevista al lugar. Robles Berlanga no quiso dar entrevistas y argumentó que era porque se despedía de la gente.

En busca de la foto

La titular de la Sedesol federal recorrió el comedor comunitario en busca de buenas fotos con los niños para incluirlas en un informe al presidente Enrique Peña Nieto.
El comedor se instaló en la escuela primaria de la localidad de La Soledad, del municipio de Tlapa.
La funcionaria inició su recorrido por el lugar y los militares le informaron de menú del día, el costo del platillo y a quiénes serían servidos; para ello ya estaba un grupo de niños que serían los primeros.
La funcionaria recorrió los stands que los militares colocaron para las consultas médicas; le dijeron que las enfermedades más recurrentes detectadas son las de la piel, seguidas por las de los ojos y los parásitos.
La titular de la Cdi, Nuvia Mayorga, le dijo que era por falta de agua y Robles contestó que también por la falta de baño.
Siguieron al área de corte de pelo, donde se encontraban varias familias, y pasaron al de herrería y electrónica.
Regresaron al comedor, donde los niños estaban siendo atendidos bajo una lona roja por los militares.
Las fotos no fueron buenas para la funcionaria, que posó mientras platicaba con los niños, pues no tenían calidad para subirlas a  twitter, se escuchó decir a sus asistentes.
Le dijeron que las fotos no eran buenas y que debía acercarse a los niños nuevamente, pero esta vez fue con los que aún esperaban en la fila su plato.
Ahí la luz era más adecuada. Nuevamente se acercó para hacerles preguntas. Y ahora sí le confirmaron que las fotos eran buenas y siguió su paso hacia el acto en la cancha de basquetbol.
Nuevamente se oyó a su equipo decir “tómale buenas fotos, serán el informe que le entregue al presidente”.

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