Ciudad de México, 11 de septiembre de 2022. Un desarrollo precario de la lectura y la escritura que limita el análisis, así es como puede describirse el analfabetismo funcional.
“¿Esto qué significa? Son personas que son capaces de, si les dan un texto expositivo o narrativo, encontrar los personajes, hechos y detalles que están puestos ahí en el texto, pero son incapaces de tener procesos más complejos”, explicó Lourdes Centeno Partida, profesora titular del departamento de Psicología, Educación y Salud del ITESO.
“Son incapaces de argumentar, evaluar, de tener un juicio propio o un juicio crítico sobre aquello que leen”.
De acuerdo con el informe “Dos años después: salvando a una generación”, elaborado por el Banco Mundial, la Unesco y la Unicef publicado este año a propósito de evidenciar las secuelas de la pandemia en la educación, se estima que alrededor de 4 de cada 5 estudiantes de sexto grado de Latinoamérica y El Caribe no serían capaces de entender e interpretar adecuadamente un texto de longitud moderada.
Por su parte, el Secretario de Educación en Jalisco, Juan Carlos Flores Miramontes, dio a conocer en el arranque de este ciclo escolar que se tiene conocimiento de 60 mil alumnos de educación básica que presentan un rezago considerable en lectura, escritura y comprensión.
Centeno Partida comentó que, si bien la pandemia evidenció aún más el rezago, este no es el único factor que propicia debilidades en la lecto-escritura.
A nivel institucional, la experta ve urgente que se desarrollen políticas públicas que acerquen la lectura sobre todo a las infancias a través de actividades como cuenta cuentos, bibliotecas comunitarias que oferten títulos más allá de los educativos.
Texto y fotos: Agencia Reforma
