Ciudad de México, 13 de octubre de 2024. La última edición del Festival Internacional Cervantino (FIC) organizada por la administración anterior, la del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, fue inaugurada con el reto de resarcir la pérdida de asistentes que Guanajuato sufrió el año pasado.
Debido al adelanto de la sucesión presidencial en este 2024, fue la recién nombrada secretaria de Cultura, Claudia Curiel de Icaza, quien dio inicio al evento y otorgó los reconocimientos anuales para artistas y periodistas.
En un acto simbólico de agradecimiento, la Presea Cervantina de la edición 52 de la “Fiesta del Espíritu” fue otorgada a su público, representado por una pareja del Estado de México que ha asistido al festival durante 49 años, Hilda Corona y Guillermo Gómez.
“Estamos orgullosos y contentos de poder estar aquí otro año más, después de haber estado tantos años”, celebró ayer el señor Gómez en entrevista posterior a la entrega del galardón.
A decir de ambos, su asistencia en Guanajuato en este tiempo sólo pudo ser interrumpida dos años por la pandemia de Covid-19 y en 1985, a causa del terremoto de ese año en la Ciudad de México.
“Fuera de ahí, todos los años”, dijo la señora Corona, orgullosa.
El protocolo inaugural fue también de primera vez para la gobernadora del estado, Libia Dennise García Muñoz Ledo; la presidenta municipal, Samantha Smith, y para la secretaria de Cultura del estado, Lizeth Galván, quienes inician sus administraciones.
“Hoy, el Festival Internacional Cervantino tiene, como nunca antes, rostro de mujer”, declaró ayer viernes la mandataria estatal.
“Basta con ver a las mujeres que hoy están encabezando los principales cargos y representaciones”, añadió la gobernadora de extracción panista.
En su primer Cervantino, las tres funcionarias entregaron la Presea Eugenio Trueba Olivares, que reconoce a artistas guanajuatenses, al músico, compositor, investigador y profesor Roberto Morales.
El reconocimiento al Periodista Destacado, por otro lado, correspondió a Hilda Josefa Archondo, cercana al FIC desde diversos medios durante 20 años.
En una ceremonia en el Museo Regional de Guanajuato, el FIC dio la bienvenida al país invitado de esta edición, Brasil, y al estado invitado, Oaxaca.
En su discurso, el embajador de Brasil en México, Nedilson Jorge, destacó la diversidad del programa compuesto por más de 100 artistas en 18 espectáculos.
“Desde los ritmos musicales del norte, hasta los grupos de teatro del sur del país, presentaremos una amplia gama de expresiones artísticas de nuestro Brasil, ya más conocido en el mundo y también el otro menos explorado”, prometió.
Oaxaca, por su parte, diría lo suyo sobre el escenario de la Alhóndiga de Granaditas, con la tradicional Guelaguetza como fiesta encargada de la apertura.
“Es la esencia de los pueblos originarios, la más trascendental de Latinoamérica, donde confluye danza, música, arte textil, cultura alimentaria, diversidad de lenguas y pensamientos de nuestro Estado”, definió Víctor Cata, secretario de las Culturas y las Artes de Oaxaca.
El jueves, Oaxaca ya había dado una probada de su oferta cultural con un convite festivo que recorrió el centro de Guanajuato desde el Jardín de Embajadoras a la Alhóndiga.
En su primer acto público como secretaria de Cultura fuera de la Ciudad de México, Claudia Curiel se limitó a celebrar la tradición del Cervantino, pero no esbozó la política que éste seguirá durante su administración.
La todavía titular del festival, Mariana Aymerich, agradeció poder permanecer al frente del encuentro un año más, pero no se informó si será ratificada más allá de esta edición.
A llevarse a cabo desde este viernes y hasta el 27 de octubre, la Fiesta del Espíritu buscará convocar de nuevo al 30 por ciento de asistentes que dejó de ir a Guanajuato entre las ediciones del 2022 y 2023.
Una baja que podría explicarse por la caída presupuestal del Festival, que hace dos años alcanzó la suma de 267 millones de pesos, por su 50 aniversario, para luego verse reducida a 169 millones 562 mil pesos en la edición siguiente.
Inunda la Guelaguetza a la Alhóndiga de color
Una voz resonó por toda la explanada de la Alhóndiga de Granaditas: “El himno a la diosa Centéotl da el anuncio de nuestra fiesta”.
Expectantes, desde las gradas o abarrotando las calles aledañas, los asistentes al Festival Internacional Cervantino vieron la llegada al escenario de Juana Hernández López, elegida este 2024 como representante de la diosa Centéotl, portavoz de las culturas de Oaxaca.
Flanqueada por un grupo de mujeres, con un cetro de maíz en mano, la originaria de Santiago Juxtlahuaca, en la región Mixteca, se encargó de iniciar los festejos.
“¡Vengo de una tierra humilde, de color y de canto, a compartir con el mundo que Oaxaca es un encanto!”, animó a los presentes.
Tras este ritual necesario, como si se tratara del Cerro del Fortín en julio, la Guelaguetza explotó en color, danza y baile de las siete regiones tradicionales del estado.
Se tratará de los sones y jarabes de Pochutla, las velas de Juchitán, o los tradicionales diablos de Santiago Llano Grande, Oaxaca mostró la diversidad de tradiciones de sus pueblos originarios.
En una fiesta que también fue de las lenguas indígenas, la etimología de la palabra Guelaguetza, el vocablo zapoteca Guendalezaa, refrendó su significado: “ofrenda” o “presente”.
Quizá por ello mismo, un grupo de bailarines entre el público aventó a los asistentes tlayudas, dulces tradicionales y otros bienes, para el gozo de los asistentes que se levantaban de sus asientos para recibirlos.
Una ofrenda con un programa de casi tres horas que sirvió para calentar una noche fría en Guanajuato, y como un preámbulo de todo lo que Oaxaca ofrecerá a la Fiesta del Espíritu.
Texto y foto: Agencia Reforma