En Cárdenas, Tabasco, se convirtió en este periodo en un problema pues de contabilizar tres piquetes en enero, acumuló pasó a 35 en septiembre con un total de 184 puntos de ordeña
Ciudad de México, 15 de diciembre de 2019. En nueve meses, Huauchinango, Puebla, se ubicó en el mapa huachicolero de las autoridades federales.
El municipio de unos 110 mil habitantes, gobernado por el morenista Gustavo Adolfo Vargas, pasó de registrar en enero pasado cinco tomas clandestinas para la ordeña de combustible a Pemex a 48 piquetes en septiembre.
Lo mismo sucedió con otros seis municipios que comenzaron a incrementar la ordeña a Pemex “de manera silenciosa”.
Huauchinango suma 272 tomas ilegales de combustible pegadas a ductos, 433 por ciento más que en el mismo periodo de 2018.
El 4 mayo ese municipio, célebre por las Feria de las Flores, prendió alertas a las Fuerzas Armadas luego de que huachicoleros agredieron a balazos a personal de la Secretaría de Marina-Armada de México, con saldo de un elemento muerto y tres heridos.
Las acciones se llevaron a cabo en los tramos tres, cuatro, cinco y ocho del Poliducto Tuxpan-Azcapotzalco y terminó con la detención de seis presuntos agresores.
“Son municipios silenciosos por llamarlos de una manera, porque la actividad de los delincuentes generalmente no es tan ruidosa como otros donde las tomas superan hasta las 400 en ese mismo lapso, pero así inician, sin que nadie los voltee a ver”, dijo a REFORMA un gerente de Pemex, asignado a la Seguridad Física.
En Atitalaquia, en Hidalgo, un municipio industrial que no pasa de los 50 mil habitantes, también está en la mira.
En enero de 2019 sólo fueron halladas dos tomas clandestinas, pero en 9 meses sumó 15 piquetes a los ductos de Pemex, hasta llegar a 107, una escalada de 5 mil 250 por ciento en nueves meses.
En ese municipio, cercano a la Refinería de Tula, también en mayo, los huachicoleros colocaron una toma clandestina en uno de los ductos de gasolina Premium y ésta se salió de control.
La fuga descontrolada provocó un incendio, muy cerca de la barda perimetral de la refinería, lo que ventiló una red de mangueras de huachicol a la zona industrial de Atitalaquia.
Axapusco, en el Estado de México, famoso por el pulque y nombrado “Pueblo con Encanto” en 2013, se puso en el radar de Pemex al detectar en enero pasado bajas de presión por 17 tomas clandestinas.
Pará septiembre se detectaron 25 más. En total Axapusco suma 144 piquetes, un ascenso porcentual del 747 por ciento.
Aculco, un municipio mexiquense famoso por sus quesos, en los limites con Querétaro, apenas registró cuatro piquetes en enero y el doble en septiembre, al ducto que proviene de Tula con destino a Toluca y San Juan del Río.
Aculco suma 57 tomas clandestinas de enero a septiembre, por lo que ya se convirtió en una mancha roja en el mapa de Pemex por el robo de combustible.
Otro municipio mexiquense en el plano de alerta de Pemex es Acambay, famoso el centro ceremonial de Huamango, puso el semáforo en rojo al Ejército en enero con ocho piquetes, con una suma total de 58 piquetes a septiembre, es decir un ascenso porcentual del 625 por ciento.
En Tabasco, Cárdenas, se convirtió de enero a septiembre en un problema pues de contabilizar tres piquetes en enero, acumuló pasó a 35 en septiembre con un total de 184 puntos de ordeña.
Texto: Benito Jiménez / Agencia Reforma / Foto: Agencia Reforma
