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Kerry “entiende” pero también ignora las quejas de Brasil por el espionaje

*Enfrentamientos entre fuerzas policiales y manifestantes vuelven a sacudir Río de Janeiro

EFE / DPA

Brasilia / Nueva York / Washington

El secretario de Estado de EU, John Kerry, recibió ayer una fuerte queja de Brasil por el espionaje de la CIA y otras agencias y dijo “entenderla”, pero aseguró que se trata de actividades “legales” y “necesarias” para garantizar la seguridad global.
“Estados Unidos recoge información de inteligencia para proteger a sus ciudadanos, como hacen todas las naciones del mundo, y lo hace dentro de las leyes”, aseguró Kerry junto al canciller brasileño, Antonio Patriota, quien primero le había recriminado el espionaje estadunidense y lo había calificado de “sombra” en las relaciones.
Patriota fue el primero en tomar la palabra ante los periodistas y, tras elogiar las relaciones económicas y comerciales entre ambos países, aseguró que entre Estados Unidos y Brasil existe un “nuevo desafío”, que es “la interceptación electrónica”.
Aludió así a las denuncias hechas por el ex agente estadunidense Edward Snowden sobre el espionaje global de la CIA y otras agencias, que entre muchos otros países ha afectado también a Brasil.
El ministro recordó que Brasil ha exigido a Estados Unidos que aclare esas denuncias, pero apuntó que las explicaciones pedidas “no son un fin en sí mismas” y “no bastan”, pues lo que es “necesario” es “terminar con esas prácticas”.
Según Patriota, cuando la relación entre dos países alcanza el grado de “madurez” que existe entre Brasil y Estados Unidos “se deben abordar todos los temas relevantes” y citó el espionaje entre ellos.
Recordó que, desde que se conocieron las denuncias de Snowden y el impacto del espionaje en Brasil, el Gobierno de Dilma Rousseff abrió “canales de diálogo técnico y político” con Estados Unidos.
También citó que el Mercosur acordó formular una protesta ante las Naciones Unidas, lo cual hicieron los ministros de Exteriores de los países miembros del bloque, y sostuvo que “todo eso refleja una preocupación legítima de la región y la comunidad internacional”.
Según Patriota, se trata de “prácticas que pueden atentar contra la soberanía, contra los derechos individuales e incluso contra los derechos humanos”.
Por su parte, la ciudad brasileña de Río de Janeiro volvió a vivir ayer una madrugada de violencia, a raíz de enfrentamientos entre fuerzas policiales y participantes en una protesta que se inició en la zona céntrica de la ciudad y terminó en el palacio de la gobernación del estado, en el barrio Laranjeiras.
Según las autoridades, un policía y un reportero resultaron heridos por piedras lanzadas por manifestantes, y al menos dos participantes de la protesta fueron detenidos.

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