18 diciembre,2017 6:49 am

Aún con obras ya atienden médicos a los pacientes en el nuevo hospital de El Quemado

Ayer, dos señoras se instalaron en puestos a vender comida afuera del edificio

Acapulco, Guerrero. Médicos y enfermeros de jornada acumulada se presentaron a laborar al nuevo hospital General ubicado en el poblado El Quemado, donde atendieron a los pacientes que se encontraban en urgencias en el otro nosocomio y que fueron traslados.

En las nuevas instalaciones se observó a trabajadores arreglar banquetas y rejillas, mientras que con maquinaria pesada se retiraba escombro.

Familiares de pacientes que fueron trasladados a las nuevas instalaciones dijeron que hay desorganización en la farmacia debido al traslado de medicamentos.

En el acceso principal al hospital se cuenta con vigilancia de policías privados, cuatro de ellos de la Policía Auxiliar del Estado, y se permite el acceso sólo a familiares de pacientes; en los alrededores no se observó ningún recorrido de los agentes.

Las instalaciones de Ruiz Cortines ayer estaban cerradas, y a decir de los trabajadores ya se encuentran en manos de Control Patrimonial.

Las instalaciones del Hospital General se encuentran en el poblado El Quemado, en la carretera federal Acapulco-México, adelante del corralón de los camiones del Acabús, de la unidad Real Hacienda y antes de llegar a la unidad habitacional San Agustín.

El edificio cuenta con iluminación propia y en la carretera son pocos los postes de alumbrado público que hay y funcionan. También se cuenta con agua potable.

Para pasar la calle y entrar al hospital se requiere de topes o reductores de velocidad, debido a que los vehículos que circulan en esa zona van con exceso de velocidad.

Los locales cercanos al nosocomio se encuentran a unos 200 metros, también una tienda de conveniencia y un Aurrerá que están en la unidad San Agustín.

Ayer dos señoras se instalaron en puestos a vender comida afueras del edificio.

Ya hay funciones

“Hoy (ayer) empezó a funcionar, estamos trabajando todos los de jornada acumulada”, explicó el doctor Eduardo Cabrera, y agregó que a los pacientes que llegan se les da atención; “desde ayer tenemos gente internada, a los pocos programados para darse de alta ya se les entregó”.

Agregó que todos los servicios están funcionando y que ayer se presentaron trabajadores de jornada acumulada, aunque no dio cifras de cuántos pacientes son atendidos.

Precisó que se da servicio a pacientes que van a medicina interna, “compañeros de cirugía también”.

El médico detalló que el “último paciente que estaba en urgencias en las otras instalaciones se lo trajeron la noche del sábado, ya no hay nadie, hay cosas que todavía se deben de sacar pero no hay ningún trabajador. Hoy (ayer) empezó a funcionar el nuevo hospital con todos, mañana (hoy) lo harán los compañeros que laboran de lunes a viernes”.

Recordó que muchos trabajadores tienen disposición, que la inconformidad fue la “falta de comunicación de las autoridades, el aviso oportuno que debió ser turno por turno, no se hizo, si lo hicieron en los medios no iba a escuchar yo un noticiero o a comprar un diario para enterarme de lo que me va a suceder en mi centro de trabajo”.

Se le preguntó a Eduardo Cabrera si se normalizará la atención y respondió que “me imagino que sí”, aunque después aclaró que “muchos empiezan a salir de vacaciones, pero tan pronto regresemos nos vamos a incorporar a nuestras labores con mucho gusto”.

Advirtió que está pendiente la entrega de las tarjetas, que ayer no se hizo y que desconocen cuándo se hará; “no puedo contestar esa información, habrá reunión sindical y no se en qué vaya a parar”.

Al hospital llegaban ayer médicos y enfermeras que entraban con sus identificaciones, y algunos que se detuvieron a responder algunas preguntas dijeron que aún no está en función de manera total porque sigue el traslado de pertenencias, además se está acomodando todo el archivo clínico y arreglando medicamentos, y se recorre el inmueble.

Por su parte, familiares de los pacientes, una de ellas de San Luis Acatlán, dijo que su marido fue trasladado la noche del viernes al nuevo nosocomio y hasta este lunes lo van a operar, “ahorita nada más con medicamentos para el dolor, porque se le viene un dolor de cabeza fuerte”.

Abundó que “las instalaciones están bien, pero lo malo son los doctores que no atienden a los pacientes”.

Dijo que todavía falta organización, “la farmacia está desorganizada, los doctores todavía están conociendo las instalaciones y acomodándose”.

Otra señora se quejó porque no hay un lugar con sombra donde ellos puedan sentarse y esperar, “este tragaluz está mal ubicado porque da la resolana muy fuerte, no debieron de haberlo puesto, eso nada más fue para protección de la lluvia, pero no todo el tiempo hay lluvias”.

Indicó que ayer no le permitieron quedarse dentro del área de espera, que la noche del sábado una de las señoras “rogó para que le permitieran pasar a la sala de espera y estar al pendiente de su familiar”.

Texto: Aurora Harrison / Foto: Carlos Alberto Carbajal

 

Con policías estatales desalojan a un médico y cinco
enfermeras que tomaron oficinas del hospital General

La movilización se registró el sábado por la noche, para impedir que cumplieran la amenaza de seguir dando consulta en ese edificio. Ayer por la mañana los agentes resguardaron los autobuses que llevaban al personal al nuevo hospital en El Quemado, a fin de evitar protestas

Texto: Mariana Labastida

Acapulco, Guerrero. Un médico y cinco enfermeras que tenían tomada el área de Gobierno del hospital General, en la avenida Ruiz Cortines, fueron desalojados por policías estatales el sábado por la noche, para impedir que cumplieran lo dicho de seguir dando consulta en ese nosocomio.

Y ayer por la mañana acudieron policías estatales a resguardar los autobuses que llevaban al personal al nuevo hospital en El Quemado, y evitar que algún inconforme con el cambio obstruyera el paso de los vehículos.

Usuarios del hospital reprocharon a las autoridades que no se piense en la población, luego de peregrinar del Centro de Salud de la Jardín a la CAAPS y de ahí a Ruiz Cortines, y no encontrar quién les brindara atención médica.

Después de 65 años en funcionamiento fue cerrado el hospital General, en Ruiz Cortines, y ayer ya no se dio ningún servicio. En septiembre pasado se cerró la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, luego de la muerte de cinco recién nacidos.

El médico especialista Javier Flores Juárez informó que policías estatales entraron al edificio el sabado a las 9 de la noche y sacaron a sus compañeros que estaban de guardia en el área de Gobierno, la cual tomaron el pasado miércoles en protesta por el cierre del hospital.

“Incluso sacaron a una de las enfermeras esposada, aunque no se la llevaron detenida”, señaló el médico.
Aseguró que hubo intimidación verbal por parte de los policías que sacaron del edificio al médico y las cinco enfermeras que estaban dispuestos a seguir dando atención en el inmueble de Ruiz Cortines.

Aunque los sacaron del hospital, que permanecerá cerrado, según lo dicho por las autoridades, Javier Flores indicó que hoy lunes los inconformes darán consulta aunque sea en la puerta del nosocomio si no pueden entrar.

También expuso que los médicos, enfermeras y administrativos son trasladados en autobuses, y que policías estatales custodian que los aborden sin que nadie se los impida.

Ayer, un grupo de hombres sacaron del edificio de Ruiz Cortines los últimos archivos y equipos que fueron llevados al hospital de El Quemado. El personal de seguridad fue el que informó a los pacientes que llegaron a solicitar consulta que acudieran al hospital Donato G. Alarcón, en Ciudad Renacimiento, o a la CAAPS en la colonia Progreso.

En menos de 15 minutos llegaron al hospital una madre con su hijo que tenía fiebre, y doña Eugenia con un familiar que iba con síntomas de presión alta.

Ellas acudieron al centro de salud de la Jardín pero no las atendieron, llegaron a la CAAPS donde le dijeron que no las podían atender y las enviaron al hospital de Ruiz Cortines.

“¿Dónde está el gobierno? ellos como tienen donde agarrar y sus quincenas seguras, jodido el pobre que tiene que andar transbordando”, reprochó.

Doña Eugenia añadió que le tocó ver cómo se les murió un paciente en la clínica de la Progreso, la cual se especializa en atención a mujeres embarazadas.

Las autoridades todavía no tienen definido qué se hará en el hospital que ayer dejó de funcionar en su totalidad, indicó el secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos.

Expuso que en el hospital General de Ruiz Cortines se atendía a unos 300 mil habitantes con Seguro Popular, y que en El Quemado se atenderán entre 350 y 400 mil habitantes con dicho seguro, que en su mayoría que viven en la zona connurbada.

En el hospital cerrado se tenían 195 camas, 120 censables y el resto no, y ahora se tienen 295 camas entre censables y de tránsito. Siguen 120 camas censables y el resto son de tránsito, y el secretario explicó que son las autorizadas para quienes no requieren hospitalización, sino que están por horas.

Indicó que el nuevo hospital es considerado de tercer nivel porque tiene más áreas de especialidades a diferencia del que se cerró que era de segundo nivel.

De la atención de urgencias, De la Peña Pintos explicó que todas se atenderán en el nuevo hospital, sin embargo consideró que los hospitales del IMSS e ISSSTE tienen la obligación de atender una urgencia y ya estable el paciente, si no es derechohabiente, trasladarlo al nosocomio en El Quemado.